EMOTIVO
HOMENAJE AL TORERO VICTOR BARRIO
La Tertulia Taurina “El
Castoreño” del Real Círculo de la Amistad de la tierra Califal, el pasado 17 de
octubre, rindió un sentido homenaje al torero Víctor Barrio, fallecido, el ya
señalado 9 de julio de 2016 en Teruel, por la cornada del toro “Lorenzo” de la
vacada “Los Maños”.
La ofensas de los inhumanos
sectarios, vertidas contra el pequeño Adrián, un angelito que ama la fiesta de
los toros y que quiere ser torero, al que los profesionales taurinos rindieron
un homenaje días pasados en Valencia, motivó, que la directiva de la citada
tertulia hiciese extensivo también este
homenaje, a este chico, enfermo de cáncer, circunstancia que ha calado hondo en
el alma del mundo entero, menos en la de esa “trupe” sectaria, llamada
antitaurina, sencillamente porque carecen de ella, ganándose a pulso, día a
día, el calificativo de inhumanos, por las verdaderas atrocidades que vierten
en las redes sociales, sin pudor y sin que la justicia mueva un dedo.
Con la sede de aquella
tertulia rebosante, y una mesa compuesta por José María
Montilla Álvarez, decano de los toreros cordobeses, Juan Ortega, joven
doctorado en tauromaquia, compañero de Víctor varias tardes, el presidente del
“Castoreño” José María Portillo Fabra, y Domingo Echevarría, vicepresidente de
la Federación Taurina de Córdoba, comenzó el acto con las palabras de
bienvenida de Portillo Fabra, quien tras cederla a Echevarría, fue pasando
turno de intervenciones. En ellas, destacamos las sentidas palabras del joven Juan
Enrique Denamiel Naranjo, hacia el pequeño Adrián, y como éste le agradeció que
le regalase una muleta y la ilusión que le hizo.
José María Montilla, en sus cariñosas deferencias hacia Víctor
Barrio, visiblemente emocionado, resaltó el constante sacrificio del que de
verdad siente el toreo, vive para ello, e incluso muere por esa pasión, porque
como dice Bergamín en su obra “la música callada del toreo”: El
toreo es un sentimiento tan profundo que es canto… que es musical. Y es
que de verdad, el toreo, requiere para su entendimiento, la percepción sensible
de finísimas sensibilidades. Sin sensibilidad o percepción sensible, no es
posible el entendimiento de ningún arte.
Juan Ortega, tras un
análisis interesantísimo sobre el estado de la fiesta, señaló que ésta, sólo es
recuperable, con un cambio de mentalidad, sobre todo por parte de los empresarios,
que han de buscar fórmulas que la vuelvan a trasformar en lo que siempre fue: el
acontecimiento más impresionante del mundo occidental, y para ello, hay
que crear en la juventud la convicción de que “el ir a los toros” es la chispa
que inicia su ruta de ocio, y una puerta abierta a las relaciones
interpersonales. Es decir: los toros deben ser para ellos un acontecimiento
social, el condimento principal para la ruta de su evasión Como ejemplo puso: como en Sevilla, los jueves
del mes de julio, ya es tradición entre los jóvenes el que ¡hay que ir a los toros!
y luego después a lo que venga.
Ladislao Rodríguez Galán
“Ladis” elaboró un reportaje audiovisual de la actuación de Víctor Barrio y
Juan Ortega, en la feria cordobesa de 2011, proyectado por la joven y excelente
aficionada Mercedes García, colaboradora habitual en “El Castoreño”, así como
varios videos de actuaciones de los dos diestros, comentados magistralmente por
José María Montilla.
Para cerrar este acto de
tributo moral, al malogrado diestro Víctor Barrio, Echevarría recordó las
palabras que López Barrios, dedicó a su memoria:
¡Ojalá
la muerte de Víctor Barrio sirva
para iluminar el mérito extraordinario de quienes, como los toreros, arriesgan
su vida para levantar esculturas efímeras frente al toro, y apuestas radicales
sobre el doble valor, humano y humanista, de la existencia…!
José Luis Cuevas
Fotos: Jose Luis Cuevas
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