Víctor Abad quiere contar y sumar
El torero cordobés habla sobre sus objetivos para la temporada, de la mano de un nuevo apoderamiento
Hasta la fecha, es el último matador de toros que ha dado Córdoba. Alternativado en Mora de Toledo, el 19 de septiembre de 2011, de manos de Eugenio de Mora, con Juan Bautista como testigo, Víctor Abad cumplirá este año un lustro de doctorado con muy pocos paseíllos en el escalafón superior, firmando una trayectoria que hasta el momento ha tenido su época más dorada durante la etapa novilleril, gozando de cierto ambiente como novillero sin picadores – logró abrir la Puerta de Los Califas – y destacando también en algunos tramos de su periplo con los del castoreño, con triunfos en varias plazas del llamado “valle del terror”. Las últimas temporadas no han sido las más felices en lo profesional para el cordobés, a pesar de lo cual, como él mismo apunta, “no he dejado de entrenar y de sacrificarme a diario para seguir preparado”. Este año, lo inicia esperanzado en poder experimentar un punto de inflexión en su carrera, con el acuerdo de apoderamiento alcanzado recientemente con la empresa “Toros por Montera”, con José Herrera al frente.
El acuerdo, según explica Abad, comenzó a fraguarse “en una ganadería en la que me echaron un par de vacas y me vio una persona que, a su vez, le habló a otra y le enseñó la imágenes del tentadero. Esta persona, José Herrera, me llamó y me comentó que le había gustado mucho. A partir de ahí, llegué a un acuerdo con él para que, junto con las personas que forman su grupo, me apodere”. Esta nueva etapa, el torero la afronta con optimismo. “Estoy contento porque considero que este tipo de cosas satisfacen en cierto modo todo el sacrificio y los días de soledad que he pasado entrenando, ya que esto es muy duro. He tenido pocas oportunidades en estos años, no sólo en la plaza, sino también en el campo, ya que sólo a través de tres o cuatro amigos he podido torear algunos tentaderos. Esta persona ya me conocía porque había tenido oportunidad de verme en mi etapa de novillero, en varios festejos por la zona del “valle del terror”. Me vio en Mora de Toledo, una tarde en la que triunfé, pero luego me perdió la pista, como le ha sucedido a mucha gente, y fue ahí, en ese tentadero hace unos meses, cuando surgió esta ocasión y el acuerdo de apoderamiento, por lo que ahora mismo estoy muy contento”.
Los años de inactividad en público, en los que el teléfono apenas ha sonado, no sólo para ofrecer contratos, sino, como el propio torero apuntaba, para ofrecer algún tentadero, han supuesto una dura prueba para Víctor Abad, que vio como sus expectativas quedaban truncadas al no gozar apenas de oportunidades para vestir de luces. “La clave está en afrontarlo con fortaleza mental. Llega un momento en el que poca gente confía en ti y tan sólo tienes a tu lado a las personas que de verdad están contigo. Esos son los que me han visto sufrir, pasarlo mal e incluso llorar, porque yo pienso que uno no es menos hombre por llorar, y en este tiempo he pasado por momentos de impotencia después de verme en una situación difícil, tras pasar por el escalafón de novilleros prácticamente sin estar parado, con gente que estaba siempre a mi lado y que luego llega un momento en el que no eres nada para ellos y te traicionan, después de tú habérselo dado todo. Han sido circunstancias muy duras y momentos muy difíciles, en los que lo único que me hacía evadirme de ellos era entrenar, torear de salón, prepararme físicamente, mentalmente, y estar bien y a gusto con mi familia. Esos eran mis únicos y grandes apoyos”.
Encontrar puntos de apoyo verdaderos ha sido también la gran lección que el torero se lleva de todos estos años. “Llega un momento en el que uno se da cuenta de quienes son los que realmente están contigo, tanto a nivel de profesionales como de aficionados y medios de comunicación. Cuando se pasa por dificultades es cuando ves eso, los que te valoran realmente, tanto con tus virtudes como con tus defectos”.
De su trayectoria como matador hasta el momento, con un escaso bagaje en cuanto a festejos toreados, Víctor Abad hace un balance positivo de los mismos. “Corté dos orejas al segundo toro del día de mi alternativa, en Mora de Toledo, en 2011, una en Lucena al año siguiente, y tres en Córdoba, en 2013 – en el festejo que se celebró en la plaza portátil instalada en la carretera de Palma del Río –. Son seis orejas en tres corridas de toros, además de una cornada en Mora de Toledo, en 2012. Con todo ello, creo que no he defraudado a nadie y, sobre todo, no me he defraudado a mí mismo”.
Respecto a los objetivos que se ha marcado junto a sus actuales apoderados para la próxima temporada, tiene claras sus preferencias, aunque también la situación de la que parte. “Ahora mismo hay que ser realista. No puedo engañar a nadie. Ni a mí mismo, ni al aficionado, ni a las personas que me están apoderando. Sé que esto es muy difícil, que hay muchos toreros con muy buenas condiciones y que tienen su cartel, por lo que nada va a ser fácil. Actualmente, ya se está hablando con la empresa de Córdoba, para ver si podemos entrar, aunque sea en el festival a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer, el cual es un festejo que desde siempre he querido torear y hasta el momento no ha sido posible”. Entrar en la citada fecha, supondría para Abad un doble aliciente, tanto profesional, por la repercusión que podría tener de cara a su trayectoria, como personal, al haber superado años atrás una leucemia. “Para mí sería algo emocionante. Las personas con cáncer son mi debilidad, ya que es algo que yo he pasado, y qué mejor que poder ayudarlas toreando, no sólo a las personas que tienen la enfermedad, sino a los que hacen algo por ellas”.
A la espera de conocer el resultado de los mencionados contactos para intentar entrar en Córdoba, parece que el grueso de sus posibles actuaciones podrían concentrarse en la zona centro del país. “La empresa que me apodera da toros en varios pueblos de la provincia de Ávila y de Madrid, por lo que uno de los objetivos es poder torear en algunos de esos sitios. También, como te comentaba, presentarme como matador de toros en Córdoba, y luego está el gran objetivo, que es Madrid, el lugar donde puede cambiar mi trayectoria. Estoy trabajando y preparándome para ese gran objetivo, que es confirmar mi alternativa. Mis apoderados están poniendo todo el empeño en que se pueda conseguir eso, así que mi obligación es no defraudarlos”. Este gran objetivo, Víctor Abad se lo plantea, si fuese posible, para este año. “Aquí uno no puede perder el tiempo. Hay que dar el máximo. Es como cuando hablamos de los miedos. Los miedos hay que afrontarlos, y en este caso es lo mismo. No puedo permitirme otros lujos. Mi meta tiene que ser esa, y Madrid puede cambiarlo todo. Porque en Madrid sale el toro y ahí es donde uno puede fracasar o triunfar de verdad, por la gran repercusión que tiene. Ahí está, por ejemplo, mi compañero López Simón, con el que coincidí muchas veces como novillero, lo que ha repercutido en Madrid su carrera. Así que quién sabe…”.
Mientras tanto, y aunque lleve unos años viviendo en Sevilla, tiene claras dónde están sus raíces y cuáles son y serán siempre sus preferencias taurinas y personales. “Córdoba hace aflorar mis sentimientos. Por Córdoba muero. Córdoba ha sido tierra de toreros y seguirá siendo tierra de toreros y de afición. Con el tiempo, volveré a Córdoba para vivir, aunque ojalá vuelva antes para torear”.
Juan J. Espinosa
Fotos: MF / Ladis / Archivo
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