sábado, 2 de octubre de 2021

 MORANTE REVIENTA “LA MAESTRANZA”

FERIA DE SAN MIGUEL.-



Novena corrida del abono.-

Toros de Juan Pedro Domecq- Parladé.

Bien presentados y de buen juego.

JOSÉ MORANTE DE LA PUEBLA.- (Fusia y azabache)

JUAN ORTEGA  (Grosella y azabache)

ANDRÉS ROCA REY (Azul marino y Oro)



 Fotografías Arjona

Puntillito”.- Toro que sale abanto y Morante se luce en una serie de verónicas majestuosas jaleadas por el público, cerradas con media que se ovaciona. El toro a la salida del primer puyazo se cae y el presidente ante la protesta del público saca el pañuelo verde. Sobrero  de Jiménez se llama  “Noctámbulo”.-  Echa las manos por delante en el capote de Morante previo costalazo el toro va al caballo rebrincado y  frenándose en los capotes de los subalternos.



Se cambia el tercio y banderillea el Lili y Sánchez Araujo. Morante lo recibe pegado al estribo con pases por alto de bella factura sacándoselo afuera de la segunda raya y rematando con un soberbio pase de pecho. Muleta en la mano derecha y el toro entra dando saltitos,  topando con la muleta del torero, Morante lo prueba con la mano izquierda en serie larga y ajustada que el público jalea y ovaciona. Morante sigue con la misma mano y ante las dificultades del animal,  decide no hacer faena. Coge la espada y señala un pinchazo, seguido de media estocada echándose a fuera.



“Guiñol”.- Se llama el segundo toro de la tarde. Juan Ortega lo saluda  con varios lances de capote, el toro se va  suelto. Ortega lo prueba de nuevo con el capote en el quite  y el toro obedece, va mas derecho al caballo y  toma la segunda vara. Roca Rey quita por chicuelinas muy ajustadas entre los olés del respetable y rematadas con revolera muy airosa. El público ovaciona al torero.  Con muleta y la espada en la mano se va al toro para  iniciar la faena por el lado derecho que remata con una trinchera portentosa.



Con mucha enjundia torera continúa por el mismo lado y administra una serie antológica rematada con un bello pase de pecho lentísimo de pitón a hombrera. Con la muleta en la izquierda Ortega se cruza y torea por naturales de manera magnífica entre los olés del público. Remata con un cambio de mano pa’ santiguarse. Juan Ortega realiza un toreo muy sevillano, que gusta muchísimo a los espectadores con mucho temple y hondura. Suena el pasodoble. Derechazos lentísimos entre los pitones del toro. Con una elegancia extrema Ortega  construye una faena grandiosa con la mano derecha. Anotamos un precioso cambio de mano seguido de una trinchera de cartel de toros que remata con un ajustado pase de pecho. Ortega se distancia y con la pierna genuflexa torea por bajo  para  cerrar al animal entre las dos rayas. Faena de torero grande con mucha naturalidad con mucha fibra y sentimiento. Se perfila en la suerte natural, entra y pincha. Vuelve a montar la espada y derecho como una vela la entierra en el morrillo del animal, el toro dobla y se levanta para volver a caer sin puntilla. Gran ovación.



“Jarreón”.- Negro zaino. Roca Rey le saluda con lances a media altura, el toro echa las manos por delante. Lo lleva al caballo en lances andándole para atrás. El toro tiene poca fijeza en el caballo y sale suelto en la primera vara y en la segunda al sentirse el hierro se va del caballo. Gran par de banderillas. De rodillas inicia la faena el diestro peruano, en una serie  muletazos fantásticos qué pone al público de pie. Sus comienzos de muleta con la mano derecha llama a ser de una grandiosidad sin límites, torea en redondo con muletazos magníficos para finalizar con un ajustadísimo pase de pecho. Continúa por el pitón derecho y da otra serie otro monumental rematada con otro grandioso pase de pecho que el público ovaciona largamente. El toro es un gran toro, y los naturales del torero limeño son de igual categoría que el toreo con la mano derecha por lo que el público puesto en pie le ovaciona. Roca Rey  torea con muchísima firmeza. Se echa la muleta a la izquierda y justo de frente administra tres naturales fantásticos. Continúa por el pitón izquierdo toreando al natural y ayudándose con la espada. Da un derechazo muy lento y en una faena muy cercana se mete entre  los pitones con pases en redondos invertidos. Con la espada mata a la primera de perfecta estocada  de la que cae  el toro  sin puntilla.  El público le premia con  una fuerte ovación.  



Al toro colorado cuarto de Morante lo saluda de rodillas con unos capotazos a la hombrera, una especie de tijerillas. Ya de pie  continúa  lanceando a la verónica de manera fabulosa que remata con media extraordinaria cayendo el toro al suelo. La plaza puesta en pie le premia a este pedazo torero con una larga ovación.  ¡Qué manera de torear de capote!, cómo embarca los toros. Coge el capote al revés y da una serie de tijerillas que pone al público loco gritando ¡olé olé olé… Quita por verónicas majestuosas con media sensacional. El público se vuelve loco total aplaudiendo. ¡La Maestranza está llorando! El toro tiene poca fuerza pero tiene que tomar otro puyazo. El Lili lo saca con prontitud y Juan Ortega quita con dos verónicas rematadas con media de mucho gusto. Se cierra el tercio de banderillas con tres buenos pares.



     Morante inicia la faena con ayudados por alto rematados con el forzado de pecho. José Antonio saca al toro a los medios para torearlo con la mano derecha en serie de buenos muletazos cargando la suerte, cerrando la serie con el forzado de pecho. Con un soberbio cambio de mano por la espalda inicia la faena al natural. El toro dobla las manos. Morante continúa toreando con la zocata en series cortas.  Administra naturales de uno en uno. El torero de la Puebla  torea maravillosamente bien.  Pega naturales buenísimos y remata mejor.  Morante continua toreando con la diestra mano  llevando al toro con  tremenda lentitud y rematando con muchísimo arte. Toma distancia y lo cita con la muleta escondida detrás de él para luego sacarla y ponérsela en el hocico  tirar del toro en naturales de locura. El público  jalea con estruendo cada muletazo que dá el maestro. El toro parece ya quedado y Morante se pega un arrimón, sacando muletazos de muchísima calidad. El torero está ausente, como flotando, ante un público tremendamente  emocionado. La música no para de tocar, el torero se gira y la manda a callar (como respuesta de lo ocurrido a él la pasada corrida  durante una faena redonda, le pararon la música en seco), gritándoles… ¡corten! ¡corten!... Y, Morante continúa  toreando totalmente desbordado, roto, por la emoción. Y sigue… y sigue… pegando  naturales bellísimos… ¡señores! Qué barbaridad, ahora torea de frente a pies juntos por  naturales  largos, fantásticos, llevando al toro atrás de la cadera. El de la Puebla está borracho, beodo de torear y está tan entregado  que el toro le mete el pitón derecho entre la taleguilla, lo eleva, lo manda al suelo y allí lo pisotea. ¡Milagro! Sale ileso.  La gente ya no aplaude… grita… el torero una vez que lo revisan y ven que no está herido, pide la espada. ¡Dios mío! cómo  ha torea este hombre hoy en Sevilla. Con qué temple… Con qué arte…



    Monta la espada y derecho como velas receta un estoconazo hasta las cintas. Así se matan los toros, sin puntilla. Faena intensa, arrebatadora. En los tendidos la gente con lágrimas en sus ojos agitan sus  pañuelos y las dos orejas, al esportón de un torero grandioso que hoy ha toreado en la Maestranza de su Sevilla,  como los propios ángeles. Morante por fin ha explotado en Sevilla. Pero, el rabo para cuando….



Ortega, al quinto  lo torea muy bien con el capote  en unas bellísimas y elegantes verónicas que público aplaude, cierra la serie con media sensacional, Corren los tercios y con muleta en la mano izquierda Ortega inicia su faena a un toro que aunque mete bien la cara tardea en la embestida, y aunque el trianero insiste en crear faena, el animal no le ayuda en nada, está cada vez más aplomado.



Ortega intenta torear y vuelve otra vez a la mano izquierda, y le saca algunos naturales sueltos de bella factura en uno de ellos pierde la muleta. Ortega se queda sin toro y se va a por la espada.  Mata de una entera oyendo aplausos .



 Al sexto y último toro de la tarde, los recibe Roca Rey con un toreo alegre de capote entre tijerillas, tafalleras, larga cambiada con la dos rodillas en tierra, rematando ya de pie, con media verónica que el público agradece. Roca Rey se echa la muleta a la mano  derecha para torear en redondos llevando al cornúpeta con mucho temple desde su primer muletazo. Le sigue una serie larga rematada por arriba, para  pasar a torear con la mano izquierda. Roca Rey se muestra porfión por el pitón izquierdo,  pero el toro ya no regala más embestidas y ante esa postura,  Roca Rey opta por el arrimón. En una primera entrada picha doblando la espada. Monta de nuevo el estoque y lo entierra en la anatomía de su colaborador.

Hoy, era la tarde de Morante. Hoy, ha entrado en Sevilla. Hoy, es cuando se sabe torero de Sevilla. Hoy, tenía que haberle abierto la Puerta del Príncipe su Sevilla. Hoy la Maestranza de Sevilla a llorado…con su torero.

 

Antonio Rodríguez Salido. –

Compositor y letrista. –

Escalera del Éxito 176.-


José Luis Cuevas

Montaje y Editor

Escalera del Éxito 254.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario