Manuel Quintana sale a hombros junto a sus
compañeros en Arroyomolinos de León.
Éxito
clamoroso de los cinco novilleros actuantes en la novillada sin caballos
celebrada en Arroyomolinos de León, en la provincia de Huelva.
Mariscal Ruiz, de Mairena del Aljarafe, demostró un sobrado oficio, a quien le auguramos un no muy lejano debut con los del castoreño. Volvió a compartir tercio de banderillas junto a Pedro Herrera cerrando con un arriesgado par citando desde una silla. En el trasteo muleteril volvió a demostrar lo suelto que anda y estructuró una faena con buenas tandas por ambos pitones. Rubricó con dos tandas que calaron en el público, una de derechazos de rodillas y otra de manoletinas. Con una buena estocada de ejecución y de colocación puso final a su actuación. Dos orejas y rabo para el sevillano.
Manuel Quintana lanceó con gusto al que cerraba plaza, un animal con un poco más de presencia que sus hermanos lidiados anteriormente. Quintana construyó una faena que fue de menos a más, obteniendo la mayor conexión con el público al salir de una voltereta y ya despojado de la chaquetilla instrumentarle las mejores tandas de su trasteo a un animal que mostró ciertas complicaciones pero que el joven novillero solventó cuando hizo el mejor toreo por abajo sometiendo al animal. Tras un pinchazo dejó media estocada tendida y otra entera se le pidieron y le concedieron las dos orejas.
Salida a hombros por la puerta grande de todos los novilleros así como el ganadero.
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