SESENTA AÑOS DE LA PRESENTACIÓN
EN CÓRDOBA DEL TORERO,
ALFONSO CASTILLERO RUIZ
Recordamos ahora que sesenta años atrás, el torero Alfonso Castillero, se presentó en el coso de Los Tejares en 1964, en un cartel para novilleros que en aquellos momentos prometía. La terna la formaban Domingo Acedo, Rafael Roldán El Cachorro y Alfonso Castillero, que hacía su presentación.
Del evento guardamos una crónica de Marcelo Moreno Tarik de Imperio, personaje donde los haya, y director de la histórica revista El Califa. Se desarrolló la novillada en cuestión el día 8 de diciembre del mencionado año. La crónica la tituló ¿Torero a la vista ?, de ella entresacamos algunas frases referidas a la tarde del novel:
“Broche que cierra la temporada cordobesa, aunque un broche de cobre por la modestia de sus protagonistas. Más he aquí que donde menos se piensa salta …, un torero, pero un torero con sello personal, pisando la arena con aplomo, ejecutando las suertes con cabeza, y yéndose tras la espada, como si sus novillos tuviesen el premio grande de la Lotería Nacional en el morrillo.
Con garbo y temple llevó al capotear a sus enemigos embarcados. Con la franela estuvo bien y cruzado y hasta inspirado, realizó dos faenas tirando de repertorio, entre palmas y olés.../…
.../...Cortó las orejas al tercero y al terminar con el último Alfonso Castillero fue alzado en volandas, saliendo así del circo de Los Tejares.”
Respecto a los dos jóvenes que acompañaron al novillero fueron:
DOMINGO ACEDO: Se presentó un año antes (9-6-1963) en Ciudad Real, cortando una oreja, al novillo que le tocó en suerte de la ganadería de Marcos López.
Se presentó con picadores en la plaza de San Sebastián de los Reyes (Madrid), el 28 de agosto del 65, a partir de este momento toreó en varios cosos sin llegar a cuajar de forma definitiva. Digamos que no se consolidó como torero importante, lo que se lamentó en su momento, porque exhibía un toreo elegante y le cogió el punto a estoquear con solvencia. Pero en fin la vida es así si no te montas cuando pasa el tren…
RAFAEL ROLDÁN LOSADA EL CACHORRO: Novillero cordobés muy valiente, que precisamente por sufrir cogidas importantres, no llegó a culminar con el doctorado. Toreó bastantes novilladas, exponiendo en todas ellas al máximo. Recordamos las dos cornadas que sufrió en el coso de Los Califas, el 21 de agosto de 1966, donde sufrió dos cornadas, una en el muslo izquierdo y otra en la cavidad de la boca, afectando a la bóveda palatina. En Córdoba se le volvió a ver el 22 de julio de 1972 en corrida nocturna, en la que volvió a dejar la firma de la valentía. El público agradeció sus dos actuaciones, porque cuentan las crónicas que estuvo acertado a la hora de estoquear.
Seguidamente, cabe recordar la semblanza del protagonista de este recuerdo:
Alfonso Castillero, nace en la bella localidad de Montalbán (Córdoba), el día 9 de Febrero de 1948. Su familia, a la que tengo el placer de conocer, no es la habitual de los toreros, en la que alguno de ellos ha sido cuando menos novillero. En este caso, los padres – ya fallecidos - eran pequeños empresarios autónomos, propietarios de una tienda en la calle Beato Henares, y los hermanos de Alfonso muy activos y emprendedores dedicados a la peluquería. Y enfrascados cada uno en sus actividades, no pensaron ni por asomo, que Alfonso a fuerza de afición y constancia, llegaría a firmar una interesante carrera taurina, no culminada con el doctorado.
Cuenta el torero, que estando trabajando de botones en el Hotel Regina, decidió en 1963 saltar de espontáneo, al ruedo del entonces coso de Los Tejares, y logró pegarle dos estatuarios a la vaca,lo cual en esos momentos ya era mucho… Fue durante la celebración de la Becerrada en Honor de la Mujer Cordobesa.
Se había fijado el empresario Emilio Fernández, en lo bien que el chaval había solucionado el momento, y lo invitó a ponerse delante de una becerra, en la finca La Sancha de don José de la Cova.
Poco después, el 24 de junio mató un novillo en Los Tejares, acompañado en el cartel por Fernando Tortosa y Juan Díaz Tresgallo.
En 1964 repite en nuestra plaza, de corto, acompañado por El Cachorro y Domingo Acedo.
El joven aspirante aprendió en los tentaderos y en muchos festejos menores, la técnica básica para lograr lo que su vocación le dictaba: torear y consolidar una formación taurina, para que un día, más pronto que tarde, ser alguien en ese mundo tan bonito, tan sublime y a la vez tan complicado.
Lidia en Priego de Córdoba el 17 de Junio de 1965, reses de Ángel Sánchez Rodríguez, acompañado por los diestros: Angel Rodilla y Rafael Saco Bejarano. Ganado de Ángel Sánchez Rodríguez.
PRESENTACIÓN EN CÓRDOBA
Se presenta en Córdoba, en el recién inaugurado coso de Los Califas, el día primero de Agosto de 1965. Novillos de María Luísa Domínguez. Haciendo el paseíllo con Angel Rodilla Angelín, Antonio Montes El Jeringuero, Antonio Núñez Lara y Niño del Zahíra. Fue premiado con una oreja del ejemplar, por una buena faena que le realizó a la res. Este fue el primero, de la tanda de tres festejos en los que intervino, dentro de la modalidad de Novilladas de promoción sin picadores.
La segunda intervención fue el día 8 del mismo mes, incluido en el siguiente cartel: Ganado con el hierro de Ángel Sánchez, para Florencio Casado El Hencho, Fernando Fernández Fernandillo, Angel Rodilla Angelín, Castillero y El Maño.
Y el tercer festejo sin caballos, fue el anunciado para el 29 de Agosto con novillos igualmente de Angel Sánchez, y teniendo como compañeros a las noveles: Angel Rodilla y Blas Romero Platanito.
El domingo 7 de noviembre -1965- , colabora en el Festival pro-campaña de Navidad junto a José María Montilla, Gabriel de la Haba Zurito, Antonio Sánchez Fuentes y el rejoneador Ángel Peralta. Se estoquearon reses de Francisca Marín, con la única excepción de Alfonso que lidió un novillo de Ramón Sánchez.
DEBUTA CON PICADORES
El 10 de Abril de 1966, debuta con picadores en la plaza de toros de Cabra (Córdoba), regentada entonces por Emilio Fernández. Se lidió ganado de don José Cebada, para la rejoneadora La Princesa de París y los diestros: Juan Carlos Luguillano, Antonio Millán Carnicerito de Úbeda y Alfonso Castillero.
La rejoneadora se lució con los rejoncillos; al tratar de encelar al novillo, sufrió un encontronazo resultando derribada. En la enfermería se le apreció conmoción cerebral y probable fractura de la clavícula. Estoqueó la res el sobresaliente Pedro Ramírez. Luguillano en su primero, cortó dos orejas y dio dos vueltas al ruedo. En su segundo una oreja y dos vueltas. Carnicerito de Úbeda dos orejas y vuelta y un aviso en el segundo del lote. Alfonso cuajó, en su primero, una valiente y artística faena, cortando las dos orejas. En el que cerró plaza, realizó otra jaleada faena, pero falló con el acero lo que le privó de obtener apéndices, no obstante se le pidió con fuerza un trofeo y fue ovacionado. Los tres diestros salieron a hombros.
CONTINÚA LA TEMPORADA DE 1966
Fernando Tortosa, amigo y compañero de Alfonso, nos aporta información sobre varias tardes que coincidieron. Por ejemplo el día 1 de mayo de la temporada que nos ocupa. En Cabra, novillos de Moreno Santamaría, en la que actuaron Rafael Cruz Conde, Fernando Tortosa y Alfonso. El primer diestro dío la vuelta al ruedo, Tortosa una oreja y Castillero dos orejas.
El 15 de Mayo de la temporada que nos ocupa, hace su presentación con picadores en el coso de Los Califas, cortando la oreja de su primero y aplaudido en el sexto. Completaban la terna: Pedrín Benjumea y Alfonso González Chiquilín - que reaparecía tras renunciar al doctorado -. Novillos del Conde de la Maza.
El 24 de julio en Cabra, con novillos de Gerardo Ortega, torearon Tortosa, Carnicerito de Ubeda y Alfonso Castillero. Tarde rotunda de trofeos, pues se cortaron un total de seis orejas y un rabo.
Otra cita importante fue el 29 de agosto en Constantina. Novillos de Moreno Santamaría. Fernando: cuatro orejas, dos rabos y una pata. Le seguía “El Jeringuero”, que no pudo cortar trofeos por resultar herido muy grave, y el tercero en el cartel Alfonso, que paseó cuatro orejas y un rabo.
Torea en Madrid, en la plaza de Vista Alegre, el 12 de setiembre del mismo 1966. Le acompañan en el cartel Juanchi Díaz y Bong Way, que estoquearon reses de doña Blanca Ramos Paul. Las crónicas taurinas del día destacan de Alfonso su arrojo y buen hacer, a pesar del lote poco claro que le cupo en suerte. En su primero fue ovacionado. En el sexto y último, el diario ABC lo cuenta así:
…”Castillero, a fuerza de porfiar y arrimarse, consigue sacar algunos pases que se ovacionan con fuerza. Un pinchazo, una atravesada y descabello. Petición y vuelta.”..
El 25 de Diciembre de 1966, figura en tradicional festival, organizado por la Hermandad de la Virgen de las Angustias. Las reses en juego, fueron de varias ganaderías: Marqués de Albaserrada, Martínez Benavides, Rocío de la Cámara, Núñez y Camacho. Alternaron los siguientes novilleros: Francisco Asensio (ovación), Antonio Ruiz El Barquillero (dos orejas), Alfonso Castillero (vuelta), Pepín Fernández (dos orejas), Artemio Calero Calerito (ovación) y Antonio Aranda Pereíta (aplausos). Como curiosidad del festival, consta en la crónica del evento que Manuel Ruiz Manolillo de Valencia, se ofreció para banderillear a los seis ejemplares, compartiendo trabajo con El Barquillero y Pepín Fernández, pero no pudo culminar la gesta al ser cogido por el quinto ejemplar.
TEMPORADA DE 1967 Y SIGUIENTES
El 14 de Mayo de 1967, hace el paseíllo en Córdoba, acompañado por el venezolano Adolfo Rojas y el sevillano Juan Asenjo Calero. Se lidiaron cuatro novillos de Jiménez Prieto, uno de Núñez y otro de Galache. Un ejemplar de Jiménez Prieto, cornea al cordobés en el muslo derecho, cuando pasaba de muleta a su primer ejemplar. El parte facultativo decía así:
”El novillero Alfonso Castillero sufrió una cornada por asta de toro, penetrante en el muslo derecho, necesitando intervención quirúrgica. También presentó una herida en el arco de la ceja izquierda, producida por una banderilla. Pronóstico reservado. Pasó al Sanatorio Municipal, en la Huerta de la Reina. Fue atendido por el doctor Ortiz Clot y su equipo.”…
Eran tiempos, donde le ayudaban, especialmente su padre, y su primer apoderado: Teodoro Ibáñez, un hombre del que guarda Alfonso muy buenos recuerdos, así como del industrial Angel Arcís Lozano, quien por su cercanía, casi familiar, también le apoyó en el complicado mundillo taurino. Posteriormente, le apoderó – sin mucho éxito -, que todo hay que decirlo, el antiguo matador de toros: Manuel del Pozo Rayito. Y de ayuda, siempre llevó a Pedro Montes, quién en su momento fue la persona que le presentó a Ibáñez.
Baja el número de festejos toreados en el 68. Torea en Cabra el 10 de Marzo junto a Cristóbal Cuenca Ruíz Tobalo Vargas y el cordobés Jesús Rivera Román, lidiando ganado de Espinosa de los Monteros. También actuó el 14 de Julio en Montilla (Córdoba).
Disminuyen las posibilidades de torear, aunque no su ilusión, que se mantiene imperturbable gracias a las promesas que recibe. Sin embargo las corridas no llegan, las promesas no cuajan con la fluidez necesaria, y el torero se pregunta y no encuentra respuesta… Lo único cierto y verdad, es que los contratos no crecían, todo lo contrario, que menguaban…
Sumó tres actuaciones en 1972. La primera el 28 de Mayo de 1972, en la plaza de San Sebastián de los Reyes (Madrid), en cuyo ruedo, un novillo perteneciente a la ganadería de Félix Moreno de la Cova, le infirió una cornada en la región isquiorectal, de pronóstico grave. Alternaban esa tarde con Alfonso: Paco Robles de Plasencia y El Carpeño de San Sebastián de los Reyes. En la crónica del festejo, detallaban así la cogida:
…”Grave cogida de Castillero en San Sebastián de los Reyes. Novillos de Félix Moreno de la Cova, difíciles. Alfonso Castillero, cogido al torear a la verónica. Pasó a la enfermería de donde ya no salió.”…
La segunda en Lloret de Mar (Gerona), junto a Manolo Bolinchón (Montoliu) y Gaona. Y la tercera y última de su carrera taurina, fue en la provincia de Ávila en un mano a mano con Sebastián Cortés.
Los percances y la gestión en general de su carrera taurina, no le facilitaron precisamente, el estar en el momento oportuno y en el cartel adecuado, lo que le impidió doctorarse y figurar en el escalafón de matadores de toros.
Desde entonces, siempre ha estado inmerso en el mundo del toro y rara es la ocasión, en la que con los ojos chispeantes de esperanza, y una vocación irrefrenable, nos comunica que está moldeando a un nuevo torero. Recordamos a varios de los que han bebido de sus enseñanzas y sobre todo de sus ilusiones, que les transmite como si el que buscase una oportunidad fuera él; le pone pasión y verdad a todo lo que enseña, porque el novillero Alfonso Castillero nació para ser torero y así se siente. En su larga lista de alumnos, -amigos por supuesto -, destacan: Trujillo, Palitos, Manolo Martínez, Chamanieto, Mónica Blanco, Machaquito, Eduardo Jurado, Alejandro Castro, Curro Jiménez y Pepe Luís Vázquez (bisnieto del mágico torero de San Bernardo)…
No hace mucho coincidimos con José María Portillo Fabra, y salió el tema de Castillero y nos habló de él así:
...”una de las mejores faenas que he visto, plena de estética y técnica, se la vi a Alfonso, en una novillada con cinco espadas. La faena fue de rabo...pero todo quedó en una oreja por pinchar.”…
...” muy pocos toreros conocen la técnica del toreo como Castillero, como te diga una cosa hazle caso que pegas pases...”...
Actualmente Alfonso sigue inmerso en su pasión, es decir: ocupado y preocupado por los diestros jóvenes, a los que transmite sus conocimientos acerca del mundillo taurino y enseñar la mejor técnica ante el que manda, que es el toro...
FRANCISCO BRAVO ANTIBÓN-
JOSÉ LUIS CUEVAS
Montaje y Editor
Alfonso Castillero y Luis Rodríguez
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