Festival
histórico
Córdoba. Informa Domingo Echevarría.
Córdoba, como un referente siempre único en la
historia del toreo, lo es por un capricho del cielo. Prueba de ello es lo
ocurrido el pasado día 5 de abril de 2014 en el coso de “Los Califas”. Un
Califa vivo, a Dios gracias, dio “el do de pecho”, de nuevo, a sus 78 abriles, escribiendo
otra página gloriosa en la historia del toreo. Demostró una vez más que los
grandes toreros nacen, no se hacen. Su carisma, su aureola bien ganada como
Califa, demostró una vez más que el toreo sin romanticismo, sin pasión y sin
sentimiento, es un espectáculo que pierde su esencia. Benítez, el V Califa,
renace de sí mismo. Cuando se “echa palante”, seguro de sí, le da la vuelta al
toreo, demostrando que así, en el toreo, se acaba la crisis. Su sola presencia
crea espectáculo, aparece en los tendidos “el rum rum” de la incógnita, del “qué
va a pasar”, ni se comen pipas, ni se mira para otro lado que no sea el ruedo.
Contagia a sus compañeros de cartel, “les pone las pilas”, sacando lo mejor de
ellos, y el público se lleva ese recuerdo imborrable del que orgulloso podrá
decir: ¡yo lo vi! Eso ocurrió el pasado día 5 en el ruedo de “Los Califas”.
Benítez, con su aplomo único, con el
simple giro de sus prodigiosas muñecas, emocionó a propios y extraños. Al día
siguiente me hablaba Rafael González “Chiquilín”: - nunca me había emocionado tanto
viendo torear; con el aplomo que ese hombre toreó ayer, y con esa edad -
Pero la
tarde no quedó ahí, el toro, de Bohórquez, aunque flojo, el novillo segundo de
Hernández, y los de Fuente Ymbro, acompañaron
en esa tarde grande. “Finito”, al peor del encierro, lo metió en la canasta con
elegancia y maestría. Con mal criterio se le negó la segunda oreja, por lo que
el público se enfadó. Lógico, porque la tarde era de emociones, de duende, fuera
de los cánones, histórica. Lo mismo pasó con José Luis Torres. El chaval
demostró que se debe contar más con él, que es uno de los toreros olvidados de
nuestra cantera. Se queda muy quieto y a poco que le embista un toro da la
talla. Con la espada fue breve con una entera que bastó. El público se enfadó
también pues, el rigor presidencial le negó la segunda oreja pedida con mucha
fuerza. Algo inconcebible en tarde tan especial en la que, hasta las musas
aplaudían entre barreras.
Julio Benítez sorprendió igualmente. Con valor y
oficio construyó una gran faena, que comenzó y remató de hinojos, cerrando así
su labor dejándose los pitones muy cerca del pecho, sin inmutarse un ápice.
Recetó la mejor estocada de la tarde consiguiendo las dos orejas.
Israel de Córdoba dio también muestras de
encontrarse en buen momento. Dominador sometió al novillo, que entregado, le
permitió también el triunfo de las dos orejas.
Fermín Bohórquez, aunque el toro estuvo muy escaso
de fuerzas, le permitió lucir su maestría con las cabalgaduras, y conseguir una
oreja.
Tarde histórica en “Los Califas” a beneficio de la
Asociación contra el cáncer, que bien mereció la puerta grande para todos, por
singular y emotiva. Julio Benítez alzó a su padre a hombros, y “Finito” lo
renovó sacando al Califa por la puerta grande. Un gran gesto torero de Juan
Serrano arrimando el hombro a la grandeza de su paisano el V Califa, al que
tanto y tanta gloria debe la fiesta de
los toros.
CORDOBÉS INMORTAL
Mira
si será torero
que
hasta los toros preguntan
cuando
saltan al albero:
¿Quién
es ese cordobés?
que
a mí no me tiene miedo.
Córdoba
por entero
y
Palma de tus pesares,
aunque
vuelvas y te vayas,
nunca
olvidan lo que vales,
ni
aquellas tardes de mayo,
en
el coso “Los Tejares”.
El
gusanillo en tu sangre
tantas
veces derramada,
te
selló como valiente,
sin
el miedo a la cornada,
que
hará llorar a gente
como
aquel día en Granada.
Aunque
te vayas del toro,
tu
nombre resonará,
y
ese apodo tan torero,
que
gloria a tu tierra da,
será
para el mundo entero:
¡Un
Cordobés inmortal!
Domingo
Echevarría
FOTOS J.L.CUEVAS
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