martes, 10 de junio de 2025

 GRACIAS POR EXISTIR



Gracias y millones de gracias por existir, Morante, porque me das un motivo más para ser feliz y sentirme orgulloso de ser taurino, al igual que le ocurre a millones de aficionados. Verte torear hace que sienta que no he perdido el tiempo en esta vida y justifica que al día siguiente tenga ganas de volverme a levantar para contar lo que ya me queda para tu próxima corrida. 

No eres sólo un torero único, sino insustituible e imprescindible para mí. Así que, ya sabes, lo de retirarte que ni se te pase por la cabeza, aunque llegue un momento donde ya sólo puedas torear con la mirada. Seguro que será también un instante mágico para muchos, como lo es ahora tu toreo.

Gracias, José Antonio, por demostrarme la grandeza que puede alcanzar un artista y lo débil y vulnerable que somos todos los seres humanos. Ese contraste provoca que con un trapo frente a un toro llegues a culminar la obra artística más grande, que resulta tan real y efímera como soñada y eterna. 

Gracias, torero, porque me haces soñar despierto, tanto cuando estás en el albero, como cuando empiezo a imaginarme qué harás cuando pongas de nuevo los pies en un ruedo, aunque siempre mi fantasía se queda corta cuando disfruto hasta enloquecer al verte templar y acariciar las caras de los toros con el capote o la muleta hasta parar el tiempo.



Gracias, maestro, porque me demuestras cada tarde de corrida que en este mundo taurino no todo es falsedad, trampa, hipocresía, apariencia o fariseísmo, sino que la verdad sobrevive en nuestro sublime rito milenario, lo que permite la belleza infinita del toreo, que no es otra que la basada en la naturalidad y la sinceridad del diestro. 

Gracias, hijo de la Puebla del Río, porque no necesitas riquezas, ni estirpe, ni ningún otro tipo de abolengo para convertirte en el rey de mis mejores ilusiones, donde ya mandas más que yo mismo. Tu poder es el de verdad, porque se basa en los sentimientos, la devoción y la admiración.

Gracias y más gracias, torero y maestro José Antonio 'Morante de la Puebla', por los siglos de los siglos. No quiero obligarte a que seas eterno, pero si te pido, por favor, que no nos dejes jamás. 


Antonio Cepedello

No hay comentarios:

Publicar un comentario