EL LEGADO DE UN MAESTRO
“Finito de Córdoba”
Dicen las enciclopedias del toreo: que fue Francisco Montes “Paquiro", uno de los más afamados exponentes de la escuela rondeña quién, al mismo tiempo que establecía un código inviolable, abría de par en par las puertas de la imaginación, a la personalidad y a la libre interpretación del toreo. Uno de los que se han atrevido cruzar el umbral de esas puertas imaginarias, que predijo Montes, sin duda, ha sido el fino y elegante torero, Juan Serrano Pineda “Finito de Córdoba".
Los que saben de esto dicen: que hay toreros de ¡Ole! y toreros de ¡Olé!. Por ello el toreo puro de “Finito de Córdoba" lleva por compañía una cascada de ¡Oles! paso a paso y pase a pase que concluye, con un ¡Olé! rotundo cuando el torero de Córdoba firma cada uno de los tramos de sus faenas. Eso se llama hacer las suertes bien y que parezcan fáciles.
Pese haber nacido en Sabadell (Barcelona) el 6 de octubre de 1971, Juan Serrano Pineda, se considera cordobés, por raíces y sentimiento, (toda la familia de sus padres son cordobeses) emigrados a Sabadell, por problemas de trabajo.
Tenía la edad de 14 años, cuando abandona la ciudad lanera para establecerse con sus padres, en el “Arrecife", distrito perteneciente al municipio de La Carlota (Córdoba).
La ilusión de aquel niño era llegar, algún día, a ser torero. En vela pasaba las noches, recordando los pases que había visto dar a sus toreros preferidos. Una vez cumplidos los 15 años toma la decisión de no ir más al instituto y en presencia de su madre y sin haberlo consultado antes con el resto de la familia, rompe la matrícula. Acto seguido se va a trabajar con su padre a la construcción. El salario que percibe lo va guardando su progenitor por si hay que comprarle al niño un capote o viajar a las ganaderías.
Maduros sus conceptos, con 17 años debuta sin caballos en Santiponce (Sevilla), el 27 de junio de 1987, le acompañan en su primer paseíllo Luís de Paulova y Pallí. Para presenciar la actuación del joven novillero, se dieron cita en el pueblo sevillano un puñado de cientos de aficionados cordobeses que a su regreso contaron “vida y milagros", del incipiente torerillo. Su primera novillada con los montados, se produjo en Marbella (Málaga), el 25 de marzo del 1990. Completando la terna “Espartaco Chico" y Pepe Luís Martín con utreros de Salvador Domecq.
El 23 de septiembre del mismo año (1990), hace su debut en Las Ventas del Espíritu Santo (Madrid), en novillada picada, formando terna con Luís de Paulova y Cristo González y novillos de Jandilla. De la parte artística de aquella tarde, no hay mucho que reseñar. Solo nos queda en el recuerdo el “ramillete” de verónicas, con las que saludó a su segundo novillo, ganándole el terreno, palmo a palmo, para rematar junto a la boca de riego con dos medias antológicas, una por cada lado, metiendo la cadera con mucha verdad y pureza que, a los más de cinco mil cordobeses allí presentes, nos llenó de gran satisfacción y orgullo.
De ese día habría que contar también dos cosas: la primera, que el Club taurino “Finito de Córdoba" y su Tauromaquia tuvo el acierto de fletar un AVE, exclusivamente, para los socios y simpatizantes del joven novillero que no querían perderse tan magno acontecimiento. La segunda: una satisfacción personal que, a modo de anécdota, no me resisto a contar. Esa tarde yo ocupaba una localidad de tendido alto a prudencial distancia del palco Regio de la plaza, acompañado de mi familia. Los clarines tocaron a muerte y creo que fue Juan, no lo puedo asegurar, quien se descubre ante la madre del Rey que ocupaba dicho palco y le brinda la muerte del novillo. Aquél torero, tras una corta dedicatoria le arroja su montera y naturalmente ésta no llega a su destino. La montera va de unas manos a otras y toda la plaza pendiente de que alguien con un lanzamiento eficaz concluya de una vez con aquél espectáculo. Nadie lo logra. Pero la diosa fortuna quiso que en una de aquellas veces, la montera, cayera en mis manos que, de perfecto lanzamiento logro hacer llegar al palco, tan preciado aditamento torero, donde la madre del Rey la recibe y la acuna entre sus brazos y pecho. Ni que decir tiene que el público reaccionó rápidamente con un ¡Ole! y con una fuerte ovación. ¡Perdonen!… pero tenía que contarlo.
Al siguiente año en la feria de Córdoba, Juan Serrano, se doctora en tauromaquia el día 23 de mayo del 1991, teniendo como padrino al Sanluqueño Paco Ojeda y de testigo el torero de Ginés (Sevilla), Fernando Cepeda. Los toros fueron de la ganadería Torrestrella.
“Finito de Córdoba" ya es matador de toros, en el sentido estricto de la palabra. Un torero de Córdoba, hecho en Córdoba y que posee una de las técnicas más depuradas para realizar el toreo bueno, el de verdad. En muy pocos toreros como “Finito” el fondo del hombre ha sido la forma del torero. En muy pocos toreros como en él ha servido su transparente estado de ánimo de forma tan clara, en la manera de estar en la plaza y hasta en la forma de ejecutar las suertes. Cuando él se encuentra a gusto con un toro, práctica el toreo con hondo asentamiento sobre sus riñones. A veces, forzando excesivamente la cintura. Entonces surge el toreo natural largo, templado, cruzado en el cite para luego, colocado al hilo del pitón facilitar la ligazón. Los toques suaves, las verónicas personales con la suerte muy cargada, la pierna de salida adelantada en la que apoya todo el peso de la ejecución.
Una de las faenas más recordadas de Juan Serrano y que ha quedado para siempre en la retina de cuantos estuvimos en la plaza aquella tarde, fue la corrida celebrada el día 28 de mayo de 1994 en el coso Califal, donde indultó su primer toro de nombre “Tabernero" del ganadero Gabriel Rojas.
Ese año fue el primero en que “Finito" alcanza la plenitud en su carrera. Después llegaron temporadas que sirvieron para que el torero de “El Arrecife" consolidara su maestría y su clasicismo, sobre el que se asienta la tauromaquia que predica. En el 2004 fecha histórica, en el coso de Los Califas en corrida de 6 toros de Domingo Hernández , como único espada “El Fino “ indulta al toro “Bondadoso” tras rotunda faena.
Larga pues es la lista en la que el torero de “El Arrecife" ha continuado perdonando las vidas de los animales que, por bravura y nobleza fueron merecedores de ese indulto. Ahí quedarán para la historia: Aturdido, Culito, Organillero, Furtivo, Bullicioso, Barboso…Así hasta llegar a contar más de 30 toros. Es curioso que siendo torero de culto, para muchos aficionados, y con una legión de partidarios, fieles incondicionales que les han seguido y le siguen, de plaza en plaza año tras año, no llegamos a comprender aún como este pedazo de torero, pleno de recursos, se encuentre en paro forzoso. Creemos que las empresas no han sido justas con él, al menos, en estos años de atrás, no teniéndole el respeto que el torero de Córdoba ha merecido y merece. Ese rancio egoísmo de los empresarios ha hecho que “Finito" no pudiera continuar expresándose ante el toro como él solo sabe y quiere. Parece como si le hubiera mirado un tuerto, mientras otros toreros que no han dicho absolutamente nada en el toreo, torearon en este tiempo mucho más que él…
Ante tan incómoda situación hubo un momento que el torero de Córdoba trató de defenderse y habló claro y de manera tajante: “No soy ambicioso. Solo quiero que me traten con respeto. El día que no me vea capaz con el toro bueno, ese día tendré que plantearme dejarlo"…
Juan Serrano es torero de toreros y para que nos entiendan, el mejor que arrastra la muleta con la mano zurda. Por lo que no hay derecho que lleve dos años consecutivos sin torear habiéndoselo “currao” en la plaza. En el 2019 fue el que mejor toreo realizó de todos sus compañeros, y fue también el año que menos corridas lidió, (Ahí están los testimonios de las Fallas de Valencia, -como lo prueban la fotos que acompañan este comentario-, ya que entró en el cartel sustituyendo al extremeño Emilio Justo. De igual manera pasó en la Feria de la Magdalena (Castellón) que también suplió al diestro valenciano Enrique Ponce. Ese día destapó el tarro de las esencias del toreo grande, del toreo bueno. “El Fino" como le llaman muchos, ha demostrado que es esencia pura del toreo y no merece de ninguna de las maneras ese trato tan discriminatorio. Es tanto su magisterio que deberían aprovecharlo hasta los que presumen de ser figuras. Sino que pregunten en Sevilla, el lío que formó también ese mismo año con una soberana actuación rezumando torería por todos los poros de su cuerpo. Con ese empaque tan suyo, los limpios remates y adornos como final de cada tanda con la muleta cogida de revés por la parte del pincho y no por la del cáncamo, que bastó solo con eso para que el público, puesto en pie, premiara al torero cordobés con una fortísima y larga ovación. No en vano hubo un crítico que supo valorar el fino y elegante toreo del maestro “Finito”, el desaparecido crítico taurino del diario ABC Vicente Zabala Portolés que, creó que fue alguien en esto, después de verle torear varias tardes escribió: “Finito es un torero de cabeza despejada, las muñecas sueltas y la cintura de mimbre".
Este legado tan suyo está ahí presente, y en cada tarde de corrida, son muchos los jóvenes toreros los que en su espejo tratan de mirarse…por algo será.
Quién esto firma, enamorado de su arte, escribió en el año 1991 una partitura dedicada al maestro Juan Serrano Pineda, que fue estrenada el 27 de mayo del mismo año fecha de su alternativa y cuya letra la doy a conocer para quién lo ignore:
Título.- FINITO DE CÓRDOBA.-
Primera letra.-
Tiene mi Córdoba un torero / un gran torero de cartel / así lo proclama el mundo entero / nadie torea como él. Tiene un capote de ensueño / y con la muleta / torea que un primor / eres “Finito” el más grande / por tu estilo inigualable / valentía y pundonor.
ESTRIBILLO
Juan Serrano “Finito de Córdoba” / tu nombre será grabado / en el libro de la Historia. Juan Serrano “Finito de Córdoba”/ por tu arte soberano / vas camino de la Gloria. Juan Serrano “Finito de Córdoba / por tu gallardía, destreza y valor / Juan Serrano torero de Córdoba / a ti te aclama toda la afición.
Segunda letra.-
Con los pies “clavaos" en la arena / el cuerpo erguido como un clavel/ comienza el torero la faena / en medio del redondel. Quiebra el aire un pasodoble / mientras en los “tendíos"/ se desata la pasión / por tu enorme poderío / a ti te grita el gentío / !eres el mejor matador!
ESTRIBILLO y final.
ESTRIBILLO y final.
En definitiva, el aficionado de Córdoba espera con ansiedad que el problema de la pandemia que nos ha traído el dichoso “coronavirus" o Covid19, se resuelva bien de una vez por todas, que el año que viene haya muchas corridas de toros y, que los empresarios cuenten más con este torero, para que como digo, pueda volver a confirmar lo buen torero que es y nosotros, los aficionados, podamos disfrutar de todo el toreo que lleva dentro.
Antonio Rodríguez Salido. –
Compositor y letrista.-
Escalera del Éxito 176.-
MONTAJE, EDITOR Y FOTOGRAFIA
JOSE LUIS CUEVAS
OTRAS FOTOS DE JUAN SERRANO PINEDA
"FINITO DE CORDOBA"
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