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García Corbacho, oreja en el cierre de
Calasparra
El novillero García Corbacho ha sido
el triunfador en la novillada que esta tarde ha cerrado la Feria Taurina
del Arroz de Calasparra al cortar la única oreja de la tarde. Fue el más
destacado en una novillada de Barcial que dio un juego desigual.
FICHA:
Se
lidiaron seis novillos de Barcial, bien presentados y de juego desigual.
Destacó el quinto.
Curro
Márquez,
bronca y pitos.
García
Corbacho,
ovación tras dos avisos y oreja.
Víctor
Barroso,
silencio y silencio.
Tres cuartos de entrada.
David Sevilla saludó en banderillas.
COMENTARIO:
Curro Márquez recibió con soltura al
primero de la tarde, un ejemplar que derribó primero al caballo de picar y
puso en serios apuros a los banderilleros. Abrevió en exceso el novillero
malagueño con la muleta, lo que provocó el enfado de la mayoría del
público. Tras matar mal, Márquez escuchó una bronca. El novillo fue
ovacionado en el arrastre.
No fue la tarde de Curro Márquez, que acusó la falta de oficio también en
el segundo de su lote. Pasó un verdadero trago con sus dos oponentes,
dejando un mal sabor de boca ante un público que terminó pitando al
novillero.
García Corbacho cambió el rumbo de la tarde con el primero de su lote,
ejemplar bonito de hechuras y buen comportamiento en la franela. Faena de
mérito malograda con los aceros. Saludó una ovación tras escuchar dos
avisos.
Vistoso el saludo con el capote de García Corbacho al quinto. A pesar del
viento, que molestó durante el trasteo, el diestro entendió perfectamente a
su enemigo en los terrenos de dentro, recibiendo un monumental palizón.
Mató de pinchazo y más de media, paseando un merecido trofeo.
Víctor Barroso no pudo sacar partido del deslucido tercero, un utrero soso
y falto de transmisión. Lo intentó el espada gaditano, sin llegar a
componer faena. Todo quedó en el intento. Con la espada estuvo breve,
siendo silenciada su actuación.
Manseó en el caballo el sexto y último del ciclo. No dio facilidades en los
engaños, obligando a su matador a acortar su actuación. Muletazos sueltos y
muy poco más. Estocada defectuosa que fue suficiente. Silencio.
FOTOS:
PEDRO LAFORET
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