viernes, 23 de octubre de 2015

CARIÑOSO HOMENAJE A TRES GRANDES MECENAS DEL FUTBOL CORDOBÉS.

Promovido por el incansable Alfonso Gómez López, el pasado viernes 16 de octubre, al pie de la sierra cordobesa, en la finca “la Gitana”, propiedad de Joaquín Bernier Guisado, se dieron cita un grupo de amigos de distintos sectores de la sociedad cordobesa, para rendir homenaje, al citado Joaquín Bernier,
                              Orla de Joaquin Bernier
                             




                        Orla de Jose Maria Romeo Moya

                                


                            Orla de Manuel Milla Ortega
                               

así como a José María Romeo Moya y a Manuel Milla Ortega,  
tres grandes hombres de reconocido cariño a nuestra
 ciudad, que durante toda su vida, han arrimado el hombro, tanto con su dedicación personal como económica, en bien de la misma y del Córdoba Club de Futbol, pues los tres, además de directivos de la citada entidad deportiva, han sido ejemplo de altruismo y entrega por dicha causa, y otras encaminadas siempre al desarrollo cultural y al bien social de su querida Córdoba. En el caso de Joaquín Bernier, su gran afición a la fiesta de los toros, le llevó también a ayudar a muchos noveles, con los que incluso llegó a ejercer de apoderado, como Rafael Figuerola, hoy gran subalterno y, Manolo Martínez González “Manolo Martínez”, al que apoyó hasta su alternativa en Córdoba,  el 27 de Mayo de 2004, y posterior confirmación en “las Ventas” el 25 de abril de 2005.
Rafael Campanero, hombre de reconocido prestigio, y de
 especial vinculación al Futbol cordobés, elogió cariñosamente
 la labor de los tres homenajeados, al igual que el promotor 
del acto Alfonso Gómez López. Entre los asistentes, 
se encontraban distinguidos exprofesionales del futbol 
cordobés  nacionales e internacionales, así como representantes 
sector taurino, del periodismo y aficionados en general.
Como recuerdo, se le entregó a los homenajeados un cuadro
 a modo de pergamino con una semblanza poética que resumía 
sus más destacadas cualidades humanas.
Un emotivo y merecidísimo acto, que indudablemente llegó
 al corazón de los homenajeados, y se extendió al resto 
de los asistentes, en sus respectivas y emocionadas intervenciones,
 en las que agradecieron el cariñoso gesto de afecto y reconocimiento. Desde aquí nos unimos como siempre, a todo lo que 
signifique recordar y elogiar la merecida labor de los hombres
 de bien. ¡Enhorabuena!.


                                                               
Jose Luis Cuevas   

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