lunes, 31 de enero de 2022

 Toreros Gitanos

Dinastía: Amador Correas.-

Manuel Amador. –

Manuel Amador Correas

A pesar de no ser natural de Albacete, su nombre se incluye en esta sección dado que Manuel, llegó a esta ciudad, recién nacido (15 de noviembre del 1938), procedente del pueblo murciano de Jumilla. Sus padres se habían trasladado a la ciudad manchega donde su hijo fue bautizado, criado y se hizo torero.

Manuel Amador Correas, es el primer eslabón de una cadena de conocidos toreros gitanos formados en la ciudad albaceteña. Sus comienzos taurinos datan de los años 50 cuando la afición manchega ya vibraba con las actuaciones de sus toreros “Montero”, “Pedrés” y “Chicuelo II”. Por cuestiones de vecindad y convivencia era admirador del toreo de Pedro Martínez “Pedrés”, y por estos motivos comenzó a frecuentar la plaza de toros “La Chata”, acompañado de amigos, hasta que un día le pusieron un capote en sus manos y sintió el gusanillo de la afición del toreo.

Junto con su primo Juan Correas, (padre del rejoneador Antonio Correas), decidieron alquilar una becerra e invitaron al diestro paisano Juan Montero. Manuel Amador, para que les aconsejara en los trasteos. Lo que ocurrió fue que Amador, entendió perfectamente a la becerra a la que toreó de maravilla, sintiendo con más fuerza la llamada del toreo.

Manuel Amador debuta sin caballos en el 1956, en el pueblo albaceteño de “La Gineta”, y su primer traje de luces lo viste en La Chata en el 1957. A partir de ese año torea una veintena de festejos. El 13 de junio del 1959, hace el paseíllo de nuevo en la tierra que le acoge, en una novillada de las llamadas económicas compartiendo cartel con Manolo Moratalla. Los novillos son de la ganadería de hijos de Eugenio Ortega, y como detalle anecdótico anotamos que, por esa época, Manuel Amador se anunciaba con el sobrenombre de “Gitanillo de Albacete”.

Su debut con los montados lo realiza en Cartagena (Murcia), el 15 de agosto de 1959, cortando 3 orejas y 1 rabo. Cinco años estuvo de novillero toreando por toda la geografía taurina. Nueve tardes en el 1960, cinco al año siguiente para presentarse el 27 de agosto en Las Ventas de Madrid, causando una magnífica impresión.


Segundo Tercio

En el año 1962 torea 16 novilladas y 18 actuaciones en el 1963, entre la que se encuentra la de su gran triunfo en la Monumental de Barcelona el día 3 de octubre, formando terna con Francisco Moreno y Manuel Álava, cortando esa tarde cuatro orejas siendo el ganador del Trofeo a la mejor faena del ciclo de novilladas de la Merced, donado por el Club Taurino “Los de Gallito y Belmonte”, y el trofeo “Manolete”, del Club Taurino de Londres.

En el año 1964, tras torear 9 novilladas, toma la alternativa en la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla el día 28 de mayo, apadrinado por el diestro Curro Romero, con Carlos Corbacho de testigo. El ganado pertenecía a la ganadería de Javier Buendía, correspondiéndole en su doctorado el toro de nombre Superior, del que resulta premiado con la vuelta al ruedo.


El siguiente año (1965), fue su mejor temporada como matador de toros, pues actuó en 50 corridas entre España y América y sufrió dos graves percances. El primero tuvo lugar el 1 de julio en Barcelona, donde un toro de Sánchez Fabrés le inferió una cornada en la región abdominal. Esa tarde fueron sus compañeros Antonio Borrero “Chamaco” y Manuel Benítez “El Cordobés”. La segunda cogida, tuvo lugar en Dax (Francia), el día 23 de agosto. Un toro del ganadero Atanasio Fernández le corneó gravemente en un muslo. Este festejo resultó curioso puesto que fue suspendido al resultar también heridos su compañeros de terna, Fermín Murillo y Manuel Benítez “El Cordobés”. El 24 de mayo de ese mismo año (1965), va a Madrid sustituyendo al torero aragonés Fermín Murillo, a la vez que le sirve esa corrida para confirmar la alternativa de manos de su mismo padrino en Sevilla, Curro Romero (que le cede la muerte del toro Flor de Jara, del hierro de Carlos Núñez), en presencia del diestro Manuel Benítez “Cordobés”. Corrida televisada y tarde triunfal para el confirmante, al cortar una oreja a cada uno de sus oponentes.


Ansiado premio que le vale para abrir la Puerta Grande de Madrid y salir aupado a hombros junto con sus otros dos compañeros de cartel. Manuel Amador, a lo largo de su carrera de matador de toros volvió salir a hombros dos veces más por la Puerta Grande de Las Ventas de Madrid.

Puerta Grande de Madrid.

Sin embargo, el año 1966 fue muy desventurado y doloroso para el diestro calé, pues tras los éxitos de Madrid los días 14 y 22 de mayo, cortando 3 orejas la primera tarde, alternando con Antonio Bienvenida y el salmantino Paco Pallarés, y 1 oreja en la segunda acompañado de José Fuentes y de nuevo con Paco Pallarés, y en la sexta corrida de la temporada en la Monumental de Barcelona un toro de Francisco Escudero le fracturó el húmero de su brazo izquierdo. Esa tarde sus compañeros de terna fueron Andrés Hernando y Andrés Jiménez Torres “El Monaguillo”. Vuelve al tajo el 25 de junio del 1967 en corrida goyesca de Madrid, para lidiar toros de García Castaño, formando terna con Victoriano Cuevas “Valencia”, y Gregorio Tebar “El Inclusero”. El cartel también incluía al rejoneador Conde de San Remy.


Manuel Amador ya retirado del toreo.

La reaparición no fue buena. Le pasó factura el haber estado un año sin torear y tuvo sus consecuencias puesto que sus actuaciones descendieron a 12 festejos cuando tenía 50 corridas firmadas antes del accidente. Un año después (1968), toreó sólo 7 corridas, 10 en 1969 y 6 en el 1970. El 25 de abril del 1971, resulta herido de cornada en la ingle izquierda por un novillo de Sánchez Cajo, cuando toreaba un festival en el pueblo albacetense de Ondur. Ese año se queda en ocho festejos y dos al siguiente. No vuelve a los ruedos hasta el 5 de agosto del 1978, en la Roda de Albacete, para lidiar toros de Samuel Flores, cortando una oreja al segundo toro de su lote. Esa tarde trenza paseíllo junto a su paisano Dámaso González y Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea”. En el 1979, actúa en una sola corrida, la celebrada el 15 de septiembre en la plaza de Albacete y cierra temporada. En la siguiente (1980) hace el paseíllo en Las Ventas de Madrid junto a José Ortega Cano y Manuel Ruiz “Manili”, para despachar reses de la divisa de Alonso Moreno de la Coba. Esa tarde toma la decisión de retirarse definitivamente del toreo activo, ante las muestras de desagrado del público por su desacertada labor en sus dos toros.




Manuel Amador bajo la efigie de "Chicuelo II", y junto a la plaza de toros de Albacete.

En su haber está la brillante idea junto al empresario taurino Juan Martínez de la Encarnación de promover la primera corrida de ASPRONA. El cartel lo componían el rejoneador Juan Manuel Landete, Manuel Amador, Vicente Punzón, y Héctor Villa “El Chano”, en sustitución de Pepe Osuna, lesionado. Los siete toros fueron un regalo del ganadero Manuel Cañaveral. Años más tarde Manuel Amador, fue nombrado director de la Escuela Taurina de Albacete.


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Manuel Amador (Martínez-Vara del Rey)


Manuel Amador Martínez-Vara del Rey.

Hijo del anterior, nacido en la ciudad manchega de Albacete el 26 de junio del año 1970. La afición a los toros le viene de nacimiento. Sus primeros juguetes fueron los avíos de torear. Con 12 años ingresa en la Escuela Taurina de Albacete de la que en ese momento es director su propio padre y que ha sido forja de muchos toreros albaceteños.


Día de clase

Manuel Amador, torea por primera vez ante el público el 14 de agosto, en Vianos (Albacete), y con picadores en Aranjuez la tarde del 19 de marzo de 1991 (día de San José). Cinco años más tarde (1996), el 21 de mayo, hace su presentación en Las Ventas de Madrid, resultando herido con dos cornadas, por el último novillo de su lote. Al siguiente año recibe la alternativa en su ciudad natal la tarde del 11 de septiembre de 1997, teniendo como padrino a Enrique Ponce Martinez y de testigo Vicente Barrera Simó, siendo los toros del ganadero Daniel Ruiz Yagüe. El toro se llamaba Acuchillado, negro mulato y dio en báscula, un peso de 462 kg. Tarde de triunfó la de aquella tarde, al cortar una oreja a cada uno de sus toros, después de brindar a su padre la muerte de su primer toro de alternativa.


Manuel Amador (hijo), recibiendo la borla de manos del diestro Enrique Ponce en presencia de Vicente Barrera Simó.

Ese año torea un total de 4 corridas en España cortando orejas. A la siguiente temporada actúa en 18 festejos y obtiene 19 apéndices. Su confirmación tiene lugar en la plaza madrileña de Las Ventas la tarde del 21 de mayo de 1999, de manos del diestro Juan Mora siendo testigo Juan Serrano “Finito de Córdoba”. El nombre del toro de la ceremonia era Buscapasos, y perteneció a la ganadería de Valdesfresno.


En el transcurso de ese mismo año, lidia 17 corridas de toros y corta 17 orejas y dos rabos. En el año 2000 baja a 7 participaciones y logra un total de 11 orejas. Llega a Albacete y durante su feria, la tarde del 17 de septiembre torea y corta dos orejas con las que consigue el premio “Al detalle para el recuerdo”, donado por el Hotel los Llanos a la mejor faena de la Feria. La temporada del 2021, debido a que se desliga de “Los Choperitas” (apoderados), tan sólo lidia dos corridas ambas en su tierra, el 5 de mayo la primera y la segunda el 11 de septiembre. Tras dos años y medio sin torear por falta de ilusión, reaparece de nuevo con triunfo, pues corta un apéndice la Feria de Albacete del 2004. Esa tarde estrena nuevos apoderados, el ganadero sevillano José Pocovi y el banderillero Rafael Camino). El 10 de abril del mismo año, torea en el pueblo sevillano de Constantina y corta otra oreja. Va a Tobarra (Albacete), el 23 de octubre y triunfa con corte de tres orejas y en la misma plaza, días después, 31 de octubre obtiene una oreja más.


Toreo de buen sabor

La temporada del 2005 estuvo marcada por el cambio de apoderado. Un amigo suyo Francisco Romero Leal es quien le lleva y con el que “me encuentro encantado porque ha sido una parte muy importante en mi relanzamiento”, manifiesta Manuel Amador. Comienza el 3 de marzo en Calahorra, de nuevo el 6 de marzo torea en Tobarra con corte de dos orejas, le siguen: Toledo, donde lidia en dos ocasiones; Las Ventas de Madrid la tarde del 17 de julio; La Roda el 31 del mismo mes; luego va a las Navas de San Juan el 6 de agosto y corta dos orejas, y al día siguiente en Estella, Iniesta, Almagro, Requena, Albacete,

Torralba de Calatrava, Talavera de la Reina, y finaliza otra vez en Tobarra. En todas estos municipios triunfó y cortó orejas.


Elegante como su toreo

La temporada del 2006 la comienza con dos importantes actuaciones una en Vistalegre (Madrid), y otra en Leganés donde corta una oreja, que les vale de preparación para la Feria de San Isidro de ese año, pero ese buen comienzo se ve truncado por la cogida que sufre en la ciudad riojana de Calahorra que lo aleja de los ruedos durante un mes y medio. Tras la reaparición de este percance, lidia varias corridas de las que sale triunfador en Almadén y Villarobledo, cortando apéndices a sus enemigos en ambas ocasiones. La ilusión por llegar bien a la Feria de San Isidro la ve cumplida el día 13 de mayo de ese 2006. Esa tarde lidia una corrida mala, de las peores con las que se ha enfrentado, totalmente a contra estilo, en opinión del diestro albacetense. Después de esa tarde Manuel Amador se viene un poco abajo, pero no pierde la ilusión y lo demuestra con el triunfo alcanzado en Castellón el 10 de junio donde corta una oreja. Luego corta dos apéndices más en Guadalimar de Segura (Alicante); torea en la Solana y Socuellamos (Ciudad Real) y obtiene otras dos orejas. El 15 de agosto lidia otra vez en Tobarra, el 20 en Tarazona de la Mancha, suma y sigue... En consecuencias: el torero fue felíz por el balance global de la temporada, porque aunque la mayoría de la veces no estuvo acertado con la espada, perdiendo por esa causa muchos triunfos, ese año si había mejorado sustancialmente su manera de manejarla.


Manuel Amador  ligado al destino de su poderdante.

Al final de su carrera debutó como empresario de las plazas de toros de Albacete, y Manzanares (Ciudad Real), y dirigió como apoderado, los destinos profesionales del diestro tobarreño Rubén Pinar.

Continuará…

Antonio Rodríguez Salido.-

Compositor y letrista.-

Escalera del Éxito 176.-


Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

Escalera del Éxito 254.-


 El Coso de los Llanos de Pozoblanco acogerá el tributo a El Rey León.


Este espectáculo musical será uno de los eventos de la programación que el Ayuntamiento realizará en el Coso de los Llanos próximamente.

 El Ayuntamiento de Pozoblanco ha dado a conocer que el próximo viernes 6 de mayo el musical tributo a El Rey León tendrá lugar en la plaza de toros “Coso de los Llanos” de Pozoblanco como parte de su gira por toda España.



El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, ha expresado que se trata de un evento musical de gran calidad que podrán disfrutar espectadores de todas las edades y que está incluido en una programación que el Consistorio pozoalbense está preparando para poner en valor la plaza de toros del municipio.

El concejal de Turismo y Desarrollo Económico, Eduardo Lucena, ha manifestado que el objetivo del Ayuntamiento es potenciar el Coso de los Llanos como emplazamiento de grandes eventos a través de una importante programación que ya se está desarrollando y que pretende abarcar diferentes tipos de espectáculos y franjas de edad.

El tributo a El Rey León llegará a Pozoblanco el próximo sábado 6 de mayo a las 21.30h. Las entradas están a la venta en la web: www.espectaculoscarmelogarcia.com con precios para niños en tendido y ruedo desde 10 euros y desde 15 euros para adultos.



Este tributo llega de la mano de la compañía Onbeat, a través de la gestión de la empresa Caído y Soledad, y cuenta con voces en directo, una gran puesta en escena y variadas coreografías. En el espectáculo podrán escucharse temas de las películas de El Rey León 1, 2 y 3, algunos nunca cantados en España.

sábado, 29 de enero de 2022

SEGUNDA CONFERENCIA PROGRAMADA POR LA HERMANDAD DE JESÚS CAÍDO, AL CUMPLIRSE 75 AÑOS DE SU  FALLECIMIENTO, DEL QUE FUE SU HERMANO MAYOR: MANUEL RODRÍGUEZ SÁNCHEZ "MANOLETE". 



En la tarde de ayer se celebró en el Salón de Actos de la Diputación de Córdoba, una nueva ponencia dentro del ciclo denominado "75 años en la memoria " recordando a Manuel Rodríguez  "Manolete" ,organizada por la Hermandad de Jesús Caído .


Álvaro Rodríguez del Moral .

El invitado a disertar sobre la figura del "monstruo " cordobés, fue el periodista del Correo Andalucía  Álvaro Rodríguez del Moral , titulando la disertación. 



"Manolete, de San Cayetano a Linares". En la misma , hizo un recorrido muy bien documentado  a la trayectoria del maestro cordobés y su estrecho vínculo  con la Hermandad torera de San Cayetano , hablando también de sus orígenes, tanto familiares como taurinos , finalizando con su fatídica tarde en Linares donde el toro Islero de la ganadería de Miura sesgó su vida .


Antonio Enrique Fuentes .

El acto estuvo muy bien  presentado por su amigo y grandioso aficionado taurino Antonio Enrique Fuentes .

Por: Fidel Nuñez


Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor 

Escalera del Éxito 254.-









jueves, 27 de enero de 2022

 TOROS

El Caído recuerda a Manolete




Rufino Gomera entrevista a Juan Rafael Cabezas, Hermano mayor de El Caído



PINCHE EL ENLACE


Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor
Escalera del Éxito254.-












 (REEDICIÓN)

jueves, 1 de noviembre de 2012


JOSÉ MARÍA JURADO CÓRDOBA



FALLECE EL PUNTILLERO OFICIAL DEL COSO DE LOS CALIFAS

Ayer, miércoles 31 de octubre, a las 16,30 horas, en la capilla del Tanatorio de las Quemadas de Córdoba, entre una gran cantidad de familiares, aficionados y amigos, dijimos el último adiós a José María Jurado Córdoba, a los 57 años de edad. Era puntillero oficial de la plaza de toros de Córdoba y un buen hombre vinculado desde pequeño al mundo del toro. Natural de Espejo, desde donde, en 1962, se trasladó su familia a la capital cordobesa, instalando una carnicería en la calle Pontevedra. Más tarde, en 1985, en su pueblo natal, se inician como fabricantes de embutidos adquiriendo un gran prestigio en el sector. Siendo muy joven José María, paralelamente a sus estudios, se encarga del traslado de las carnes desde el matadero de Córdoba, donde toma contacto con el mundo del toro y aprende a utilizar la puntilla con las reses.

En 1996, monta su propio negocio de carnicería, en el barrio del Guadalquivir.  Después de que, hace dos años, sufriera un infarto, aunque se recuperó completamente, fue perdiendo ilusión por la vida. Este año, se cumplió un gran anhelo suyo,  al ser  nombrado puntillero oficial de la plaza de toros de “Los Califas”.  Debutó en el primer festejo de nuestra feria taurina de Mayo. Era un gran amigo de todos. Desde su tertulia “Tercio de Quites”, ejercía de buen aficionado, y siempre  tenía palabras de ánimo y reconocimiento para la labor de los demás. A través de la Federación Taurina podemos dar fe de ello, pues con nosotros siempre las tuvo, y vimos que también lo hizo con muchos profesionales y con todo el que defendió a Córdoba y a la fiesta de los toros, su gran pasión.
Desde aquí expresamos nuestra condolencia por su gran pérdida a familiares y amigos. Descanse en paz el buen amigo José María.

                                                        Domingo Echevarría

martes, 30 de octubre de 2012

JOSÉ MARÍA JURADO CÓRDOBA 



José MarÍa Jurado debuto en la primera corrida de mayo cordobés.

A fallecido a primeras horas de la tarde de hoy cuando contaba la corta edad de 57 años,el sepelio tendrá lugar mañana miércoles 31 de octubre a las cuatro y media de la tarde en la capilla del tanatorio de córdoba  en el poligono de las quemadas donde la familia esta recibiendo a familiares y amigos.
le damos nuestro  sentido pésame a la familia y le recordamos que siempre disfrutamos mucho con el viendo y hablando de toros y este que escribe tuve la suerte de conocerlo desde niños y para mi fue como un hermano.

Jose Luis Cuevas 


martes, 25 de enero de 2022

 “MANOLETE” EN LA ALCARRIA.

Retrato de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, óleo de Miguel Del Moral (pintor del grupo Cántico), que presidió el despacho del torero en su casa-palacete de la Avda. de Cervantes de Córdoba

Tratar de contar en el año 22 del siglo XXI, la historia verdadera y original de Manuel Rodríguez “Manolete”, el más famoso torero cordobés de todos los tiempos, puede ser un intento baldío y, desde luego, osado y aventurado. Porque sobre la figura máxima de la torería en la post-guerra civil española, ya se ha contado todo lo posible y hasta lo que nunca ocurrió. Por tanto, decir sobre él algo que sea al mismo tiempo cierto y desconocido es muy difícil, por no decir imposible.

La vida de “Manolete” ha sido mitificada, porque lo que eran leyendas, y deberían haber continuado siendo, las han ido convirtiendo en realidades, con dos intenciones contrapuestas: de una parte, con el objetivo de idealizar la imagen del mejor torero de los años cuarenta del siglo pasado y uno de los más grandes de toda la historia de la tauromaquia; por otro lado, para contraponer dicha idealización a base de bucear en el fondo de la vida intima del personaje, tratando de buscar y airear “trapos sucios”, y si no los había, inventarlos.

Lo cierto es que casi nadie ha tenido el más mínimo pudor a la hora de magnificar, en positivo o en negativo, los relatos sobre la vida del torero cordobés más universal, aún a sabiendas de que, de esa manera y cada vez más, alejaban su biografía de la realidad.

El 28 de agosto de este 2022 se cumplirán setenta y cinco años de la mortal cornada de “Manolete”. Fue en verano de 1947 cuando, en la jienense plaza de toros de Linares, en el momento de entrar a matar al miura llamado “Islero”, mientras el torero enterraba todo el acero de su espada en el hoyo de las agujas del toro, éste empitonó el muslo derecho de “Manolete”, metiéndole el cuerno por el triángulo de Scarpa, aupándolo y dejándolo caer a plomo sobre la arena y…,  todo lo que vino a continuación, lo comentaremos en otra ocasión.


Momento en que “Manolete” entra a matar a “Islero”, en la plaza de Linares, la tarde del 28 de agosto de 1947 (Fotografía de Francisco Cano Lorenza “Paco Canito” único reportero gráfico allí presente).

Ahora lo que queremos es destacar el hecho de que, desde el momento en que se produjo la cornada y hasta las cinco y siete minutos de la madrugada del día 29 en que sobrevino el fatal desenlace, todos los compañeros, amigos, allegados o alejados de “Manolete”, estuvieron presentes y pendientes, primero en la enfermería de la plaza, después en el traslado casi procesional del herido hasta el Hospital municipal de los Marqueses de Linares y, por último, en la habitación nº 18 de dicho hospital... todos, menos su novia, a la que le impidieron que entrara a verlo con vida.

Ella estaba en Lanjarón, le avisaron –no se sabe ni quién, ni con qué intención– y llegó al hospital de Linares un poco antes que el Dr. Jiménez Guinea. O sea cuando “Manolete” estaba aun grave pero estable.

Salieron a su encuentro Álvaro Domecq y “Camará”, los que después serían nombrados albaceas de la herencia del torero, para evitar que entrara en la habitación y se viera con él torero. Eso es lo que dicen casi todas las versiones, aunque hay otras que aseguran que fueron “Gitanillo de Triana”, la cuadrilla del diestro y hasta Domingo “Dominguín”.


En la foto de “Paco Canito” está mirando su cadáver acompañada de Concha, la esposa de Bonifacio García “El Yoni”. Sentado, apoyando un brazo en la almohada, Rafael Sánchez Ortiz “El Pipo”. De pie, apoyado en el cabecero de la cama, Rafael Saco Rodríguez “Cantimplas” (conocido en Córdoba como “El Pelu”) subalterno y primo de “Manolete”.

En cualquier caso la intención era evitar que ella, o sea la novia, pudiera casarse “in artículo mortis” y se quedase con la fortuna del torero. Tamaña estupidez porque si “Manolete” moría, como desgraciadamente ocurrió, se haría lo que dijera el testamento…, pero como no lo había, entonces la heredera universal era la madre, como efectivamente lo fue, y la supuesta esposa “in articulo mortis” tendría, en todo caso, el derecho de usufructo de unos bienes gananciales que no existían, o sea, solamente tendría derecho a nada… o, como mucho, a lo que ya le hubiera dado “Manolete” en vida, cosa que nunca se sabrá.

Caso muy diferente hubiera sido si se llegan a casar “in articulo mortis” y “Manolete” no hubiera muerto… pero esa otra historia nunca ocurrió.

Casi todos los hechos que han girado en torno a “Manolete” y, muy especialmente, a su novia, han sido mitificados y adulterados, y por tanto será muy difícil saber qué ocurrió de verdad aquella madrugada en el hospital de Linares, que pretendieron quienes no permitieron que los novios se vieran, si realmente lo que trataron fue impedir un riesgo que no existía, o evitar un choque emocional que, en aquel momento, era poco conveniente para el herido.

Sobre la novia de “Manolete” se han ocultado tantas verdades como mentiras se han contado (Ver nota nº 1). Por ejemplo, durante mucho tiempo después de fallecer el torero y hasta hace… no tantos años, en Córdoba se mantuvo la equivocada idea, sin que nadie la desmintiera, de que aquella novia, que supuestamente se guiaba solo por el interés, era de origen mexicano. Este equívoco hay que entenderlo porque nunca hubo información sobre la novia del ídolo muerto, ni para bien ni para mal, simplemente ni se mencionaba su nombre.

José Luis Sánchez Garrido “José Luis de Córdoba”, el cronista taurino que más ha escrito sobre “Manolete”, tanto en sus artículos y crónicas en el periódico Córdoba, como en sus muchos libros sobre el toreo y, específicamente, sobre la figura del gran torero cordobés, jamás mencionó, en ninguno de sus escritos, ni siquiera de pasada, el nombre de “Lupe Sino”, ni nunca hizo, tampoco  una insinuación alguna, a la existencia de un noviazgo del torero con mujer alguna.

Y ante tal falta de información, prevalecen las deducciones extraídas del puro y duro chismorreo.



Foto de Antoñita Bronchalo Lopesino “Lupe Sino”, en los años de relación con “Manolete”, en la que muestra su espectacular belleza

Y había evidentes razones para que los cordobeses dedujeran que la novia de “Manolete” era de ascendencia azteca: se llamaba Lupe, abreviatura de Guadalupe, el nombre más común entre las mujeres mexicanas; era muy guapa, pero su belleza, viendo los prototipos de la época, era más “americana” que “europea”; “Manolete” había pasado largas temporadas con ella en México; y, por si aún cabía alguna duda, era de Guadalajara… o sea la capital de Jalisco.

Pero Lupe no era Guadalupe, sino “Lupe Sino” nombre artístico, deformación del segundo apellido de quien, en realidad, se llamaba Antoñita Bronchalo Lopesino. Era verdad que había nacido en Guadalajara, pero no la gran ciudad mexicana, sino en la provincia de la Alcarria española, concretamente en un pueblecito guadalajareño llamado Sayatón. Y también era totalmente cierto que la belleza de Antoñita era deslumbrante y que con ella vivió “Manolete”, por anticipado, un viaje de “luna de miel” por México. Pero la razón no era porque ella fuera de aquella tierra o allí residiera, sino porque en España no los dejaban vivir en paz.

COMO CONOCIÓ "MANOLETE" A "LUPE SINO"

Un día de octubre de 1943, en el bar de Pedro Chicote, la gran Pastora Imperio, la que fuera fugaz esposa de Rafael Gómez “El Gallo”, compartía con unos amigos unas copas. Entre otras personas, estaba “Lupe Sino”, actriz de escaso relieve pero de extraordinaria belleza.

Por allí solía ir con cierta frecuencia “Manolete”, a tomar un buen coctel, cuando sus compromisos profesionales se lo permitían. Y aquel día de octubre apareció, dando oportunidad a que la gran bailaora le presentara a aquella bella mujer.


“Manolete” junto a Pastora Rojas Monje “Pastora Imperio”, y acompañados por Lola Flores y Manuel Ortega Juarez “Manolo Caracol”, todos ellos habituales clientes del bar de Perico Chicote.

Dicen que “Manolete” y “Lupe Sino” habían cruzado sus miradas una tarde de toros en la plaza de Las Ventas, cuando ella estaba en una barrera y él iba dando una triunfal vuelta al ruedo.

Lo cierto es que “Manolete” se quedó prendado de la hermosa alcarreña, y que aquella noche en Chicote comenzó una serie de contactos entre ambos, que cada vez fueron más frecuentes, hasta que formalizaron su relación de una manera estable y continuada, convirtiéndose, aquella guapísima actriz, en la amante de “Manolete”, y de hecho la única novia conocida del torero, su gran amor y, casi con seguridad, la mujer con la que se hubiera casado.

LOS AÑOS MÁS FELICES DE "MANOLETE

Algunos de los que conocieron al “monstruo” –calificativo con el que Ricardo García López “K-Hito”, el extraordinario revistero taurino, apodó al gran torero cordobés–, dijeron que una de las razones que tuvo para no torear en España durante la temporada de 1946, fue la de querer estar continuamente con Antoñita, y que nunca fue tan feliz como en el largo periodo de aquel verano que pasó junto a ella en Fuentelencina, el pueblo alcarreño a donde se había trasladado a vivir la familia Bronchalo, en el que ya habían estado en 1945.

La felicidad que “Manolete” encontró en aquel pueblo fue tan grande, que a él volvió durante un par de semanas que tuvo libre de compromisos en la temporada taurina de 1947, para estar con Antoñita y disfrutar de la sana amistad de los fuentelencineros, justo un mes antes de ir a buscar la muerte a Linares.

Fuentelencina es un pequeño pero bonito pueblo de la Alcarria guadalajareña, que en aquellos días de 1945-47 tenía unos 800 habitantes y hoy día no llega a los 300. Dista 40 km. de la capital de la provincia y 32 de Sayatón, pueblo natal de “Lupe Sino”, municipio que era, y más aún hoy día, un pueblo “vaciado”.

En esa zona de la Alcarria, en el entorno de Fuentelencina, “Manolete” fue tremendamente feliz. Y no sólo porque allí disfrutó del amor de Antoñita sin tener que huir de nadie, sin sentir la presión de quienes no la querían cerca de él, sino también porque allí se sintió especialmente querido por todos los del pueblo, por los chiquillos con los que jugaba al fútbol, por los jóvenes con los que competía al frontón y por los más mayores con los que se entretenía jugando al mus y al dominó. Y aunque todos lo admiraban, nadie lo agobiaba con adulaciones interesadas, esperando la dádiva de una entrada, una foto firmada o una miserable propina.

En bastantes ocasiones estuvo bañándose en las pozas del arroyo de Valdefuentes (Ver nota nº 2), donde le enseñó a nadar Juanito Padilla, cuñado de Antoñita, con el que trabó una gran amistad.


“Manolete” muy atento en las “clases” de natación que le da Juanito Padilla, el cuñado de “Lupe Sino”.

De cuando llegaba con el espectacular coche de la marca americana Buick, que encerraba en un cocherón de la casa de don Adrián, el farmacéutico; de cómo jugaba con los mozalbetes del pueblo; o de cómo lloraban todos los vecinos de Fuentelencina aquel 29 de agosto de hace ya tres cuartos de siglo, de todo eso y de muchas más cosas, no se ha perdido el recuerdo en el pueblo.

Ha pasado mucho tiempo, pero alguno de los más mayores fuentelencineros, que por aquel entonces serían unos chiquillos, siguen teniendo vivo recuerdo de aquellas temporadas veraniegas que allí pasó “Manolete”, el novio torero de Antoñita Bronchalo.


“Manolete” delante de su fastuoso coche americano de la marca Buick.

También compartió jornadas de cacería en alguno de los muchos cotos cercanos a aquel pueblo, con otros vecinos como Fernando Mata y Adrián Ayala, con los que también estableció buenos lazos de amistad.


“Manolete” rodeado de amigos de Fuentelencina en una jornada cinegética.

El RECUERDO IMBORRABLE EN FUENTLENCINA

La vinculación de “Manolete” con este pueblo guadalajareño, fue desconocida durante mucho tiempo porque el entorno familiar y más allegado al gran torero fallecido se encargó de mantenerlo ocultó. Pero la relación

de Manuel Rodríguez Sánchez, el hombre, fue tan intensa con la gente de este pueblo, que todos los vecinos lloraron la muerte del torero como si se tratara de su paisano más famoso y querido, y es que, sin serlo, lo consideraban hijo adoptivo de Fuentelencina.

Y la memoria de tal filiación no se ha perdido con el paso del tiempo, como quedó demostrado en 2017, año en que se cumplió siglo del nacimiento de “Manolete” y 70 años de aquella trágica tarde en Linares.


Placa que el Ayuntamiento de Fuentelencina le dedicó a “Manolete” en el centenario de su nacimiento, en la que reza textualmente: “El mítico torero Manuel Rodríguez Sánchez (Manolete) disfrutó aquí de jornadas de descanso entre 1945 y 1947. Esta Villa le tributa honor en el CENTENARIO de su nacimiento y en el 70 ANIVERSARIO de su temprano adiós. Fuentelencina 29 de agosto de 2017”.

Fuentelencina lo conmemoró con una extraordinaria exposición monográfica del gran torero cordobés, y le dedicó una placa que se colocó en la plaza del pueblo, como recuerdo de los muchos días que allí pasó, y de los buenos amigos que hizo entre los fuentelencineros, dejando constancia en el centenario de su nacimiento y 70 años después de haberlo perdido para siempre.


Lugar, en la plaza del pueblo de Fuentelencina, donde está colocada la placa en recuerdo de “Manolete”.

NOTAS.-

Nota nº 1.- La verdadera historia de Antonia Bronchalo Lopesino “Lupe Sino” ha sido hábilmente manipulada, mutilada y medio-vuelta a inventar. Hay un hecho incuestionable que, posiblemente, ha sido causante de la deformación biográfica de esta bella y bastante desconocida mujer alcarreña: no fue querida, en absoluto y desde el primer momento, por nadie del entorno más cercano e intimo de Manuel Rodríguez Sánchez: ni por su madre, Doña Angustias; ni por sus cinco hermanas; ni por José Flores González “Camará”, apoderado del torero; ni por ninguno de los miembros de la cuadrilla del “Monstruo”, desde Rafael Saco “Cantimplas”, pasando por Alfredo David Puchades, Antonio Labrador Bernués “Pinturas”, Bernardo Muñoz Martín “Carnicerito de Málaga” o Gabriel González Manjón, siguiendo por Miguel y Ramón Atienza Caro, Rafael Tafalla Gil “Remache” o Luis Vallejo Barajas “Pimpi”, y terminando por Guillermo González Luque y Máximo Montes “Chimo”. O sea nadie de los que a diario trataban a “Manolete” vio con buenos ojos a “la vicha”, como la apelaban con el mayor desprecio. A partir de ahí, surgen historias sesgadas que se entremezclan con verdades a medias y acusaciones infundadas que terminan por radiografiar a aquella “mujer diabólica” cuya belleza exterior contrastaba con su interior maligno y su pasado perverso. Hay que leer con calma “Celos, amor y muerte. Tragedias y pasiones del toreo” de Julián García Candau, y “Lupe, el sino de Manolete" de Carmen Esteban, ambos libros editados por Espasa en 2003 y 2007 respectivamente, así como los escritos periodísticos del ya fallecido Rafael González Zubieta “El Zubi” sobre la vida de “Lupe Sino”, para poder juzgar hasta que punto podrían ser ciertas algunas de las acusaciones que sobre esta bella mujer se vertieron.

Nota nº 2.- Tanto era el apego que “Manolete” tuvo por el entorno natural de las pozas del arroyo de Valdefuentes, en las cercanías de Fuentelencina, que hoy día, el Ayuntamiento de dicha villa, tiene establecido un circuito o ruta de senderismo de tipo circular, con una longitud de 6,7 km. que se denominan “Las pozas de Manolete”, e inicia las indicaciones de su recorrido con la siguiente nota: “Iniciamos nuestro recorrido en busca de las Pozas de Manolete que se encuentran en el arroyo de Valdefuentes, y que según cuentan en Fuentelencina era el lugar preferido donde se bañaban el torero Manolete y su amante Lupe Sino”.


Recopilación y textos de
Cayetano Melguizo


Jose Luis Cuevas
Montaje y Editor
Escalera del Éxito 254.-