miércoles, 15 de marzo de 2017

LUIS RODRÍGUEZ, PRESIDENTE DE "EL CASTOREÑO"





Vio torear al Niño de la Palma y a Manolete, actuó como novillero sin picadores con Jaime Ostos, tuvo como alumno en la Escuela Taurina de la Puerta del Rincón a "El Pireo", montó la novillada en Montoro en la que Finito de Córdoba prácticamente se presentaba ante la afición de la capital, cruzó el Atlántico para ver toros en todos aquellos países e hizo matador de toros a su sobrino Andrés Luis Dorado. Su casa era su museo taurino particular y su trayectoria como aficionado estaba jalonada de directivas y presidencias - como la de "El Castoreño" - y de cargos en organizaciones taurinas, como en la Federación de Peñas, en el Círculo Taurino o en la Asociación Campera y de Rejoneo "Antonio Cañero". Fue sujeto de distinciones y honores. Yo le otorgué el Trofeo Califato de "El Castoreño" en su primera edición y lo invitaba de modo especial a los actos culturales celebrados fuera de Córdoba por la Tertulia. Me tenía gran confianza y yo a él un gran respeto. Nunca me volvió la espalda, y fue, con diferencia, el mejor presidente que ha tenido "El Castoreño". No lo digo yo; me lo dice ahora mismo todo el mundo. Era la afición hecha hombre, un erudito de los que ya no quedan y un caballero de los de antes, pero, sobre todo, era un amigo.

                             
                                José María Portillo Fabra
                    Presidente de la Tertulia Taurina "El Castoreño"
                             del Real Círculo de la Amistad
Foto: José Luis Cuevas


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