ADHESION DE "EL CASTOREÑO" AL HOMENAJE  A JOSE MARIA MONTILLA POR LA "PEÑA CHIQUILIN".

No recuerdo cuando conocí a José María Montilla, porque su presencia había acompañado desde siempre a mi afición. Para que os hagáis una idea: siendo niño ví torear a José María en cartel con Rafael de Paula y "Limeño", aún los tres novilleros. Y como además su concepto del toreo, de una elegancia y una lentitud asombrosas, coincidía con mis preferencias como aficionado, y a todo ello había que añadir una extraordinaria bonhomía, me resultó muy fácil ser su amigo cuando le conocí una vez retirado. 

En la etapa actual de nuestra amistad, presidimos la Tertulia Taurina  "El Castoreño", él como presidente de honor en su calidad de decano de los matadores de toros cordobeses y yo como el cargo efectivo,  y puedo afirmar que entre los toreros, ganaderos, taurinos, periodistas y aficionados de toda España, el nombre de José María Montilla abre las puertas del corazón de cualquiera de ellos, y estoy recordando en este momento al maestro Manuel García "Palmeño", apartado de toda vida pública desde que se fue de los ruedos, y que sin embargo reapareció el pasado año en nuestro Pregón Monstruo dedicado a Manolete tras asegurarse de que haría aquel simbólico e inolvidable paseillo junto a su amigo José María Montilla. 

A veces le digo a quienes ejercen su profesión con gran éxito, que lo verdaderamente difícil es triunfar después de retirarse, porque la más débil de las facultades humanas es la memoria, y lo que hayas hecho estando en activo - aunque fuera tan bueno como las faenas de José María Montilla - se olvida pronto. Pero lo que no se olvidará nunca es quien eres, porque eso va contigo toda la vida, como es el caso de José María Montilla: se olvidará al torero aún siendo extraordinario, pero no al caballero que conquistó a Mari, al padre de familia, al hermano, al compañero, al amigo, al cursillista, y menos aún, por mi parte, al presidente de honor de El Castoreño... .

José María Portillo Fabra

Fotos Ladis y Cuevas