San Agustín en Toro: Marco Pérez triunfa, pero el toreo lo hizo Manuel Román
FUENTE EL ESPAÑOL
Seis novillos, a la medida, para Jarocho, Manuel Román y Marco Pérez, saliendo a hombros los dos últimos y Marco con rabo
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Pincharon los tres novilleros en la suerte de matar, salvo el salmantino en el sexto, con una media certera. De lo contrario, no habría orejas en Toro para pasear los novilleros, porque el Palco claro que estuvo condescendiente, y aún y así, siete orejas y un rabo. A decir pronto, señor presidente. Ante esa extensa suma de trofeos, Marco Pérez y Manuel Román salieron en hombros.
Varias lecturas de la estupenda tarde taurina en el día grande de la ciudad de Toro, San Agustín. Seis novillos de Domingo Hernández, muy apañaditos, muy a la manera de tres jovencitos y, sobre todo, salvo el segundo, los otros cinco hermanos eran peritas dulces para que los novilleros buscaran el triunfo rotundo y se gustaran. Pero... Lo principal, la empresa Toro Duero, con una impecable gestión ha logrado casi llenar el desierto anterior que era esta bonita y única plaza de toros, donde no acudía ni el Tato, y eso que ya está retirado. Si el domingo lograron poner el cartel de 'no hay billetes' en el concurso de cortes y recortes, esta tarde, con una novillada en la que se incluían tres novilleros punteros, han logrado ocupar tres cuartos, que ya es una victoria.
El salmantino Marco Pérez, del que algunos dicen que "es el número uno", cuenta, ante todo, con el viento de los aficionados a su favor. Y eso sí que es ya una victoria. Marco va de 'figura', y como a las figuras se le perdona todo. No se le exige y todo es cantado más allá de lo que sería la normalidad. Es que, además, para las empresas los toreros que van con la vitola de 'figuras', como también es el caso de Pérez, son las que importan, porque llevan público y eso hace evitar pérdidas. Las cosas son como son y no como nos gustaría que fueran.
Con un público enfervorecido, que aplaudía hasta echar chispazos en las manos, cuajó dos faenas casi cortadas por el mismo patrón. Eso sí, demostró mucha variedad, sabe llegar al tendido, impacta lo que realice sin mirar el cómo y, como 'figura' tiene una dimensión que veremos hasta cuándo llega en estas condiciones. En su favor, que domina más que bien los diversos registros de la lidia, gustándose en el capote vistoso y con algunos trazos de muletazos profundos. Pero el público está con él y, señor presidente, no hay nada más que decir, -saque el pañuelo del rabo-.
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