CONFERENCIA EN LA HDAD.
DEL ROCÍO DE CÓRDOBA
localidades
de las que se desplazaron amigos del conferenciante, pues es autor de
“Alharilla en mis coplas”, un compendio de temas romeros dedicados a sus
vivencias por aquellas tierras de María. Como Caballero Rejoneador, basado en
las cinco normas básicas para optar a Califa del toreo, sentadas en el libro de
Pepe Toscano, M.B. “El Cordobés” V Califa del toreo, Domingo Echevarría,
demostró que don Antonio Cañero es sobradamente merecedor del título “Califa
del Rejoneo”, por ser cordobés, creador de un estilo que marcó “un antes y un
después” en el toreo, compitiendo con honradez, con todos los toreros de su
tiempo, imponiéndose como figura máxima que atrajo de nuevo a los públicos a
las plazas de toros, admirados por su nueva forma de interpretar el toreo; en palabras
de don Álvaro Domecq y Díaz: “No se puede hablar de la historia del rejoneo sin
nombrar a don Antonio Cañero”, aclamado
y admirado por todas las plazas de todo el orbe taurino.
Sobre la relación de Cañero con el mundo cofrade, Echevarría, en su ponencia, destacó la labor benéfica de don Antonio Cañero con el Pueblo de Montoro, hecho por el que fue nombrado Hermano y Presidente Honorario de la Cofradía del Nazareno, agradeciendo la presencia de montoreños/as, entre ellos la Sra. doña Isabel León Solís nieta de don José León García íntimo amigo de Cañero. De igual modo citó la relación de Cañero con las Hermandades del Rocío de Córdoba y Huelva, así como con la Asociación Benéfica “La Sagrada Familia” de Córdoba, a la que donó los terrenos de su finca “la Viñuela”, hoy parte del barrio de Cañero, para lo que mostró, en el soporte informático que había elaborado, documentos, fotografías de la cesión, artículos de prensa y el certificado de la valoración de los terrenos del entonces arquitecto municipal, don Carlos Sainz de Santamaría, fechado en 1947, no como se dijo, incluso en prensa, que Cañero los donó a Fray Albino, en 1952, en el lecho de muerte para que éste le perdonara los pecados.
La mesa fue presentada por el Hermano Mayor de la Hermandad del
Rocío cordobesa, don Bernabé Jiménez Roldán, quien resaltó que la conferencia
era una deuda que la Hermandad tenía con don Antonio Cañero como reconocimiento
a su labor por bien de la citada Hermandad. Pasó la palabra a don Enrique San
Miguel Eraso quien presentó al conferenciante resaltando su labor, tanto en la
Asociación Campera Antonio Cañero, como en la Federación Taurina, así como por su faceta de escritor y poeta.
En su exposición, Echevarría pasó la palabra a doña Mercedes
Valverde Candil, académica y directora de los museos municipales, quien expuso
la relación de Cañero con Julio Romero de Torres y con la Hermandad del Rocío
de Córdoba, resaltando que el genial pintor realizó la pintura de la Virgen que
lleva su Simpecado, en sus últimos años, ya enfermo, por encargo de Cañero, y
que le fue confirmado por la propia familia del genial pintor cordobés.
De igual modo, intervino don José María Portillo Fabra, quien,
además de resaltar el injusto olvido y maltrato, al que política y socialmente
se ha sometido y somete a Cañero en su tierra, refirió los gestos generosos que,
a través de su familia, conocía de don Antonio Cañero. Igualmente, recordó
Portillo a su tío José González de Quevedo, como gran aficionado práctico a los
toros, y como autor de infinidad de temas rocieros, popularizados por los
grupos como “los Romeros de la Puebla”, mientras Echevarría, en la pantalla,
exponía fotografías del popular sacerdote, interpretando el toreo de capa y
muleta con reses de respeto.
La conferencia tuvo un refresco flamenco entre las
intervenciones, a cargo de Ana Luz López Perea y José Luis Castejón Madero, dos
entusiastas del mundo rociero, que siempre, como expresó Echevarría, estaban
dispuestos a colaborar con su arte, en este tipo de eventos, buscando tiempo entre
su familia y su trabajo, sólo por su gran amor al arte que profesan por el mundo
de la canción flamenca y rociera. Fueron acompañados por esa guitarra
cordobesa, amante también de todo lo bueno, Gabriel Serván Benítez, toda una
vida con la sonanta pegada al corazón, para sentir los sones flamencos que
afluyen a su alma, exteriorizados por sus dedos.
Después del canto a Córdoba magistralmente interpretado por
Castejón, Echevarría agradeció la colaboración a sus acompañantes de mesa, al
Hermano Mayor Bernabé Jiménez, y a todos los presentes, entre ellos, al actual
Alcalde de Carretas, Manuel Guerrero Pulido y esposa Laura, que tanto habían
colaborado en la organización del acto, terminando la velada entre sones
rocieros, ricos caldos y “tente en pies” de nuestra bendita tierra.
José Luis Cuevas.
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