martes, 14 de agosto de 2018

TREINTA Y NUEVE AÑOS YA DE LA ALTERNATIVA DE “GARBANZO”. 


El pasado 12 de agosto de 2018, se cumplieron 39 años de la alternativa del Juan Antonio Cobos Carreras “El Garbanzo”.
Por tal motivo, es justo dedicarle un recuerdo en nuestras páginas, pues ya, prácticamente, son ningunas las líneas que dedican nuestros periódicos a la fiesta de los toros, y menos aún a estas efemérides.


Para ello hemos recurrido al libro “Más corazón que cuerpo” de Domingo Echevarría, donde nos relata todos los pormenores de aquella alternativa, con palabras del propio “Garbanzo”.
LA ALTERNATIVA
Muy comentada fue la alternativa de nuestro torero. En principio se anunció un cartel, con José María Manzanares como padrino y Agustín Parra “Parrita” de testigo. Una falta de entendimiento hizo no cuajar el proyecto. Ya en América, fue anunciada otra, que tampoco llegó a cuajar, quedando el torero hasta vestido en el hotel, esperando se celebrase, más adelante relataremos.
El torero comenta los prolegómenos de su alternativa:
—Mi ilusión siempre fue tomar la alternativa en Córdoba. Entonces llevaba el coso de “Los Califas”, la empresa los hermanos Valencia y don José Cuevas Ellos me prometieron, al regreso de América, que la tomaría aquí y, además, si no dos, una corrida por lo menos.
Por influencia de algunas personas, que yo no era ranita de su charca, hubo sus más y sus menos y aquello se coció, no como tiene que ser: entre caballeros, entre comillas, se hizo por recomendaciones. Me perjudicaron para beneficiar a otro compañero, de lo cual me alegro. En el fondo me daba igual tomarla un año que otro.

Esperé, al año siguiente, por la cesión que yo había
hecho, que se portaran más generosos conmigo. Ni se acordaron de mí. Toreé muchas novilladas y muchísimos festivales, por Ávila, Logroño y Segovia. Esperaba tomar la alternativa casi a mediados de temporada, con el fin de poder coger un auge de alegría en lo que quedaba de campaña. ¡Pero nada!
En el setenta y nueve tomé la alternativa en Tarragona, el doce de agosto. Pero, vamos, yo pienso que no hubo motivos para que me hiciesen eso estos señores... Ya, entonces, la empresa Valencia había dejado la plaza de toros de Córdoba y habían entrado los “Cámaras”. Como la empresa “Valencia” tenía ya un compromiso de palabra conmigo quisieron cumplirlo y me dijeron: - Juan Antonio, en Córdoba no te podemos dar la alternativa porque ya no la llevamos, podemos prepararla en Tarragona-
Yo acepté con mucho gusto y muy agradecido.
¿Cómo siguieron el asunto los nuevos empresarios?
—Llegué a tener conversaciones con la empresa “Camará”, que no es la que está en Córdoba. No tengo el gusto de conocer a estos señores de ahora. Todavía no soy viejo, como usted está viendo, y me gustaría cambiar impresiones por si hubiera la posibilidad de torear, por lo menos, una corrida de toros en mi tierra, que yo con cuatro vacas que toree y un poquito que me prepare, mato una corrida de toros muy honrosamente en Córdoba y no me van a echar ningún toro al corral. ¡Eso, por descontado!- y continúa el torero:


* Así que, ya le digo: la empresa “Camará” no me escuchó en ninguno de aquellos momentos; incluso me dijo, públicamente, “que quién era yo para pedir una corrida de toros en Córdoba”. Tuve que hacerle un historial de mi persona y de mi dignidad profesional para que vieran que estaban cometiendo un error, y otro más grande por no estar documentado de lo que estaba hablando. Hablo de Antonio Pérez Barquero, representante de la casa “Camará”. ¡No tenía ni noción de lo que es el toro, por muy aficionado que diga él que es!. Por lo menos en aquella época. Hoy, no sé. Él y sus cuñados cometieron una
injusticia conmigo… ¡pero bastante gorda!
¿Fue eso lo que le hizo perder la ilusión?
—No perder la ilusión, pero…, por no tocar más a las puertas, yo me dediqué a mi “ganaíto”, mis cosas... Aquí vendo, aquí compro, para tirar para adelante. 


Entonces, ¿no le echaron de los toros una cornada ni nada de eso?
—No. Todavía no ha parió una vaca el toro que me eche a mí de torero. Fue la injusticia que sentí en mi persona. Me enfrió el gesto de las personas. Tenían que reconocer, que antes lo he dicho.. Yo llegué a recibir la extremaunción tres veces. No me retire del toro, ni me he retirado nunca-
- Mi pueblo, siempre estuvo conmigo apoyándome, por lo que siempre le estaré agradecido. En una ocasión, fue una comisión de aquí, de Almodóvar, a ofrecerle a la empresa “Camará" su apoyo, para así organizar una corrida en Córdoba, con el fin de que me presentara como matador de toros en mi tierra. Que dicho sea de paso, creo que esta empresa como otra, es lo mínimo que podían haber hecho conmigo, siendo un torero de Córdoba, que me había entregado por buscarme un sitio en esta difícil profesión. Dicha comisión estuvo compuesta por Pepe Patiño, Rafael Alabanda y Rafael Pastor. Alabanda, ya no está entre nosotros desgraciadamente, pero los otros dos si son testigos de ello. Le ofrecieron el dinero de una colecta, que ellos mismos habían realizado entre todos mis paisanos. Cada uno puso lo que pudo, mil, tres mil, cinco mil de las antiguas pesetas. Llegaron a conseguir alrededor de trescientas cincuenta mil pesetas de las de entonces. Las mismas que le ofrecieron a la empresa, para que se montara mi debut como matador de toros en Córdoba. Además, el compromiso de ayudar a la venta de entradas, pues mi pueblo, hubiera respondido como siempre lo hizo, lo que como he dicho siempre: le estaré agradecido. Pero… ni, aun así, pudo ser. Es más, que hasta uno de los presentes, les respondió estas palabras: “En caso de que toreara…, que no va a torear, tendría su dinero veinticuatro horas antes, en su cuenta corriente”.


-Así le cortaron la cara a aquella comisión, que de no ser por ella, aún hubiera sido más duro para mí, el ver que mi propia tierra, me cerraba las puertas, pues por lo menos tuve el consuelo de que mi pueblo, y los que siempre confiaron en mí, lo seguían haciendo. Pero así es esto del toro: te juegas la barriga, y llega un momento en que de nada te vale lo que hayas hecho en tu carrera; ni siquiera tienen el mínimo respeto por las tres extremaunciones que tuve, y que a pesar de eso seguí en la brecha. Porque el que de verdad quiere ser torero, tiene que tener muy claro, que un mal día puedes perder la vida. Eso siempre va con nosotros los toreros. El que de verdad conoce esta profesión sabe que aquí se muere de verdad. Yo ya solo digo lo mismo que le dijo Ignacio Sánchez Mejías, antes de morir, a aquella monjita que tardaba en traerle un baso de agua: “hermanita, que Dios se lo pague en el Cielo con la misma rapidez…”

Nuestro torero no quiso irse del toro sin adquirir el grado de matador de toros. Y el 12 de agosto de 1979, en Tarragona, Francisco Ruiz Miguel, le cedió el toro «Pacheco», número 6, de Francisco Martínez Benavides, al que cortó una oreja. El testigo fue Justo Benítez y el último toro de la corrida pertenecía a Flores Tassara. Hasta aquella fecha había toreado ciento veintiséis novilladas con picadores, veinte de ellas, en América. Ya como torero de alternativa, actuó en Fuengirola, Torremolinos y Benalmádena. Este fue el epilogo de la carrera profesional de este torero, que tuvo más corazón que talla, y al que la suerte no le fue, en absoluto, propicia.
ANUNCIADA ALTERNATIVA DE AMÉRICA
Con motivo del 50 Aniversario de las Fuerzas Armadas Venezolanas en Maracay, se le ofreció tomar la alternativa. El cartel se montó con dos toreros venezolanos: Bernardo Valencia, como padrino y Santiago López testigo de la ceremonia, con ganado colombiano de Laguna Blanca. Se firmó el contrato con unos honorarios para el torero de 17.000 dólares. Por desavenencias con la empresa, ni el padrino, ni el testigo comparecieron. Eran las tres de la tarde y aún no se había sorteado, pues seguían sin dar señales los demás toreros. Se apuntó la 


posibilidad de que aquello quedase en un encierro con seis ejemplares por parte de nuestro torero. Juan Antonio, ya vestido de grana y oro con cabos negros, esperaba los acontecimientos. Al final los hermanos Carlos y Exio Dugarte, que representaron al torero, le llamaron al hotel comunicándole la suspensión.
ANUNCIADA ALTERNATIVA EN CÓRDOBA
Anunciada estuvo también una alternativa en Córdoba. José María Manzanares de padrino y Agustín Parra “Parrita” de testigo. El ganado de Dª Ana Romero y en la feria de Mayo cordobesa. Por falta de entendimiento, no cuajó esta, y como quiera que el contrato de arrendamiento cumplió para la empresa Valencia, que entonces regentaba la plaza, no pudo ser. No obstante, como el compromiso con esta empresa era firme, le comunicaron al torero que su intención era mantenerlo, pero que ya habría de ser en otra de sus plazas.
Acordándose finalmente en Tarragona. El cartel Ruiz Miguel y testigo Justo Benítez, con ganado de Javier Molina. Esta corrida fue sustituida por otra de D. Francisco Martínez Benavides, pero se remendó con un toro de Flores Tassara, que resultó un regalo, y para más INRI le tocó a Juan Antonio.
FINALMENTE ALTERNATIVA EN TARRAGONA
Con el titular anterior se encabezaba la crónica de la alternativa de Juan Antonio Cobos en el “Diario Español”, el día 14 de Agosto de 1979, realizada por D. José Roca García.
El resumen de lo acontecido en ella lo describimos seguidamente:
El 12 de Agosto de 1979, en Tarragona, se anunció el cartel de la alternativa de Juan Antonio Cobos, con ganado de D. Francisco Martínez Benavides de Córdoba. Padrino: Francisco Ruiz Miguel y testigo de la ceremonia Justo Benítez.
La tarde se presentó calurosa. Hubo más de media entrada y gran representación cordobesa en los
graderíos.
Uno de los de los toros fue sustituido por otro de la viuda de Flores Tassara de Sevilla.
Los toros por orden de aparición en el ruedo fueron las siguientes: Nº 6 “Pacheco”, 490 Kilos; Nº 18 “Fondito”, 465 Kilos; Nº 9 “Fariseo”, 470; Nº 14 “Guayabo”, 465 Kilos; Nº 11 “Zaragatero”, 475 Kilos; Nº 16 “Pajarito”, 480 Kilos.
Ruiz Miguel de nazareno y oro, a su primero le aplicó la lidia adecuada con naturalidad y aplomo, en faena variada. Recibió el toro un puyazo y dos pares de banderillas bien colocados. Brindó al respetable. Mató de un pinchazo sin soltar y una estocada. Se le concedió una oreja, siendo ovacionado al pasear el anillo. El toro fue aplaudido en el arrastre.
Se lució con su segundo con la capa. En la suerte de varas recibió el toro una puya en buen sitio, y un par y medio de banderillas. La faena de muleta fue brillantísima. Una gran estocada tumbó al toro patas arriba. Dos orejas, vuelta al redondel, saludos y aplausos al toro.
Justo Benítez de azul y oro. Estuvo muy valiente toda la tarde. Colocó banderillas en sus dos toros. Sufrió una cogida en su segundo, recibiendo un puntazo y fuerte golpe en el rostro.
En su primero, tras varias verónicas de buen corte, recibió el toro un puyazo y el matador colocó tres pares muy buenos que ovacionó el público. Inició la faena de muleta entre los tendidos 1 y 8. El toro, evidenciando mucha fuerza y codicia arrancó de cuajo un burladero dando un gran susto a un peón que en él se encontraba.
La faena de muleta fue porfiada. No colaborando demasiado el toro, con muy buen criterio se decidió a matar, y lo hizo con un pinchazo hondo que fue suficiente. Ovación, vuelta y saludos.
Recibió a su segundo con dos verónicas muy toreras, y en el tercio de varas, el toro recibió una puya. Colocó el diestro al compás de la música un par y medio de
banderillas. La faena de muleta la inició con un pase en redondo y otro de rodillas y al instrumentar uno de los muletazos el toro hizo por él derribándolo y sufriendo el diestro un puntazo y un fuerte golpe en el rostro. Valientemente se levantó y mermado de facultades prosiguió la faena acusando el dolor visiblemente y cojeando lo suyo. Pinchó tres veces con otras tantas metisacas doblando finalmente el toro al recibir una media. Aplausos, siendo también ovacionado el toro. El diestro pasó a la enfermería por su propio pie.
El nuevo matador de toros Juan Antonio Cobos, de rojo y oro, mostró maneras y llegó dispuesto a triunfar frente a los tarraconenses y también ante sus paisanos que le aplaudieron con gran entusiasmo. Acusó como es lógico la trascendencia del hecho de tomar la alternativa mostrándose nervioso pero también complacido de haber entrado en el escalafón de los matadores de toros. Es torero al que puede augurársele buen porvenir ya que es valiente, da la cara y se esfuerza por lograr lo mejor.
Fue jaleado en su primero en los lances de capa. Recibió el astado una puya recargada, un par y dos banderillas sueltas. Tras la ceremonia de la alternativa brindó al público, recibiendo al toro de rodillas. Tras un buen pase por alto pasó a continuar su tarea al centro del centro del anillo y al son de la música, se metió prácticamente en el terreno del toro. Un desarme seguido de un desplante, puso mucha voluntad y mató de una media siéndole concedida una oreja con vuelta al ruedo y saludos.
Bien de capa en su segundo y último de la tarde. Recibió el toro una puya y dos pares de banderillas. En la faena de muleta sufrió el torero un varetazo en la cara afortunadamente sin consecuencias. Tras varios intentos de cuajarle faena al toro que no dio para más, recibió un achuchón sin consecuencias. No tuvo suerte a la hora de matar. Despachó al animal con varios pinchazos, dos intentos y descabello. Silencio.
Justo Benítez fue asistido por el equipo del cirujano D. Rafael Tomás Garaulet, quien le apreció un
puntazo en la parte posterior del muslo derecho de pronóstico reservado.
José Luis Cuevas

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