martes, 9 de noviembre de 2021

 Siempre  grande “Garbancito



El titular que encabeza este artículo corresponde al último verso del poema que le dediqué a Juan Antonio Cobos Carreras “El Garbanzo”, con motivo del libro titulado “Más corazón que cuerpo”, en el que relaté su biografía torera, en 2006, con el patrocinio del Ilustre Ayuntamiento de Almodóvar del Río, su pueblo natal.



Lo elegí porque, dicho verso, por sí solo, deja patente una verdad como un templo sobre este torero:

[…] Pero amigo, ya la historia dejó escrito,

que tú nombre, tan unido a tu estatura,

siempre será grande “Garbancito”.



Maestro en tauromaquia desde el 12 de agosto de 1979, fecha en la que Francisco Ruiz Miguel le cediera el toro “Pacheco”, de la vacada cordobesa de don Francisco Martínez Benavides, y testificada por Justo Benítez, en Tarragona.

Y es que, así ha sido, es y será “El garban”, como le llamábamos entre los aficionados en sus comienzos. Grande fue aquella tarde del 27 de mayo de 1974, en el coso de “Los Califas”; su presentación con picadores en Córdoba. Al verlo el corresponsal para Diario Córdoba, “José Luis de Córdoba”, vestido con un viejo y desteñido traje heliotropo y plata, le dijo – ¡mal te han vestido, muchacho!- “Garbanzo” contestó: ¡bueno…! lo importante es que esta tarde le voy a cortar las orejas a mis novillos. Y -¡lo cumplió!- señaló el veterano periodista en su crónica titulada: “Más corazón que cuerpo”. Después de desorejar a sus dos novillos, cruzó la Puerta grande del coso Califal, triunfo que le abrió las puertas de todo el orbe taurino.



Luego, pasados los años, cuando le escribí a “José Luis de Córdoba” diciéndole que también en honor a él, quería que mi libro llevase el título de aquella crónica, me contestó con una cariñosa carta, agradeciéndome el detalle y con su rúbrica en color púrpura, el color que utilizaban los emperadores romanos para firmar sus escritos más relevantes.

Lo apoderó Manuel Benítez “El Cordobés”, quien siempre le demostró gran cariño, hasta el punto que, cuando “Garbanzo”, enfermo de Cáncer y cargado de hijos sobrevivía a una mala racha, toreó para él un festival benéfico, con el que superó su gran crisis económica. En la presentación del cartel de aquel festival, el V Califa, abrazando a “Garbanzo”, dijo:

[…]Aquí estamos hoy para echarle una mano a un compañero que también se jugó la vida muchas tardes, pero que no tuvo la suerte que yo, porque yo no es que tuviera suerte, a mí es que me cogió Dios en brazos…

El gran empresario don Pedro Balañá tenía pasión por él. Fueron muchas las veces que el popular empresario taurino lo invitó a almorzar y a cenar a su casa, lo que prueba el cariño que le tuvo. Le llamaba “Cigró” (Garbanzo en catalán). Un día, en el callejón de la plaza de Barcelona, Balañá atendía una llamada telefónica. “Garbanzo” es alzado a hombros y, Balañá, visiblemente emocionado, dijo a quién le interpelaba, llámame más tarde que Cigró va a salir por la puerta grande. Y es que, “Garbanzo”, siempre simpático y ocurrente, se gana el cariño de la buena gente que le rodea.

Su afición desmedida y su espíritu luchador han sido el acicate para superar las tres extremaunciones a las que le llevó su pundonor en los ruedos, y las cinco operaciones -a vida o muerte- que ha sufrido en los últimos años. La más reciente hace unos meses.




Juan Montero

Juan Montero, valiente novillero y compañero de cartel de “Garbanzo” bastantes tardes, en la reciente manifestación que tuvo lugar en la localidad iliturgitana “Écija quiere Toros”, me comentaba:



Domingo…, a ver si entre los dos le podemos quitar de la cabeza lo de querer torear un novillo. ¡Es una locura...! Si no está restablecido de la última operación…

Pero “Garbanzo” es así, de afición desmedida. Por eso, hoy, 7 de noviembre de 2021, cumplió su empeño: homenajear a su familia y amigos como a él le gusta, toreando y, sobre todo, para demostrarse a sí mismo que sigue siendo capaz y para seguir sintiéndose torero ante las reses.





Preciosa finca de don José Fernández, en Fuente de la Higuera (cercana a Palma del Río),


En la preciosa finca de don José Fernández, en Fuente de la Higuera (cercana a Palma del Río), se ha encerrado con un novillo de don Álvaro Martínez Conradi. El novillo le ayudó muy poco. Cuando terminó me dijo: Tengo una rabia por dentro…

Contuvo las lágrimas. Yo sé que lloró por dentro. Tengo que torear otro que me salga bueno y estar como a mí me gusta -continuó-. Él no está conforme, porque sigue siendo, como siempre, exigente consigo mismo, como los grandes toreros.







La velada fue muy emotiva. Durante la lidia, fue volteado un par de veces por el novillo que se vencía y lo buscaba por ambos lados. Puso banderillas. Fue auxiliado por su hijo Juan (exnovillero), que también colocó un gran par; por su compañero muchas tardes, Juan Montero, y por el joven Óscar Salcedo, que demostró una vez más que quiere ser torero, arrancándole al novillo varios muletazos con calidad, después de recibir varios acuchones y sufrir también una voltereta. Y, por si acaso, a Manuel Guerrero “Manu”, también alumno de la Escuela Taurina del Círculo Taurino de Córdoba, empujado por la afición, lo vimos echar mano de un capote, animado por su amigo Froilán Ponce de León, pero el novillo no dio para más.



Juan Antonio García “El Califa”, como siempre, dispuesto y servicial, ayudó en la preparación de las telas y demás trebejos.





Además de familiares y amigos, le acompañaron numerosos profesionales de distintos ámbitos, entre ellos: Fernando Sacromonte y Antonio Sánchez “El Conde”, que también echó una mano con el capote.

Con caldos de la tierra como refrigerio, delicias culinarias y un rico potaje con el toque magistral de la esposa de don José Fernández y Tita María, entonamos el cuerpo, pues el día estuvo fresco.










No faltó el cante grande de Rafael Puerto, Rafael Almazán, Tita María y Tito Nicolás, con las guitarras de Manuel de Palma y Gabriel Serván “Tito Gabi”, cuyas respectivas esposas, interpretaron varios cantes llenos de expresividad y sabiduría.

Las cámaras de “Ladis”, José Luis Cuevas y Alfonso Navarro “Navarrito”, hicieron memoria gráfica del entrañable acto.

Una fiesta campera memorable, en la que pudimos disfrutar de momentos muy emotivos junto a “Garbanzo”, a su extensa familia y demás amigos. Con nuestra compañía y el calor del cariño, demostramos a “Garbanzo” que sigue siempre en nuestro corazón como buen torero y mejor persona. ¡Ánimo, MAESTRO!

Domingo Echevarría


Jose Luis Cuevas 

Montaje Editor y Fotografias 

Escalera del Exito 254.-

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