Fiesta del Club Calerito
CHICOTE, JESUS PEDREGOSA, NACHO OSTOS, CAÑERO, CHQUILIN, ALFONSO MORALES, JUAN DE DIOS, GARBANZO, EL PURI, EL RUBIO, JOSE ANTONIO ORTIZ DE LLERA Y JOSE ANTONIO CAÑERO
El Club Calerito, decano de las Peñas Taurinas cordobesas y probablemente asimismo de las no taurinas, celebró su jornada de hermandad con una fiesta campera en la Hacienda El Cordobés, una garantía de éxito por la belleza del paisaje y la bondad de
sus instalaciones. Mi felicitación a Carlos Gago, cuya amistad va paralela a la calidad que tuvo en los ruedos, a Luis Márquez y a Antonio Vadillo, por la explotación recreativa y taurina de la histórica finca.
Hay también que felicitar al amigo Eduardo, propietario de la ganadería de Aguas Vivas, cuya lidia es garantía en este tipo de festejos. Son animales bravos, fuertes y con volumen, pero dotados de una extrema nobleza.
Hizo frío y cayó la lluvia durante la lidia, pero como no hizo su aparición el viento, José Antonio
El Rubio pudo lucir su maestría con la excelente erala. He escrito maestría, porque esa fue la sensación que transmitió su actuación. Su experiencia mexicana lo ha hecho creer en él mismo, y eso es lo principal cuando se quiere conseguir algo.
Irreprochable fue su toreo clásico, largo y reposado.
Muy bien José Antonio Cañero, que cuando se hace con las embestidas torea con mucha calidad, y hasta con chispazos artísticos. Enhorabuena y a seguir progresando.
Para envidia nuestra, el toreo se ha ido desplazando del Sur hacia el Este y el Oeste de España. Desde Extremadura, que hoy tiene junto con Levante casi todas las cartas de la baraja taurina, llegó José Antonio Ruiz de Llera, sorprendiendo con su gran
clase. Mucha suerte para este José Antonio, que tiene en su tierra excelentes ejemplos toreros.
Jesús Pedregosa, presidente de la admirable filial del Club Calerito denominada
Juventud Taurina, demostró que retiene sus cualidades y toreó excelentemente con la zurda. Muy bien por Jesús.
Lo mismo cabe decir de Nacho Ostos, que toreó con toques poderosos en series ligadas, pero soltando a la vaca, obligándola, y no haciendo la noria como ahora se estila.
Por mi parte, estuve listo y conseguí caerle bien al público. Anduve apañado y empapado. Y ya estaba doblando los trastos - eso de
los chismes no debe decirse nunca - cuando alguien me pidió la muleta.
Era El Puri - rey de Puertas Grandes en Las Ventas - que me decía: "Dame tu muleta, que me he
picao contigo". Así es El Puri, actualmente ejemplo de aficionados, como en su época fue ejemplo de matadores de toros. Con su casta como torero, como aficionado y como persona, había bajado del elevadísimo palco para no sentirse detrás de nadie.
Fue el mayor honor que podía hacer a mi persona.
Mi felicitación al maestro Chiquilín, responsable de una Escuela Taurina que sin mimbres económicos, está consiguiendo unos mimbres artísticos, que son emblemáticos del poder de la calidad profesional y humana que posee.
Ya a cubierto, y cumplido el deber gastronómico, llegó la segunda parte de esta jornada de convivencia del Club Calerito. El centenar de asistentes tuvo la ocasión de escuchar el toque del querido guitarrista Tito Gabi y sus esplendido conocimiento del flamenco,
acompañando al matador de toros Juan Antonio Cobos, que hubiera funcionado profesionalmente en el cante, a Jesús Gala y a Jesús Martínez.
En el capítulo del baile por sevillanas al calor de la chimenea, llamó la atención una joven guapísima, de Santa Marina tenía que ser, que se llama Marisol Gutiérrez-Ravé y lleva el compás en la sangre.
Mención aparte para Aurora Barona, que cantó con un ruiseñor en la garganta, y con ese tono de naturalidad que poseen quienes han alcanzado en el arte el magisterio. Muy bien por Aurora y su arte y ciencia en la copla andaluza.
Acabó la jornada echando de menos que llegue la siguiente. Juan de Dios Martínez de Tena me decía que habían duplicado los asistentes y que el año próximo aumentarían el toreo y el cante en la misma proporción. Mi enhorabuena por todo a él a toda
su directiva y con la colaboración de Domingo Echevarría, Pepe Toscano y José Luis Cuevas. Y de regreso a Córdoba con Alfonso Morales, presidente de la Federación de Peñas, comentaba que las mismas son ejemplo de cordobesismo, de cultura y de valores cívicos. Y de torería, añado por lo que nos toca al mundo del toro.
El Hombre Tranquilo
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