"EL ESTOQUE DE CRUCETA".- 

En la corrida de toros televisada desde Alicante del día 21 de junio del año pasado (2019), en la que torearon López Simón, Ginés Marín y David Miranda. (uno de los toreros que mejor impresión saqué del ciclo ferial de San Isidro de ese año) Un chico (onubense) de excelentes maneras  y  que creo que podría  tener un sitio en este dificil y complicado mundo del toro. 
Pero he aquí que cuando más crees en un torero, antes te defrauda. Miranda que toda la tarde estuvo en torero se puso algo nervioso a la hora de usar el verduguillo, a tal punto, que le echaron el toro vivo al corral después de recibir los tres avisos reglamentarios. Una pena que hoy día ocurra estás cosas por falta de entrenamiento de esta suerte y que, además, le  suceda a un torero joven, con proyección hacía un futuro más prometedor. Esto me hizo pensar que sería interesante informar o dar a conocer a los aficionados, el como se llegó a instaurar en el toreo el estoque de cruceta.

Aunque haya quién lo dude su uso es relativamente moderno, teniendo en cuenta los siglos de actividad taurina, obligándose su uso a fin de evitar los múltiples accidentes, algunos de ellos mortales. Los originaba, el utilizar para descabellar el mismo estoque que servía para matar.
La principal característica del estoque de descabellar es que va provisto de un tope fijo en forma de cruz colocado justo a 10 centímetros de la punta.

El diseño fue ideado por el diestro madrileño Vicente Pastor y elegido tras la celebración de un concurso en el que presentaron 46 modelos de estoques que, según sus inventores, al ser arrancados de la mano del matador, a su posterior caída, podían herir a cualquier persona. Cerrada la admisión, fueron desechados 38 y probados los 8 que fueron seleccionados en la nave 1 del Matadero Municipal de Madrid en la mañana del día 27 de noviembre de 1934, donde acudieron gran número de aficionados, empresarios, periodistas, ganaderos, apoderados, diestros...

Diego Mazquiarán "Fortuna" y  los novilleros Alfonso Gómez "Finito de Valladolid", Mariano Moreno "Chavito" y Jesús Santiago fueron los toreros invitados para descabellar con estos  8 modelos, algunas reses mansas. Siete de ellos, estaban compuestos a base de resorte, vaina, muelle o lengüeta, y solo había uno, con una cruceta a 7 centímetros de la punta. Probados todos después en las plazas, se adoptó este último, original, como hemos especificado, del matador de toros Vicente Pastor, implantándose su uso obligatorio desde el 1 de mayo de 1936, por Orden de 6 de enero del mismo año.

El motivo por el que se estudio inventar un estoque para el descabello, fue por el mortal accidente ocurrido en la plaza de toros de la Coruña, el día 6 de agosto de 1934, en una corrida en la que actuaron Juan Belmonte, Sánchez Mejías y Domingo Ortega ante los toros de Albaserrada. El hecho fue que al descabellar Juan Belmonte a su primer toro, éste le dio un derrote en la muñeca, saliendo el estoque de matar despedido como una catapulta hasta las últimas filas del tendido 1 quedándose clavado en el lado derecho del pecho del joven espectador Cándido Roig, que con su propia mano se sacó el mortífero acero. Trasladado el joven herido con urgencia a la enfermería de la plaza, los médicos no pudieron hacer otra cosa que contemplar en silencio el horror de la herida. Al colocarle sobre la mesa de operaciones Cándido muere. El mismo estoque, en su recorrido, había herido también al periodista Carlos García Puebla, colaborador de el "Ideal Gallego".

A Juan Belmonte se le ocultó que el espectador había fallecido. Éste se entero al ir a la enfermería para ser curado de un esguince de muñeca y ver allí un cadáver tendido sobre una mesa. El preguntar quién era, le explicaron el suceso de tan desgraciado accidente. Su impresión fue muy honda y pasados los primeros momentos se interesó por la situación del fallecido, que dejaba viuda y cinco hijos. Belmonte muy apenado por el accidente sufragó los gastos del entierro y funeral e hizo una donación en metálico. Sin dilación se puso en contacto con la familia para prestar toda su ayuda moral y económica, ofreciéndose a organizar personalmente un festival taurino en Noya, de donde era natural la víctima, en beneficio de la familia de Cándido Roig.

Con anterioridad al suceso que provoca la invención, hay una relación extensa de accidentes en el tendido, de heridos, y hasta de muertos, al saltar el estoque a la hora de descabellar.
La revista taurina Zig-Zag, en el número 18 (1923), denuncia la situación: "para que se dicten severas disposiciones, que impidan en absoluto la repetición de casos tan dolorosos", y se llegan a proponer curiosas soluciones: "...haciendo que los matadores unan el estoque a sus muñecas mediante una correa o cadenita más o menos larga cuando intenten  descabellar, o que lo hagan en el centro del ruedo, o de espalda a la barrera".
En la suerte de descabellar, complemento de la estocada, ha habido auténticos expertos y verdaderos artífices que han solucionado muchas papeletas a sus practicantes. Basta recordar al viejo Vicente Barrera o más cercano a nuestro tiempo Roberto Domínguez, que entre sus muchos méritos siempre se les ha mencionado por el acierto y habilidad con el descabello.

Antonio Rodríguez Salido.-

Compositor y letrista. -

 

Escalera del Ėxito 176.-