“Tercio de Quites” en “El Añadío”.
Invitados
por la ganadera María
Jesús Gualda, los miembros de la Tertulia Taurina “Tercio de
Quites” de Córdoba, cuya sede se encuentra en la taurina Taberna “San
Cristóbal”, visitaron el sábado día 26 de abril la ganadería “El Añadío”, en
Vilches (Jaén), cuyas antiguas dependencias son actualmente un magnífico hotel
rural, que sin perder su esencia de cortijo andaluz reúne todas las comodidades
para un alojamiento diferente, donde el visitante además del confort encuentra
la paz y la belleza de Sierra Morena, rodeado de toros en un fantástico paraje
natural.
María Jesús, vinculada desde su creación en 1985 a “Tercio de Quites”,
organizó un tentadero en el que fueron examinadas cuatro hermosas y encastadas
becerras del encaste Santa Coloma, vía José Chafik-Paco Camino, y Coquilla, vía
José Bueno. En una preciosa mañana de primavera mostraron sus cualidades
toreras ante la encastada exigencia de las eralas el novillero Juan Ortega, que
deleitó a los aficionados con su torería y buen hacer, demostrando que está más
que listo para recibir la alternativa, y el novel Juan Romero Campos,
premiado con un capote de brega por la Tertulia, que puso en evidencia su
progresión y ganas en el siempre complicado camino del toreo. Entre los
aficionados que no dudaron en saltar para apurar las embestidas hay que
destacar a Rosa,
encargada de caballos de “El Añadío”, farmacéutica y aficionada cabal, que ganó
la admiración y aplausos de la concurrencia por su raza y entrega, y la
delicadeza torera del ingeniero Carlos
Dalh,
que supo dibujar pinceladas memorables.
La
anécdota de la preciosa jornada la protagonizó Marc, un joven catalán de 15 años,
natural y residente en Barcelona, enamorado del toreo, que pasaba el fin de
semana en el hotel e inmediatamente se sumó al grupo cordobés, a quien confesó
que en su tierra le llaman asesino, cruel y otras lindezas por estar a favor de
los toros, pero que él mantiene su afición gracias a Tendido Cero e Internet.
La sensibilidad de los tertulianos no tardó en manifestarse regalando al
chiquillo una muleta nueva con su estaquillador y una gorra campera, obsequios
que hicieron brillar lagrimas de gratitud en sus ojos de un niño que ama el
toreo y ha de soportar la ira y sinrazón de intolerantes. Realmente emotivo fue
ver a Marc
dibujando muletazos en el aire ante la atenta mirada de “El Puri”, Juan Ortega y Romero Campos. que lo
animaron a seguir con su afición.
Tras
la tienta, la ganadera María
Jesús Gualda agasajó a sus invitados con un magnífico y exquisito
almuerzo, servido por unos profesionales entre los que destacan la amabilidad,
simpatía y deseos de agradar al cliente.
“El
Añadio” , ganadería convertida en hotel rural que cautiva al visitante por el
confort de unas instalaciones únicas, la maravilla del lugar donde se ubica y
la categoría y clase del personal que hace posible que quienes visitan sus
dependencias se marchen anhelando un regreso inmediato.
FOTOS SANTIAGO CARRASCO
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