domingo, 22 de marzo de 2020

                              Córdoba en Mayo



Fotografías: José Luis Cuevas
Córdoba en Mayo, o Mayo Cordobés es el mes por excelencia en Córdoba, en la que las flores y la fiesta son los protagonistas en diversos rincones de la ciudad.
El calendario de fiestas es variable, dependiendo de en qué día de la semana sea el 1 de mayo, pero siempre siguiendo el mismo esquema: el primer fin de semana, Cruces; el segundo y tercero, Patios; y el tercero y cuarto, Feria. Si el 1 de mayo es a principios de semana, las fiestas comienzan el último fin de semana de abril con las cruces y la batalla de las flores. ; si es a finales, comenzarán el primer fin de semana de mayo con las cruces, y la batalla de las Flores tienen lugar el último fin de semana de abril. Durante estas fechas, se celebran también dos romerías: la de Santo Domingo, considerada como la antesala del Mayo Cordobés, y la de la Virgen de Linares. 




                                           Romería de Santo Domingo



Romería celebrada en el mes de abril al santuario de Scala Coeli, que en su camino pasa por las calles más céntricas de Córdoba: Avenida República Argentina, Concepción, Gondomar, Tendillas, Cruz Conde, Tejares, Colón, Pretorio para enfilar la caretera del Brillante
La comitiva compuesta por romeros, se dirige a la sierra cordobesa: andando, a caballo o en carretas e incluso en bicicleta y moto, aunque la mayoría en carrozas engalanadas movidas por tracción mecánica. A la llegada, se realiza una ofrenda floral por parte de la Real Hermandad del Santísimo Cristo y San Alvaro de Córdoba.
Esta Romería se celebraba tradicionalmente en el mes de marzo coincidiendo por la Cuaresma. La primera vez que hay constancia de realizarla en abril fue en el año 1964, aunque no coincida con la cuaresma. Desde 1973 se implantar de una forma fija en este mes, siendo el primer anuncio de las fiestas cordobesas de mayo. 

                           CARROZAS SE DIRIGUEN A LA ROMERIA

DE SANTO DOMINGO


Ofrenda floral ante el  monolito por los policías locales caídos en acto de servicio
Entrega de premios a las carrozas de las peñas participantes















                                                  La Batalla de las Flores
La batalla de las Flores es una cabalgata organizada por la asociación de peñas que trascurre por la Avenida de la Victoria. En ella, carrozas y público se lanzan claveles en una colorida batalla. La primera batalla documentada se celebró en 1915, y cabe destacar que en sus primeros años, la mayoría de participantes eran miembros de diversos regimientos militares.
Normalmente tiene lugar el último fin de semana de abril. En muchas ocasiones, coincide con el fin de semana que se celebran las Cruces de Mayo.
Desde hace algunos años, tras la batalla tiene lugar la Fiesta de la Primavera, una gala en la que la Cadena Dial presenta en concierto a diversos artistas, con barra y mesas para comer y beber.


ROMERÍA DE LINARES 




ABC, 07 / 05 / 07

Cordobesitas, a Linares

POR J. PRIETO
El primer domingo de mayo concentra camino de la Sierra la devoción a la Virgen «conquistadora» de Córdoba, Nuestra Señora la Purísima Concepción de Linares. La hermandad que le rinde culto partía a las ocho de la mañana de la Catedral, donde recibió la bendición de su consiliario, José Manrique, acompañada por decenas de romeros cuyo número se incrementó al llegar al Paseo de la Victoria. Allí se formó la comitiva de dieciocho carrozas engalanadas por las peñas y ocupadas por mujeres -y algún que otro varón- vestidas de gitana que entonaban sevillanas. Tras recorrer Ronda de los Tejares y las Ollerías, la comitiva, que encabezaban una treintena de caballistas y a la que seguían a pie el hermano mayor, Enrique Moreno, y el concejal de Fiestas del Ayuntamiento, Marcelino Ferrero, dejaba el tono gris del casco urbano por Agrupación Córdoba buscando el verde de los serranos paisajes naturales. Tardaría en encontrarlos. La mano constructora -quizá aquí podría decirse que destructora- del hombre alarga en la Carrera del Caballo desde hace unos años los metros en los que la romería discurre entre ladrillo y cemento. Afortunadamente, aún quedan algunos kilómetros de naturaleza hasta llegar al santuario. La Virgen podría bajar a Córdoba Es el último tramo el más bello de andar y contemplar entre la vegetación frondosa que escolta la carretera que lleva hasta el pequeño santuario. Después de tres horas de camino sobre la calzada con la «Cordobesita» de Ramón Medina sonando en cabeza llegaron al Puerto de la Salve.











Como dice otra canción, «a eso de media mañana» los romeros rezaban el Ángelus. Su destino estaba cerca. Minutos más tarde se dejaba escuchar la claridad del agua que bajaba con brío por el arroyo de Linares y las campanas de la espadaña del santuario anunciaban la llegada. Al contrario de lo que deseaba la hermandad, la imagen de la Virgen de Linares los esperaba en el altar de su ermita. Y es que los deseos de la junta de gobierno pasan por que la Virgen baje a Córdoba el domingo del triduo que se celebra el último fin de semana de abril, para permanecer en la Catedral y ser llevada por los romeros en una carroza hasta el santuario junto a las de las peñas. Así lo solicitaron por escrito al Cabildo Catedralicio, que les ha negado el permiso para hacerlo. No obstante, la hermandad confía en que a partir del año que viene la Virgen pueda bajar a la capital, como ya ha hecho en varias ocasiones a lo largo de la historia. Procesión el próximo domingo En las inmediaciones del santuario esperaban decenas de personas para ver las carrozas y continuar con sus peroles. Algunas de ellas asistieron a la misa rociera, cantada por el coro de la peña Ritmo y Compás, que pasadas las doce y media presidió Miguel Castillejo, pregonero de la romería este año. Castillejo habló en su homilía acerca de los orígenes de la tradición, que hay que buscar en 1236 cuando el rey Fernado III «el Santo» reconquista Córdoba trayendo consigo a la Virgen de Linares. Quiso recordar así los orígenes cristianos de la ciudad, a cuyos habitantes animó a no dejarse impregnar por el «laicismo militante y galopante» que va en contra de «la Virgen y de Cristo» y que «quiere arrancar cualquier significación religiosa». Aprovechando el «Amaos los unos a los otros» del evangelio de ayer, recordó la necesidad de que exista amor en «nuestra querida patria tan dividida y crispada, que no se debe disgregar bajo ningún concepto después de lo que ha costado forjarla». Tras la Eucaristía, los asistentes degustaron «huevos duros» que algunos aclaraban que «comenzaron a comerse aquí y luego lo copiaron en la otra romería». El próximo domingo, muchos de ellos volverán a subir al santuario para sacar a la Virgen en procesión.


                                         Cruces de Mayo



Las Cruces de Mayo es una fiesta popular en la que diversos colectivos construyen una cruz de flores decorada con macetas y otros elementos en las plazas de la ciudad.Las Cruces que concursan suelen instalar una barra para la venta de comida y bebida, y música para animar la fiesta.
Aunque tradicionalmente se instalaban en el casco histórico (en la Cuesta del Bailío) o en la plaza de los Condes de Priego), cada año se instalan más cruces en otros barrios, como Ciudad Jardín o Cañero
La fecha de celebración es variable, el fin de semana más próximo al 1 de mayo, pudiendo ser el último fin de semana de abril o el primero de mayo. En 2012, el concurso se celebró entre del 30 de abril a la madrugada del 3 de mayo. El mal tiempo y el puente ha hecho que el ayuntamiento conceda, de manera excepcional, permiso para ampliar su celebración más allá del día 1, en que debían terminar. 










                                       Patios de Córdoba



Festival de los Patios de Córdoba
Se trata de un festival o concurso en el que se premia el patio más bonito, en varias modalidades (arquitectura antigua y moderna). Los participantes abren sus patios patios para la visita dentro del horario establecido para tal fin. Desde hace algunos años, los patios se identifican con dos macetones que flanquean las entradas. Diversos monumentos, como el Palacio de Viana abren también sus puertas, para la visita gratuita de sus patios, si bien estos no concursan.
La fecha es variable. Dependiendo del 1 de mayo, puede ser entre el primer y segundo fin de semana de mayo o el segundo y el tercero. Se complementa la fiesta con una especie de verbena durante ambos fines de semana en el Barrio de San Basilio. En 2012, el festival se celebra del 4 al 13 de mayo




















En origen, la Feria de Nuestra Señora de la Salud, como se denomina la conocida Feria de Mayo cordobesa, era una de las dos ferias ganaderas que se establecieron en la ciudad por privilegio real en 1238, un par de años después de la Reconquista de la ciudad.
Dos siglos después, en 1422, los Reyes Católicos fijan la primera de ellas en el mes de mayo y para darnos una idea de la antigüedad de esta feria… Granada aún era musulmana.
Tan sólo ferias como la del Caballo en Jeréz de 1481 o la de Mairena del Alcor de 1441, serán las que le sigan en antigüedad, pues ni siquiera la Feria de Abril de Sevilla se estableció hasta 1847.
Como ya habíamos adelantado, la Feria de Nuestra Señora de la Salud o Feria de Mayo, tenía un carácter ganadero que se mantuvo hasta el siglo XX. Las mañanas se ocupaban en los acuerdos mercantiles y las tardes y noches al jolgorio y la fiesta en las casetas de lona adaptadas para eso. En principio los días no eran fijos y cada año variaban las fechas aunque siempre dentro del mes de mayo, pero en 1890 se determinó fijarla en la última semana del mes.
Su celebración ha sido ininterrumpida, pues incluso durante la Guerra Civil Española, la feria ganadera se mantuvo aunque sin la parte festiva de la misma que se recuperó en 1939.
La denominación oficial de la feria, se debió a un episodio milagroso que tuvo lugar en 1665, cuando unos labriegos encontraron en el interior de un pozo una estatua de La Virgen, asegurando desde entonces que aquellas aguas tenían la capacidad de sanar a los enfermos. De ahí el nombre de Feria de Nuestra Señora de la Salud.
La ubicación del recinto ferial ha ido variando con los siglos. En origen se situó cerca de la Puerta de Sevilla, donde aquellos hombres encontraron la pequeña virgencita, pero desde inicios del siglo XIX y hasta el 1994 la feria quedó instalada en los Jardines del Duque de Rivas, conocidos popularmente como Los Jardines de la Victoria, con excepción de algún año que por falta de espacio trató de trasladarse sin éxito.
El incremento del número de las casetas, de asistentes y la instalación de atracciones cada vez más grandes, conocidas popularmente como “cacharritos”, en la avenida céntrica de la ciudad, forzó el traslado definitivo en 1994 al Arenal, zona diáfana en la ribera del Guadalquivir.
De aquel largo siglo y pico en los Jardines del Duque de Rivas, ha quedado la que fuera la Caseta del Círculo de la Amistad de estilo modernista, levantada con carácter permanente en hierro forjado para la estructura y zinc para la cubierta. Tras el traslado de la feria al actual emplazamiento, aquella caseta propiedad desde su origen del Ayuntamiento de Córdoba, fue rehabilitada y se convirtió en pabellón para distintos eventos culturales, hasta que en 2013 se reinauguró como Mercado gastronómico de la Victoria.
Ésta era una de las pocas casetas de acceso privado de la feria, pues una de los rasgos que por el momento se mantiene es el carácter abierto y público de nuestra feria.
Córdoba acoge a propios y extraños en su semana grande. La feria se vive dentro y fuera de las casetas, en el amplio espacio en forma de abanico o peineta que conforma el recinto ferial. Se vive en el Paseo de Caballos, donde hombres y mujeres ataviados con el tradicional traje “corto” y de “cordobesa” montan sus jacas engalanadas, luciéndolas a paso elegante… Se vive en la Calle del Infierno, entre “cacharritos”, tómbolas y su ensordecedor ruido… Se vive en las calles donde en mitad de la “bulla” o gentío, uno puede encontrarse con amigos que no ve desde hace tiempo… Y por supuesto, se vive en las casetas de cada asociación vecinal o cultural, de cada peña, de cada hermandad en las que el calor se mitiga regando el albero del suelo, con el aire de los abanicos y los volantes de los trajes al bailar sevillanas, con los traguitos de fino y por suerte ¡con los aires acondicionados o aspersores de agua que cada día más casetas suman en sus instalaciones!
Como toda gran fiesta que acaba con una traca final de fuegos artificiales, el mayo cordobés concluye con su Feria, reina de las celebraciones que tienen lugar en los 31 días del mes.


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