Roca Rey le pone caro el triunfo a Manzanares
Una corrida de Victoriano del Río de dispar presentación y juego sacó un buen tercero al que desorejó el peruano; Manzanares salió a hombros junto a Andrés en tarde en la que Morante no se encontró
SANTIAGO ROMÁN / FOTOGALERÍA: ISMAEL RODRÍGUEZ
Una corrida de toros con el hierro de Victoriano del Río era la que hacía acto de presencia esta tarde en la localidad pacense de Olivenza en su quinta de abono. En el cartel, Morante de la Puebla, José María Manzanares y Andrés Roca Rey haciendo el paseo mayor a las cinco y media en punto de la tarde.
Después de parar la brusca salida del primero, hubo un silencio sepulcral en la plaza esperando a Morante estirarse a la verónica: dio tres y la media de cartel. Gran brega de Carretero que dobló actuaciones hoy. Mucha clase torera pero poco toro. Muy separado toreó al animal por ambos pitones, tirando por la línea recta con la diestra. No acabó de romper el toro y el torero no expuso nada. Casi entera, una eternidad para entrar otra vez con un pinchazo hondo. Descabello. Silencio.
En el segundo, Manzanares dejó media docena de verónicas de manos bajas de recibo. La mejor puya de la feria, hecha como hay que hacerlo, de Chocolate, ovacionado. Quite por chicuelinas, bajas también. Saludos de Rafael Rosa y Luis Blázquez tras parear. El toro se caía, por lo que tuvo que llevarlo despacio, con tiempos, con la muleta siempre puesta. Poco a poco fue sacando faena del flojo astado. Mejor por el derecho con la zurda mostraba el pico. Más emoción tuvo el solo de trompeta de la banda que el burel. Terminó por bernardinas. Estocada un punto baja y leve petición de oreja concedida.
Brindó al público, comenzando por estatutarios, pases cambiados por la espalda y los remates. El toro repetía con prontitud y el torero a la altura. Aguantó una parada de escalofrío. Al natural peor, más parado y menos humillación. Roca Rey anduvo con mucho pundonor. Volvió a diestra para acoplarse y no perder ni un paso. Aguantando. Arriesgadísimas fueron las bernadinas, tocándole la pala el muslo. Se volcó para matar cobrando una gran estocada. Dos orejas.
Con algo de recelo saludó al anovillado cuarto Morante de la Puebla. Morante quiso justificarse, sacó un natural de calado en los tendidos, y pudo haber hecho algo más con la derecha. Buena espada, con facilidad, un descabello. Saludos desde el tercio con algunos pitos.
En el quinto, Manzanares intentó estirarse a la verónica, sacando una media de remate con regusto. Quitó por verónicas con el compás abierto a media altura, un delantal y farol de remate. Con la derecha hubo poca sintonía y al natural hubo más compás. La estocada de la tarde la dejó recibiendo. Oreja.
Al sexto, Roca Rey buscó cuajarlo sin suficiente recompensa. Tiró al caballo tras una gran arrancada, topando con fuerza y no siendo bien cogido por el castoreño. Quite por faroles que llegaron al respetable. Manuel Durán y Francisco Gómez saludaron. Brindó al público su labor y comenzó ésta por alto. Despacito y acoplándose a la velocidad del de Victoriano del Río fue el peruano. Faltó transmisión y emoción. A base de ganarle terreno fue sacando pases en una manifiesta carencia de clase y raza. Acabó entre pitones y al hilo de las tablas. El público agradeció sus ganas y esfuerzo. Tuvo que hacerlo todo él para matarlo. Aplausos
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Olivenza, Badajoz. Quinta de la Feria del toro. Corrida de toros.
Seis toros de Victoriano del Río.
Morante de la Puebla, silencio y saludos con división de opiniones.
José María Manzanares, oreja y oreja.
Andrés Roca Rey, dos orejas y ovación.
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