EL
MUSEO TAURINO, MÁS PREOCUPACIÓN!
Hace casi dos meses que la Tertulia Tercio de Quites hizo pública a través
del Diario Córdoba su preocupación por el estado del Museo Taurino, más
concretamente por el cuándo abriría sus puertas tras ocho años de remodelación
y por el cómo lo hallaríamos.
Movidos por esta preocupación y
convencidos de lo que significa este museo para la ciudad, solicitamos al Sr.
Alcalde información al respecto y autorización para conocer el proyecto
museológico elaborado por la empresa Kultura Ideas y Estrategías para el
Patrimonio. El Alcalde nos remitió al Concejal de Cultura y éste –de
modo amable y eficaz- al Director General del área correspondiente. A todos
agradecemos su disponibilidad, facilidades y cortesía para complacer nuestra
petición.
Una comisión de la Tertulia Tercio de Quites fue recibida por el
aludido responsable de Cultura, quien de modo correcto, preciso, ilustrado y
profesional nos presentó a grandes rasgos las características del proyecto, al
tiempo que pasaba las páginas de una edición abreviada del mismo. Agradecemos
el tiempo que nos dedicó y la información que nos transmitió, aunque lamentamos
que nos negase rotundamente la posibilidad de conocer el Proyecto en su
totalidad.
El resultado de la entrevista, y es lo
que ahora queremos transmitir a la opinión pública, es: más preocupación!. Y esto lo decimos ahora que tenemos información.
Es una preocupación racional basada en el conocimiento, que supera y coincide
con nuestro temor inicial basado en la percepción.
Tres conclusiones básicas sacamos de
la entrevista, las cuales son exponentes del proceso seguido, de la situación
actual y del peligro que se cierne sobre el propio museo. A saber: La primera
es que el Proyecto Museológico que encargó en su día la anterior Corporación
Municipal está cerrado, es inamovible y que se ejecutará así, tal y como lo ha
heredado la actual Corporación de la anterior. La segunda es que en la
redacción del Proyecto ni antes, ni en medio, ni después ha habido la más
elemental participación ciudadana, audiencia o información pública –que no es
necesaria, pero sí conveniente- y que se ha asumido sin más el proyecto
presentado por la empresa adjudicataria. La tercera es que el museo resultante
supone una simplificación de tal calibre que compromete la identidad del museo,
que va acompañada de una generalización conceptual que difumina la riqueza de
sus fondos y la amplitud de su contenido y lo convierte en un parque temático
susceptible de ser ubicado en cualquier ciudad del mundo, no ya de España ni, incluso,
del rincón menos taurino de la geografía española.
Estamos convencidos que el Museo
Taurino de Córdoba podría ser único en el mundo por la calidad, cantidad y
diversidad de sus fondos, por el valor arquitectónico del edificio, por el valor
urbanístico del entorno, etc. Y también único en el sentido de que no podría
ubicarse en otra ciudad que no fuese Córdoba por el significado de nuestra
ciudad en la cultura taurina, en la historia de la tauromaquia, por la
aportación cordobesa a la fiesta y, si se quiere, a los orígenes de la misma
antes de la conquista cristiana. Es más, Córdoba necesita ese museo como activo
y dinamizador cultural, como un bien patrimonial que coadyuve a la generación
de renta a través del turismo.
Pero estamos convencidos de lo
contrario, de que una vez más esta ciudad volverá a perder la oportunidad de
conseguir algo por lo que clama, que pasará la ocasión con el cómplice silencio
de los discretos -¡que bien nos conocía Pío Baroja!- y luego, al cabo del
tiempo, ya consumado el despropósito, vendrá el lamento en las tabernas, el
discurso inculpatorio hacia los demás envuelto en el rancio celofán del
senequismo, o sea, la protesta entre labios cuando ya sabemos que no vale para
nada.
Y en otro orden de cosas, cabe preguntarse
si han reparado las autoridades que encargaron y asumieron el Proyecto de Museo
Taurino y las que lo van a ejecutar que muchos de los fondos del mismo lo son
en concepto de depósito o de donación, y que, en consecuencia, aquella se halla
sometida a las condiciones contenidas en el Acta correspondiente -firmada por
los cedentes y el Alcalde recipiendario- y que la reformulación museográfica
puede alterar o dejar sin efecto?.
En definitiva, más preocupación!.
Pese a todo, desde la Tertulia Tercio de Quites aún confiamos
en la sensibilidad y el compromiso de los actores y de la ciudadanía en general
para lograr el Museo que esta ciudad merece y puede tener, e invitamos a
participar en pos de su consecución de modo leal, sincero y positivo. Nuestro
papel y función, no son otros.
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