Días pasados de este 2017, concluyó la restauración del busto erigido a “Manolete”, en la Plaza de “La Lagunilla” de su tierra natal, Córdoba, que en su día esculpió Juan de Ávalos.
Su restauración ha sido realizada por Marta Ortiz González de Canales, así como la del pedestal que realza la obra de Ávalos.
En la casa número 45 de la citada plaza, habitó el IV Califa de Córdoba. De ella salió su primeras tardes vestido de torero hacia el “Coso de los Tejares”, y a ella regresó también alzado en hombros, como solía hacerse en aquellos tiempos tan distintos a los de hoy, entre una multitud entusiasta, que tanto se echa de menos en nuestros tiempos, en los que, para ciertos sectores sociales, el torero ha pasado a ser un maltratador de un animal, por el que, una serie de individuos/as, parece ser, siente una pena fuera de lo común, excepto cuando tienen parte de él en el plato, con doradas patatitas fritas o verdurita fresca.
Un sector social fruto del adoctrinamiento silencioso, que grupos políticos y multinacionales con ánimo de lucro, han impartido para lograr intereses que nada tienen que ver con el sufrimiento que tanto pregonan, y que en realidad les trae al fresco.
Prueba de ello es que, esa fijación, sólo la tienen por el toro bravo, pues a la vista está, que no les preocupa tanto, ni la muerte del caracol ni la de otros animales, que mueren horriblemente para servir de aperitivo o alegría para el buche de tanto tragón, en veladas de regocijo, en cualquier acto social. Pero de esos casos no se habla, sencillamente, porque ello no vende, ni es relevante para los medios de difusión, que tanto daño le están haciendo a la fiesta, mientras nuestros gobernantes hacen oídos sordos, a pesar de estar perfectamente regulada.
Y ni que decir tiene, que también les trae al fresco, el sufrimiento de tantos niños que mueren de hambre cada minuto que respiramos, lo que se resolvería con una simple llamada de consenso, a la verdadera sensibilidad de tantos poderosos que manejan el mundo, lo que indudablemente apoyaríamos todos los seres humanos, porque eso sí que de verdad es sensibilidad. Todo lo demás son patrañas de
cuatro listos, que mueven a esa sociedad aborregada que siempre ha existido, sin criterio y sin fundamento de la verdadera realidad.
Pero volvamos amigos a lo que nos trae este artículo: a esa nueva etapa de vida del reconocimiento que nuestra ciudad reitera a nuestro IV Califa del toreo, a ese rincón torero de Córdoba que es la plaza de “La Lagunilla”.
Está situada entre la Puerta del Colodro y la calle Mayor de Santa Marina, haciendo un entrante de ambas. Esta antigua Puerta del Colodro, debe su nombre a Álvaro Colodro, que junto a Benito de Baños, fue el primero en saltar por ella la muralla, con el apoyo de, Ruiz Tafur, y mi tocayo Domingo Muñoz, junto a otros soldados de a pie y a caballo, iniciando así, una oscura noche de diciembre para unos, y de enero para otros, la conquista cristiana de Córdoba en 1236.
Teodomiro Ramírez de Arellano, hace referencia a ella en 1811, y señala que, debe su nombre, a las inundaciones producidas por el arroyo de Guadalcolodro.
Tras la muerte de “Manolete”, en mayo de 1948, el entonces alcalde de la ciudad Rafael Salinas, procedió a la inauguración del busto del diestro, obra de Juan de Ávalos, como se ha referido, y esculpido en bronce dorado patinado, en marrón oscuro, con un acabado encerado y pulido.
Dado el estado de deterioro que sufría, tanto la peana y pedestal, como el busto y las letras de bronce, sufriendo además la pérdida del escudo de Córdoba, que lucía la peana. Por ello se procedió a su limpieza físico-química y a reparar las zonas dañadas y la reposición de los demás elementos, entre ellos el escudo de Córdoba en bronce, que se ha fijado al soporte pétreo con tornillos de 15 cms., y taco químico con resina epoxi para evitar nuevo robo.
Un acierto plausible por parte de nuestro ayuntamiento, en año tan señalado, en el que se conmemora el centenario del torero, espejo de toreros y uno de los iconos más importantes de Córdoba a nivel mundial. “Nunca es tarde si la dicha es buena”. ¡Enhorabuena!.
Domingo Echevarría
Vicepresidente Federación Provincial Taurina
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