Rafaelillo y Castella salen a hombros en la primera corrida de la feria de Murcia
Cortaron dos orejas cada uno en la corrida de Parladé
Rafaelillo y Sebastian Castella salieron a hombros en la primera corrida de la Feria de Murcia, que quedó en mano a mano por ausencia de Cayetano. Rafaelillo logró cortarle las orejas al quinto y Castella logró una oreja del cuarto y otra del sexto, compartiendo la salida a hombros. Ambos estuvieron por encima de la corrida de Parladé.
FICHA:
Se lidiaron toros de Parladé, bien presentados y de juego desigual. Destacaron primero, cuarto y sexto, aunque se vinieron abajo.
Rafaelillo, ovación tras aviso, silencio tras aviso y dos orejas.
Sebastián Castella, ovación, oreja y oreja.
COMENTARIO:
Rafaelillo recibió al primero de la tarde con dos largas cambiadas y buen toreo a la verónica, intercalando chicuelinas al final. Comenzó la faena con muletazos por alto a los que siguieron buenos remates por bajo. Rafaelillo templó y gustó en las series diestras, aprovechando la buena embestida del de Parladé por ese lado. Menos fluido resultó el toreo zurdo pero cuando volvió a la derecha dibujó muletazos más verticales y estéticos. Mal con la espada, perdió el triunfo y fue ovacionado.
Al segundo de su lote lo recibió a portagayola. El toro manifestó falta de fuerza y fue cuidado en el caballo. Rafaelillo comenzó la faena de rodillas y tuvo que administrar a un toro muy medido de fuerza. Lo hizo con talento pero sin conseguir que la plaza vibrara. Por eso echó mano de recursos como molinetes de rodillas ante un toro cada vez más apagado y deslucido. De nuevo falló con la espada.
El murciano calentó el ambiente con el capote en el quinto, en el recibo y en un quite. Brindó la faena al empresario Ángel Bernal y comenzó con las dos rodillas en tierra. Supo administrar bien la nobleza del de Parladé en una faena con buenos pasajes por ambos pitones hasta que el animal se acabó. Entonces él acortó distancias y se dio un serio arrimón, terminando con desplantes y otros alardes.
Sebastián Castella toreó a la verónica y galleó por chicuelinas con facilidad en el segundo de la tarde. Comenzó la faena con ayudados por alto y se encontró con un toro aplomadito que no prestaba emoción. El francés lo intentó sin resultado. Mató de buena estocada y fue ovacionado.
Castella estuvo muy dispuesto con el cuarto intentando alargar las embestidas del toro. El de Parladé no rompió y se puso cada vez más a la defensiva, desluciendo los intentos del torero que no tiró la toalla hasta apurar las embestidas en una labor de porfia y mérito. Mató de estocada y cortó una oreja.
El sexto no dejó lucir con el capote a Castella, que comenzó la faena de muleta con estatuarios tragando y aguantando mucho, seguidos de una buena serie con la derecha. Pronto se vino abajo el toro y Castella se mantuvo firme hasta sacarle todo el partido en una labor insistente y meritoria. Mató de estocada y dos descabellos.
FICHA:
Se lidiaron toros de Parladé, bien presentados y de juego desigual. Destacaron primero, cuarto y sexto, aunque se vinieron abajo.
Rafaelillo, ovación tras aviso, silencio tras aviso y dos orejas.
Sebastián Castella, ovación, oreja y oreja.
COMENTARIO:
Rafaelillo recibió al primero de la tarde con dos largas cambiadas y buen toreo a la verónica, intercalando chicuelinas al final. Comenzó la faena con muletazos por alto a los que siguieron buenos remates por bajo. Rafaelillo templó y gustó en las series diestras, aprovechando la buena embestida del de Parladé por ese lado. Menos fluido resultó el toreo zurdo pero cuando volvió a la derecha dibujó muletazos más verticales y estéticos. Mal con la espada, perdió el triunfo y fue ovacionado.
Al segundo de su lote lo recibió a portagayola. El toro manifestó falta de fuerza y fue cuidado en el caballo. Rafaelillo comenzó la faena de rodillas y tuvo que administrar a un toro muy medido de fuerza. Lo hizo con talento pero sin conseguir que la plaza vibrara. Por eso echó mano de recursos como molinetes de rodillas ante un toro cada vez más apagado y deslucido. De nuevo falló con la espada.
El murciano calentó el ambiente con el capote en el quinto, en el recibo y en un quite. Brindó la faena al empresario Ángel Bernal y comenzó con las dos rodillas en tierra. Supo administrar bien la nobleza del de Parladé en una faena con buenos pasajes por ambos pitones hasta que el animal se acabó. Entonces él acortó distancias y se dio un serio arrimón, terminando con desplantes y otros alardes.
Sebastián Castella toreó a la verónica y galleó por chicuelinas con facilidad en el segundo de la tarde. Comenzó la faena con ayudados por alto y se encontró con un toro aplomadito que no prestaba emoción. El francés lo intentó sin resultado. Mató de buena estocada y fue ovacionado.
Castella estuvo muy dispuesto con el cuarto intentando alargar las embestidas del toro. El de Parladé no rompió y se puso cada vez más a la defensiva, desluciendo los intentos del torero que no tiró la toalla hasta apurar las embestidas en una labor de porfia y mérito. Mató de estocada y cortó una oreja.
El sexto no dejó lucir con el capote a Castella, que comenzó la faena de muleta con estatuarios tragando y aguantando mucho, seguidos de una buena serie con la derecha. Pronto se vino abajo el toro y Castella se mantuvo firme hasta sacarle todo el partido en una labor insistente y meritoria. Mató de estocada y dos descabellos.
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