domingo, 31 de mayo de 2020

RANDY LÓPEZ
UN CORDOBÉS DE TÁNGER 


Toda persona de espíritu aventurero y melancólico debería visitar Tánger al menos una vez. Ciudad milenaria por su privilegiada posición como puerta de África, fenicios, romanos, vándalos, bizantinos y árabes dejaron la huella necesaria para transformarla en un lugar para los sentidos.
Debido a los conflictos bélicos que asolaban el siglo XX fue nombrada Ciudad Internacional y bajo el manto protector que dicho título otorga se convirtió en refugio para bohemios, exiliados, intelectuales o espías. Por el entramado de sus callejas pasearon Henri Matisse, Jean Genet, Paul y Jane Bowles, Alllen Ginsberg, Jack Kerouac, William Burroughs, Tuman Capote o Tennesse Williams, autores de la llamada Generación Beat. También visitaron sus cafés unos jóvenes Rolling Stones, hartos de fumar kif en sebsis mientras escuchaban cautivados el sonido exótico y salvaje de las flautas de pan tocadas por músicos de Joujouka. Bajo este crisol de culturas y credos, rodeados por ciudadanos del mundo y con el mar como telón de fondo nació Fernando López Rojas, al que todos conocemos como Randy López. 


Sus padres Rafaela y Fernando, cordobeses de nacimiento, al igual que infinidad de familias en aquellos años, decidieron partir a otras tierras con afán de prosperar y en lugar de marchar hacia los habituales enclaves de inmigración centroeuropeos tomaron rumbo al sur cruzando el estrecho a tierras Africanas. Allí, Fernando encontró trabajo como técnico de mantenimiento del Gran Teatro Cervantes y posteriormente en el puerto donde fue maquinista de Titán, la mayor grúa que existía en los muelles. Mientras, Rafaela se hacía cargo tanto del cuidado del hogar como de los pequeños Fernando y Rafael, incluida su educación puesto que mientras vivieron en Tánger no fueron al colegio.
También en esta ciudad fue donde un grupo de marines de la base americana ubicada allí, cada vez que iban a comprar huevos a la granja donde vivía la familia, se divertían gracias a la simpatía que desplegaba el pequeño Fernando y lo bautizaron con el nombre de Randy.
Randy pasó su primera infancia entre juegos de hogar mientras escuchaba las melodías árabes del Aita Jebali que se intercalaban con otras músicas contemporáneas emitidas en Radio Tánger, junto al sonido inconfundible de panderos y chirimías de músicos callejeros repartidos por el Zoco cada vez que lo visitaba. Unas notas e instrumentos que no pasaron inadvertidos a su oído precoz.
DE VUELTA A CASA
Antes de cumplir el pequeño seis años, Fernando y Rafaela dan por terminada su aventura africana y deciden regresar a su tierra. Por fin en Córdoba viven en una casa de vecinos cerca de lo que hoy es la Avenida de Barcelona y pasados unos meses se instalan definitivamente en el Sector Sur, barrio donde la familia crecerá con el nacimiento de otros dos varones, José Carlos y Manuel. La educación que Rafaela inculcó a sus hijos tuvo su fruto, pues Randy entró al colegio con un nivel superior al resto de sus compañeros.

Una ventaja que sus profesores Salvador Vinuesa y Aurelio Guzmán supieron encauzar para adaptarse a las clases. Con la familia asentada en Córdoba, los veranos viajan a Cádiz a pasar las vacaciones en casa de sus tíos y en un festival celebrado en Coso de Asdrúbal, antigua plaza de Toros de esta ciudad costera, queda impresionado con la voz de Pepe Marchena y la forma de cantar y tocar de José Luis y su guitarra, cantante melódico del momento que participa en el festival. Sentir la vibración de una actuación en vivo junto con la llegada a España de Los Beatles en pleno apogeo mediático removió el interior de nuestro joven protagonista, despertando en él deseos por subir a un escenario y emular a quienes fueron su primera fuente de inspiración.
Con 10 años pasa al Colegio Cervantes a estudiar bachillerato y durante los dos años que permanece en el centro de los Hermanos Maristas formó parte del coro de la Escolanía, hecho que le ayudó a educar la voz. Pasado este tiempo finaliza sus estudios de secundaria en el Instituto Séneca donde tendrá la oportunidad de tener como profesor de Literatura a Ricardo Molina, eminente poeta y miembro del grupo Cántico. Gracias a este gran maestro de la palabra el joven Randy se descubrió componiendo versos y creando historias. Solo faltaba el instrumento que acompañara la voz. Su padre Fernando aprecia la motivación de su hijo y le regala su primera guitarra. Mientras trastea acordes de manera autodidacta, su amigo Jesús Pérez y él se animan a formar un dúo. Juntos componen canciones protesta e incluso participan en un concurso de radio. 


CAMINO A EXPRESIÓN
Con el inminente final de los años sesenta la sociedad española estaba entrando en un proceso de ebullición. Contagiados por los cambios emergentes en el resto de occidente, frente al incómodo lastre de un gobierno anquilosado con mentalidad costumbrista y conservadora, miles de jóvenes intentaban desprenderse de estos eslabones oxidados en busca de su propia identidad. Randy no fue la excepción. En el barrio conoció varios amigos que compartían las mismas inquietudes. El primero fue José Rafa García y juntos formaron Tauro y Libra. Un día conocen a un grupo que les llama la atención, en el milita como cantante Rafael Zorrilla, al que todos conocen con el apodo Pelucas y Miguel Galán, batería con no demasiada experiencia. En mayo de 1969 y con la llegada de las fiestas, la asociación de vecinos del Parque Figueroa los llama para actuar en su caseta de Feria. Llega el día y suben al escenario a ensayar con los instrumentos que habían sido alquilados para la ocasión. José Rafa se adelanta cogiendo una guitarra Rock Black, Pelucas se sienta en la batería aprovechando que Miguel Galán iba al baño y Randy coge la última guitarra, aunque se queja porque le faltan cuerdas. José Rafa se acerca y entre risas le dice que es un bajo eléctrico. Aclarada la confusión, comienzan a tocar Oda a John Lee Hooker. A partir de esa noche nace el grupo Expresión y también la vocación de Randy como bajista.
Comienzan a ensayar en casa de José Rafael. Con guitarras españolas y entre cajas de zapatos que sirven para hacer percusión el grupo de amigos ensayan temas de Jimi Hendrix, Cream, Beatles… El segundo concierto, ya como trio, lo realizaron en el Club Cañero y un joven guitarrista llamado Roscka López se ofrece a formar parte del grupo. Como el instrumento está cubierto por José Rafa le piden que acuda al conservatorio para formarse y tocar el teclado, labor que desempeñó José Moreno mientras Roscka se preparaba. También hubo otros miembros que participaron del proyecto como el percusionista José Luis Cuevas. 


José Luis Cuevas.  Randy López, José Moreno, José Rafa y Rafael Zorrilla,
Las muchas horas dedicadas a ensayar comienzan a dar su fruto y los muchachos de Expresión maduran en cada concierto. Gracias a este esfuerzo comienzan a multiplicarse sus participaciones, convirtiéndose en algo más que una afición. En 1972 el gobierno exige a todo músico andaluz acudir a Sevilla y pasar una prueba para la obtención del carnet que avale su profesionalidad.
Al salir del Teatro Lope de Vega, lugar donde realizan el examen, los jóvenes de Expresión ven carteles del Club Ye-Ye que anuncian una velada de rock y deciden quedarse para asistir. Sobre el escenario pasaron grupos del momento como los Smash y también Gong, los cuales interpretaron sus repertorios habituales al estilo de Hendrix. Sin embargo la sorpresa llego cuando subieron Soñadores, formación en la que militaba Tele, el baterista que tiempo después perteneció a los legendarios Triana. El público asistente queda boquiabierto al escuchar unas seguirillas con instrumentos eléctricos. Mucha gente que estuvo allí señala esa noche cuando nació el rock andaluz que tan grande sería años más tarde.
Durante diez años y de la mano del manager Carlos Morales, Expresión viaja por toda España compartiendo escenario con Leño, Asfalto, Burning, Topo, Storm… y muchas de estas bandas tocaron como invitadas en la caseta que la formación cordobesa gestionaba en la Feria de mayo. Eran otros tiempos y la camaradería entre músicos predominaba frente cualquier rivalidad.

DE EXPRESIÓN A MEZQUITA
En aquellos dos lustros el cuarteto progresa en busca de su propio sonido. Entre muchas circunstancias que los determinaron hubo dos a destacar: la primera fue en 1973. José Rafa permanece en Córdoba y recluta tres músicos que sustituyan a sus compañeros mientras ellos pasan unos meses en Barcelona para perfeccionar su estilo. Una vez allí, se unen al trio Javier Castro a la guitarra y el baterista Andreu Simón. Como no pueden usar el nombre de su grupo deciden llamarse Marrakesh y bajo este nombre actúan por numerosos locales dejando entrever aires flamencos en su repertorio. Una noche les escucha un flamenco sevillano, Paco Ramos, que cansado de hacer rumba entre palmas, guitarras españolas y bongos les propone fusionarla con instrumentos eléctricos.

La mezcla resultante causa sensación en la ciudad condal y la Sala Ciros les contrata, actuando todas las noches durante seis meses. Pese a la insistencia de los propietarios de Ciros en prorrogar tres meses más el show, los tres cordobeses deciden regresen regresar a su ciudad y retomar Expresión. Esa temporada graban un single con los temas Marrakesh compuesta por Randy y La Luz del Fin del Mundo de José Rafa. La segunda circunstancia y menos deseada por parte de todos los componentes fue el Servicio Militar. Después de pasar la instrucción en Almería Randy es destinado al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas “Alhucemas” Nº 5 en Melilla. Solicita entrar en la banda aunque no se le da muy bien tocar la corneta y el tambor. Junto a un compañero encuentran dos chirimías ajadas por el desuso. Las restauran y comienzan a tocarlas. Volver a encontrarse con los sonidos de su infancia le hace más llevadero sus días en el ejército, tocando para las fiestas de la Legión o la Feria de Melilla. Sin embargo, la invasión del Sahara Occidental por el ejército marroquí conocida como La Marcha Verde frena en seco la tranquila mili de Randy. Le cambian la gaita Moruna por el fusil y lo envían a un fuerte fronterizo bajo el monte Gurugú. Allí se entera de la muerte de Franco, hecho que agrava más la situación y pasa varios días en trincheras.




Bajo este clima pasa las navidades acuartelado y se licencia el 2 de enero del 76. Aquellas experiencias sirvieron para que Randy compusiera El Suicidio. Mientras, José Rafa entre guardia y guardia escribe Recuerdos de mi Tierra.
Una vez cumplido el servicio, Expresión vuelve a juntarse en su local de la Calle de la Feria. Muchos compañeros de profesión, managers, personajes de la cultura y política cordobesa pasaban por este local situado en los Patios de San Francisco para tomar algo mientras ensayaban. Pasadas giras, conciertos y paréntesis son conscientes que lo que tocan se está transformando y va adquiriendo cuerpo. Una vez que incorporan influencias flamencas y árabes a sus temas deciden cambiar de nombre al grupo. José Rafa propone el nombre de Mezquita y el resto de compañeros le gusta. Productoras y discográficas avalan el cambio ofreciéndoles apoyo cuando presentan en Madrid una maqueta. Gonzalo García Pelayo promete darles respuesta en una semana, pero Vicente Mariscal Romero se adelanta ofreciéndoles grabar de inmediato. La impaciencia rockera se apodera de los cuatro jóvenes y firman contrato con Chapa Records. 


Bajo este sello Mezquita saca a la luz en 1979 Recuerdos de mi Tierra, considerado por muchos expertos como unos de los mejores discos de rock progresivo andaluz de la historia. De aquel trabajo destacan temas como que da título al disco, junto a El Suicidio, Ara Bouza o El Bizco de los Patios. Dos años más tarde graban Califas del Rock, LP algo más alejado del estilo progresivo que desgraciadamente no tiene la misma acogida que el anterior. Con la irrupción de los 80 las emisoras y programas de televisión se transforman en instrumentos maleables, sometidos al capricho de discográficas más interesadas en vender cantidad sin importar su calidad. Las altas esferas también se congratulan con este nuevo pop, justificado de manera ingenua por su aparente creatividad. 

Paradójicamente surge otro tipo de represión inapreciable en las formas pero muy eficaz en el fondo. Camuflado en apelativos con gancho como La movida se fomenta en la sociedad una música fácil de escuchar y no invite a pensar en otros cambios. En 1983 Eduardo Viñolo sustituye a Pelucas a la batería, aunque serían para pocos conciertos. No corren vientos favorables para su estilo musical. Los componentes deciden ese mismo año despedirse con un hasta pronto, ya que Expresión-Mezquita nunca ha llegado a separarse oficialmente. Prueba de ello fue la recopilación de maquetas que grabaron como Expresión y lanzaron en disco, la gira de 1993 y varios conciertos en 2008, destacando el realizado en el Festival del Lago de Bornos. 

DE MEZQUITA A MEDINA
Cuando Mezquita queda aparcada, José Rafa y Randy forman el dúo Tenis. En las versiones que interpretaban a guitarra, voz y bajo les acompañaba una caja de ritmos programable, novedosa en aquel tiempo, modelo TR808 y que ellos bautizaron cariñosamente Tere. Pese a las muchas actuaciones que realizaron, el proyecto no es capaz de ilusionar a los dos amigos y optan por abandonar.
Al igual que otras ocasiones Randy decide partir a algún lugar con intención de pasar una temporada para oxigenarse y alimentar ideas nuevas. Fija su mirada en San Sebastián, ciudad donde sabía que lo tratarían bien y encontraría gente válida para trabajar. La noche antes de partir organiza una fiesta de despedida en un pub hawaiano que frecuentaba. Allí acude su buen amigo Pablo Rabadán, teclista fundador de Medina Azahara, el cual pide que demore su partida hasta que pudiera realizar unas llamadas. Una vez realizadas estas le propone incorporarse al grupo como bajista esa misma noche. Randy acepta encantado y deshace las maletas para quedarse en Córdoba.
Entre 1984 y 1992 permanece unido a esta banda de Rock andaluz que ha sabido reinventarse y sobrevivir hasta hoy. Durante su militancia permaneció en una dinámica de trabajo constante: en verano en carretera, hoteles, escenarios y en invierno ensayos, grabaciones y promoción. Con ellos graba Caravana española en los estudios Mediterráneo de Ibiza, después Al-Hakim con el sello de Avispa Records y, por último, el doble LP del concierto grabado en Leganés en 1990, uno de los mejores discos de rock en vivo del panorama nacional. En esta etapa con sus amigos de Medina Azahara quedan para el recuerdo conciertos como el del 86 en el Homenaje a Enrique Tierno Galván con 250.000 personas, en Ibiza con 60.000, y los retransmitidos por la 2 de televisión española son testimonio del éxito conseguido por la banda en aquella etapa en la que Randy compuso para esta canciones legendarias como Velocidad, El Soldado, La guitarra, El destino, Que difícil es soñar u por un poco de Amor, entre otras. Miles de kilómetros y centenares de conciertos después nuestro bajista decide apearse del bus por desacuerdos artísticos que no empañaron la amistad que siempre ha mantenido con los integrantes de esta incombustible formación. 

DEL ESCENARIO AL PLATÓ Y OTROS PROYECTOS
A partir de 1992 Randy desempeña otras labores en una productora local de televisión realizando documentales sobre la ciudad y otros de naturaleza o medicina. Conoce al Doctor Rafael Canalejo, antiguo Alcalde de Belmez y conocido por ser el primer ganador del conocido concurso de finales de los 60 Un millón para el mejor. El Alcalde del millón, como así lo llamaban, le propone la dirección creativa de su productora Starvisión, para la cual además de elaborar guiones y montajes también compuso las bandas sonoras. Mientras también participa como reportero y realizador para Antena 3 y Canal Sur.
Alterna sus trabajos televisivos y de técnico en La Compañía, empresa de sonido de su amigo Miguel Galán, exmiembro de Expresión y guitarrista de Medina Azahara con el que coincidió en su etapa con la banda. Participa en conciertos para artistas como Camarón, Paco de Lucía, BB King, Pablo Milanés y grupos como Pata Negra, Triana, Secretos, Danza Invisible y Mano Negra entre otros.
Su anterior manager Javier García Pelayo y el escritor José Mª de la Quintana hablan con Miguel Galán y Randy para que aporten la música de Wallada, el sueño de un poeta cordobés Ópera Rock inspirada en la Córdoba de los Omeyas. Con ayuda del maestro Eduardo Antúnez elaboran la partitura de este proyecto ambicioso con escenografía proyectada en 3D y más de 30 artistas sobre el escenario donde figuran como primeros bailarines Ygor Yebra, Aida Gómez y Paco Mora acompañados de la música en vivo de un grupo de rock sinfónico llamado KURTUBA. El espectáculo se estrenó en el Festival internacional de la guitarra de Córdoba 2004 y pasó un mes en cartel del Teatro Apolo de Madrid en la primavera del año siguiente. Pese a los intentos de cruzar el Atlántico para llevarlo a Las Vegas y Nueva York por desgracia, como casi siempre suele ocurrir, el negocio se impone a lo artístico y la producción no logra continuidad.
Sin embargo, para quienes se dedican a este delicado oficio también saben encajar con madurez los reveses. Siempre hay en el cajón historias buenas para contar y todo se andará. 

RANDY AHORA
Durante más de cuarenta años este músico ha dedicado su vida plenamente a las formaciones donde trabajó sin existir tiempo para otras actividades individuales.
Una vez que descienden el número de actuaciones comienza a disponer de la tranquilidad necesaria y elaborar canciones para él mismo. Para este hombre de Música componer siempre ha sido una necesidad igual que dormir o comer. En ocasiones se asemeja a un parto: provoca sufrimiento pero al final sientes felicidad cuando el trabajo lo ofreces al público. Con tiempo suficiente y el baúl de las letras abierto solo hacía falta encontrar la compañía adecuada para emprender un nuevo viaje y aparece José Gutiérrez, baterista y productor de G. Art Studios. Juntos reúnen al teclista Manuel Almedina y Antonio Uclés a la guitarra y graban TREC3 primer trabajo en solitario de Randy López: Adicción, Sewer King, Control, Tempestad, Estrellas y El jardín son sus temas más destacados y en algunos de ellos hay colaboraciones de grandes músicos como Pepe Bao, Antonio Gutiérrez, Jesús Gómez y Pedro López. Terminada la promoción y gira de TREC3, en 2015 sacan al mercado su último trabajo Nacido en el siglo XX, con José Gutiérrez, Antonio Uclés y Nacho Fernández en la formación, unido a grandes colaboraciones como la de M. Ángel Mart, vocalista fundador de ESTIRPE e hijo del también cantante y fundador de Medina Azahara Manuel Martínez. Nacido en el siglo XX, Corazón de luna, Nos han robado el Sol y Yo he visto un hombre llorando, temas pertenecientes a este último disco son ejemplo claro de la creatividad que Randy siempre ha aportado a sus canciones, cuidadas al detalle en su aspecto formal y con una voz mejorada que ha ganado en decibelios por dejar el tabaco y en Jondura gracias a sus relaciones con artistas flamencos. Con este disco vuelve a la discográfica AVISPA RECORD donde había grabado dos Lps con Medina Azahara. Ahora tiene un nuevo proyecto con una formación legendaria, EXMEDINA son cuatro músicos y que han militado en  Medina Azahara, Randy López, Miguel Galán,  José Antonio Molina y Antonio Fernández.



EXMEDINA
Para un hombre que la música es como sangre que recorre el torrente circulatorio, líquido que hidrata y oxígeno para respirar subir al escenario es el mayor regalo. Sobre las tablas ha sido feliz en miles de ocasiones, comunicando sentimientos para después recibirlos multiplicados por cada asistente al concierto. Pese a la seriedad que le caracteriza también se ha divertido con todos sus compañeros músicos y técnicos. Pero es difícil tenerlo todo. Tanta carretera y noches de hotel restaban tiempo para la familia, algo que siempre ha intentado compensar al máximo cada momento junto a sus hijos e hijas y Esperanza González, su compañera desde hace treinta y tres años. Cualquiera que comparte tiempo a su lado aprecia cómo, pese a ostentar tal cúmulo de experiencia siga siendo una persona cercana y sencilla, que disfruta de la naturaleza, del cine y la contemplación.
Quien toma la opción de ver el Arte como forma de vida sabe muy bien el riesgo que conlleva. Preservar la necesidad de expresar ideas, despertar conciencias y negarse a vender el alma resulta difícil en un tiempo donde la cultura se trata a patadas. Pese a todo Randy López sigue conservando la ilusión. A estas alturas y con to lo bailao podemos certificar que nadie va a logar quitársela y lo felicitamos por mantenerla intacta. 

Por: MÁXIMO ORTEGA







FOTOGRAFIAS DE RANDY LOPEZ























DISCOGRAFÍA

Marrakech, single año 1974

Recuerdos de mi tierra: año 1979

Single, Recuerdos de mi tierra, Año 1981

Califas del rock, año 1982
Caravana Española (Avispa) año 1987

En Al-Hakim, Año 1989

Caravana Española ( tuboescape), año1987

Medina Azahara (doble directo), año 1990

Mezquita 30 aniversario, año 2010

Tr3c3, año 2013

Nacido en el siglo xx, año 2015

Al sur, año 2017















sábado, 30 de mayo de 2020

HISTORIA DEL PASODOBLE TAURINO
“La Giralda” 

Eduardo López Juarranz

Amigo José Luís: La historia de este grandioso pasodoble que hoy te envío para su publicación en (elcallejóncórdoba), fue utilizado en el año 1936 como himno oficial de nuestra comunidad según el Centro de Estudios Históricos de Andalucia. Lo más curioso de él, es que su estreno no fue precisamente en una plaza de toros.
Sorprende mucho, el hecho de que uno de los mejores pasodobles toreros de los que se han transcrito al pentagrama, uno de los más gallardos, y airosos del repertorio taurino, no sonase por primera vez en nuestro querido país, y en cambio, sí lo hiciese más allá de nuestras fronteras, en la vecina Francia.
Este singular y españolísimo pasodoble hermana las aguas del Guadalquivir con las del Sena, y la sevillana Torre de la Giralda con la parisina Torre de Eiffel, y que con motivo de la Exposición Industrial Internacional (Universal), celebrada en París en junio de 1889, fue estrenado, oyéndose por vez primera, los vibrantes y toreros compases de tan bello pasodoble, o “marcha andaluza” como la definió el compositor.


Tan notorio pasodoble fue compuesto por el músico y compositor Eduardo López Juarranz, nacido en Madrid en el año 1844 y fallecido en el mismo lugar, el 16 de enero de 1897 a los 52 años de edad. Fue director de la Banda del Tercer Regimiento de Ingenieros de Sevilla por oposición, y más tarde, trasladado a la ciudad de Cádiz desde 1878 a 1883. Anterior a ésta última fecha compuso “Piedad", considerada la marcha procesional más antigua que tiene Cádiz y una de las de más solera de la Semana Santa de Andalucía. Gran defensor del pasodoble, compuso un par de ellos, siendo el más conocido “La Giralda".
Quizás fuera la caprichosa casualidad que rige los destinos del mundo la que quiso, que lo mismo que el maestro Santiago Lope Gonzalo dedicó el pasodoble “Gallito", al menos importante de la dinastía de los “Gallos", quiso también que “La Giralda", se escribiera para una exposición de París y no para una Feria de Sevilla. 


“La gracia de Dios” 


Amigo José Luís: como puedes ver no me he salido de página, para poder comentarte a continuación, este también precioso pasodoble compuesto por el valenciano Ramón Roig y Torné (1849 – 1907) y poder hacerte esta simple observación. ¿“Se podría decir que el pasodoble “La gracia de Dios” es una consecuencia de “La Giralda”? Y, ¿quién dice qué no?... 

Me explico: los maestros Eduardo López Juarránz y Ramón Roig y Torné, ambos militares y compositores prolíficos, de inspiración fácil, tenían entre ellos sus discusiones por diversidad de criterio en lo relativo a la labor creadora. Debido a estas circunstancias, y a raíz del estreno apoteósico en París de su pasodoble “La Giralda"… triunfal éxito repetido luego en España, el maestro Juarránz se le ocurrió hacer llegar a su buen amigo, Ramón Roig y como resultado de una acalorada discusión, la siguiente dedicatoria escrita en la misma partitura de su pasodoble “La Giralda": “Para mi amigo Ramón Roig, con la completa seguridad de que se dará perfecta cuenta de cómo se escribe un pasodoble".
Dicha dedicatoria no le resultó muy grata al maestro Roig, le sorprendió la actitud de su íntimo amigo y le dolió el tono de la engreída dedicatoria. Pero sin demostrar estar enojado por ello, calló y se puso a escribir en el pentagrama; a los ocho días de recibir tan “delicada” dedicatoria de su amigo Eduardo López Juarránz , el maestro Ramón Roig le remitió su inspirada partitura de “La Gracia de Dios", acompañada del siguiente texto: “A mi querido y buen amigo Eduardito para que compruebe, al leer la presente partitura “La Gracia de Dios" que se trata de un verdadero pasodoble. Desde luego, mucho mejor que el suyo”.


Ramón Roig compuso este pasodoble en Cartagena donde era director de la música de Infantería de Marina.
Tanto “La Giralda" como “La Gracia de Dios" se llevan interpretando, tanto en Conciertos y en Plazas de toros, desde hace más de un siglo.
Conclusión: Analizando ambas partituras, entendemos que los dos pasodobles son extraordinarios, pero decimos como dijera el profesor don Mariano Sanz de Pedre: “¡Dios bendiga esa clase de competencias y enfados entre hombres devotos de su arte, al que se entregan en cuerpo y alma para deleite propio y de cuantos les rodean!”. 

Antonio Rodríguez Salido. –
Compositor y letrista. –

Escalera del Éxito 176.-