martes, 25 de septiembre de 2018

"FUENTES BOCANEGRA" SUPERA LA PRUEBA CON NOTA 


Ladislao Rodríguez Galán.
De siempre los chavales que han querido ser toreros han sufrido mil y un avatares para lograr, por lo menos, dar un pase en un tentadero infestado de maletillas deseando lo mismo. 


Era otra época en la que los topes de los trenes conocían muy bien las vicisitudes de los que querían ser toreros. Como compañeros de viaje llevaban el hambre y el frío, pero mantenían firme su vocación y deseo por ser alguien en el mundo del toro. Y ese era su mejor baluarte. Muchos se quedaron en el camino y otros, los menos, saborearon la fama y la gloria. Pero el sacrificio para ambos fue el mismo. 


Hacía en silencio estas reflexiones mientras veía a David Gavilán "Fuentes Bocanegra", escuchando los consejos de "Chiquilín" en la boca del burladero, esperando que saliera el segundo eral, de Moreno Silva, que le regaló su peña como preparación de cara a la inmediata actuación que tendrá lugar el próximo domingo día 30 a las 11,30 de la mañana en Villanueva de Córdoba.
Miraba a este chiquillo de 15 años y pensaba que mientras sus amigos estarían tranquilos sin problemas, jugando al futbol o paseando en bici, el estaba con los ojos clavados en la puerta del chiquero esperando, en unos segundos interminables, que saliera el toro. En este caso un eral de un hierro de prestigio ante el que debía estar a la altura.

Y fue salir el animal y, tras tocarlo "El Califa" y Rafael de burladero a burladero, le citó con el capote y sacando muy bien los brazos le enjaretó una serie de verónicas con mucho gusto. La cosa comenzaba bien.
Tras banderillearlo José Antonio Ortiz, y ya con la franela en la mano, la labor del chico subía enteros. El novillote era muy templado en su embestida y David supo darle la cadencia que necesitaba para llevarlo toreado con gracia y elegancia. Tras cada pase de pecho se tomaba el tiempo necesario para recuperarlo, y más de lo mismo: buen toreo de calidad y derroche de ganas a raudales.
Pero en mi reflexión también me acordaba de que a cuantos tentaderos he asistido a lo largo de mi larga vida profesional, he visto a los maletillas y noveles sufrir una colada y quedar a merced del toro y volar. Volteretas que fueron suficientes para calibrar el valor, deseo y capacidad de cada cual para afrontar esta carrera tan difícil. Había quien, tras ser revolcado, sin mirarse siquiera, se levantaba mas enrabietado y se volvía a poner delante del animal con ganas de comérselo. Con esta actitud firmaban su visado para seguir adelante. Habían superado la prueba. 

Y así he visto esta tarde a David. Su enemigo le levantó varias veces y el chaval no se amilanó. Se fue hacia él y continuó toreando. Se le veía feliz y capaz. Este es el camino. Le queda mucho por andar, pero el paso firma lleva a todas partes.
Luego la estocada. Tras entrar varias veces, pinchando arriba, la espada coló hasta el puño y comprobé que David había superado la prueba con nota. Chaval, el domingo nos vemos en Villanueva de Córdoba. No olvides que tienes a mucha gente pendiente de ti.

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