Escuelas Taurinas
Siempre fue un dilema entre los aficionados, el tema de las escuelas taurinas, producto de opiniones y gustos dispares de unos y de otros. Los que estaban en contra se escudaban en la similitud estilista de todos los alumnos, aunque en nada se pareciesen los unos de los otros. Y los que estaban a favor opinaban, que esos mismos alumnos, en la escuela taurina, podrían obtener una técnica mucho más potente para defenderse mejor ante los toros. También se valoran la formación cultural que posean los alumnos, y se les exigen, para permanecer en ellas, tener un buen nivel académico, para obtener profesionales con alto rango en sus estudios. Los toreros de hoy ya no son ni pelé ni melé, sino gente medianamente preparada como lo fueron: Vicente Barrera Simó, o Luís Francisco Esplá, Fernando Cepeda, Eduardo Dávila Miura o en la actualidad Cayetano Rivera, que han podido presumir y presumen de licenciaturas de un gran nivel académico: Abogacía, Bellas Artes, Juristas, Ingeniería Agrónoma y, hasta puede que alguno llegue a ser también como el maestro Enrique Ponce Martínez, (miembro de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba). ¡Casi ná! Aparte, los alumnos, en las escuelas taurinas de hoy, reciben una disciplina que les hace pensar y sentir el toreo cada día, que consiste en que se sientan arropados en su etapa de becerristas, para que no tengan que lanzarse a cualquier aventura, capeas, asaltar fincas ganaderas, arrojarse de espontáneos a una plaza, con el peligro físico que esa acción conlleva, o sea que con la escolarización pienso, que queda más y mejor regularizado el aprendizaje que si las escuelas taurinas no existieran.
El profesorado de estas escuelas taurinas y, por tanto, los encargados de educar, enseñar y formar los futuros valores del toreo, son profesionales de una gran experiencia en el oficio como: matadores de toros retirados, novilleros, subalternos, banderilleros, picadores, mozos de espadas, apoderados, u otras personas estrechamente relacionadas con la fiesta de los toros.
Pero habría que retroceder en el tiempo y hablar de la historia, para recordar que la primera institución oficial creada para la enseñanzas del toreo en el mundo mundial, fue la que promovió el Conde de la Estrella en un momento de declive de la fiesta de los toros, bajo el patrocinio del rey Fernando VII. La citada institución, fue finalmente creada en Sevilla, por una Real Orden de fecha, 28 de mayo del 1830, y nombrado primer maestro el diestro Jerónimo José Cándido, quedando como segundo maestro el también torero Antonio Ruiz “El Sombrerero”. Al tener conocimiento mítico diestro rondeño Pedro Romero, a petición suya, logró hacerse con el puesto de primer maestro, relegando a su cuñado Jerónimo José, a la que categoría de profesor. Por entonces Romero contaba con 76 años de edad.
La escuela se estableció junto al Matadero del sevillano barrio de San Bernardo y estuvo activa casi cuatro años. Tras el fallecimiento de Fernando VII, monarca que la aprobó; el subdelegado de Fomento en Sevilla Alfonso Almagro propuso su supresión y cierre de la Escuela de Tauromaquia quedando suprimida por una Real Orden de fecha 15 de marzo de 1834, firmada por Javier
Burgos, Ministro de Hacienda. Un dato muy importante es que por ella pasaron varios toreros legendarios como: Francisco Montes “Paquiro", Francisco Arjona “Cúchares", Juan Pastor “El Barbero", Antonio Mariscal y Manuel Domínguez “Desperdicios".
Los tiempos cambiaron y en la actualidad, han aumentado las escuelas en número aproximado a sesenta y cinco, divididas por todo el territorio nacional. Así en un voleo podríamos citar las tres que hay en Aragón; Huesca, Villafranca del Ebro y Zaragoza capital. Las dos de Cantabria: Ampuero y Santander. Ocho hay en Castilla-La Mancha: Albacete, Alcázar de San Juan, Cuenca, Guadalajara, Miguelturra, Pepino y Toledo. Tres más en Castilla-León: Palencia, Rioseco de Soria y Salamanca. Una solo en Cataluña: Barcelona/Hospital de Llobregat. Otra en el País Vasco: Álava. Una más en Asturias, Gijón. Siete en la Comunidad de Madrid: Anchuelo, Arganda del Rey, Cenicientos, Colmenar Viejo, Navas del Rey, Las Ventas, (dedicada al desaparecido torero José Cubero Sánchez apodado “Yiyo", nacido en Burdeos (Francia) de origen español), y la Venta del Batán, (conocida por Escuela Taurina “Marcial Lalanda”, creada por iniciativa del empresario y apoderado, Enrique Martín Arránz. El fruto obtenido al frente de dicha escuela, a lo largo de toda su historia, es de más de 100 chavales que acabaron siendo matadores de toros. En ella se forjaron figuras como: Lucio Sandín, “Niño de la Taurina", José Miguel Arroyo “Joselito”, José Pedro Prados “El Fundi”, José Luís Bote o mismo “Yiyo”, que será quien dé nombre a la escuela en su próxima apertura. (Recordemos que a raíz de la oleada antitaurina, fue cerrada a cal y canto, por orden de la señora alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena). En la Comunidad Valenciana hay tres: Alicante, Castellón y Valencia. Extremadura cuenta con otras tres escuelas muy fructíferas: Badajoz, Cáceres y Coria que han dado toreros de gran calidad: Antonio Ferrera, Miguel Ángel Pereda, Israel Lancho, Ginés Marín, José Garrido, Emilio Justo, Posada de Maravillas, Alberto Posada etc. En la Región Murciana hay dos Yecla y Murcia. En Galicia solo hay una: Pontevedra/Vilaboa. Otra en Baleares: Palma de Mallorca. La Rioja, cuenta con la escuela de Arnedo, que lleva el nombre de su torero Diego Urdiales, y por último la más fecunda de todas la Comunidad andaluza con veintiséis escuelas repartidas por toda su geografía: Algaba, Algeciras, Almería, Atarfe, Baeza, Camas, Campo de Gibraltar, Cerro-Amate, Chiclana de la Frontera, Écija, Granada, Huelva, Jaén, La línea de la Concepción, Lucena, Málaga, Motril, Osuna, Ronda, San Fernando, Sanlúcar de Barrameda, Úbeda, Ubrique, Utrera, Sevilla y… he dejado para final a Córdoba que hace la número veintiséis, para explicar la historia de la primera Escuela Taurina Cordobesa, fundada el 23 de noviembre del 1913, auspiciada por Antonio Torres, siendo su director el ex banderillero Rafael Sánchez “Bebe".
Un antecedente de esta escuela estuvo en la famosa cuadrilla de “Niños Cordobeses”, que durante décadas se ganó un merecido prestigio. No fueron pocos los alumnos que pasaron por aquella escuela, entre los que se encontraban los matadores José Flores “Camará" Antonio de la Haba Torreras “Zurito" y Francisco Gutiérrez “Serranito de Córdoba" o los novilleros Enrique Bejarano Sánchez, Enrique Ruiz Martínez “Machaquito II”, Antonio Torres Figueroa "Toreri" y Francisco Saco Rodríguez “Cantimplas" (hijo), Luís González
Madrid “Machaquito Chico" y subalternos como Narciso Gálvez de la Rosa “Guerrilla", Diego Hornero Santiago “Chatín", Dionisio López “Dioni", Rafael Obispo Manjón “Maera", Manuel Martínez de Dios “Viruta", Juan Molina Martínez hijo menor del famoso Juan Molina Sánchez, (hermano de “Lagartijo El Grande"), así mismo, fueron numerosos los que participaron sin pasar de modestos peones de brega.
La escuela del prestigioso “Bebe" fue un referente taurino en Andalucía y en el resto de España, por la calidad, disciplina y el buen hacer de todos los aspirantes.
Pasa el tiempo y en el año 1975, el Círculo Taurino de Córdoba hace realidad uno de sus más ambiciosos proyectos: la creación de una Escuela de Tauromaquia que inicialmente llevaría el nombre de Manuel Benítez “El Cordobés", (en agradecimiento a la desinteresada ayuda que siempre prestó el V Califa del toreo), y que gracias también a la extraordinaria gestión y ayuda de los señores Rafael Campanero y Altolaguirre Obrero, se pudo inaugurar (cerca de la localidad de Almodóvar del Río, en el lugar conocido como “Cuevas del Guerra"), la sede oficial de la Escuela de Tauromaquia dotada de una magnífica plaza de tientas y en la que los alumnos recibieron la necesaria formación teórico-práctica del arte de Cúchares.
Y digo, que a pesar de que la pandemia sigue ahí y no cesa en su malignidad y virulencia, no ha sido óbice para que un grupo de entusiastas aficionados, hayan creado otra Escuela Taurina en la ciudad de Antequera. Una más que añadir al número de Escuelas Taurinas que ya trabajan en Andalucía.
Mi apreciado amigo, Antonio Luque Muñoz actual presidente de la Asociación Cultural de Amigos de la Tauromaquia de Antequera (Acataura), ha sido quien a logrado, (con el respaldo del Excelentísimo Ayuntamiento, y de su alcalde Manuel Barón al frente), fundar una nueva Escuela Taurina en la ciudad de los Dólmenes, convirtiéndose en la tercera de la provincia tras las de la Diputación y la de Ronda, con las que acaba de llegar a un acuerdo de colaboración para conjuntamente tratar de alcanzar los objetivos propuestos, en favor de los nuevos valores del toreo en Málaga.
La dirección de la citada escuela correrá a cargo de Mary Fortes, novillera-ganadera-empresaria y madre del diestro Saúl Jiménez Fortes, (Presidente de Honor), al que un servidor le ha escrito una partitura que será estrenada, el día
de la presentación de la escuela, cuando la dichosa pandemia amaine, cese, acabe o desaparezca totalmente.
Texto . - JIMÉNEZ FORTES (Pasodoble)
En mi Málaga "la Bella"
puerta del mar a Occidente,
nace un torero que lleva
sangre de casta valiente,
hijo de una ganadera
y de un banderillero excelente.
!Olé! Los toreros de época.
!Olé! Los que saben torear.
!Olé! La estampa torera,
figura señera
de un artista genial.
Torero que sueña
con tardes triunfales,
y faenas geniales
que hay que inventar.
ESTRIBILLO
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Eres tú Jiménez Fortes
un torero extraordinario,
en la Cruz del Humilladero,
juraste ser torero
a la Virgen del Rosario.
Saúl Jiménez Fortes
píde al Monumento
que te libre de las cogidas
y de los toros violentos,
que en tardes de corridas
no sangre más tus heridas...
y que haya solo… sentimiento.
Compositor y letrista.-
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