UN CARTEL DE 1965, CON HECHURAS…
! Es verdad ¡, un cartel con hechuras. La pena es que de todos sus protagonistas, solamente está vivito y coleando Fernando Tortosa, extraordinario torero y mejor persona. Se encuentra muy bien físicamente, y sigue tan amable como siempre. A él le debemos unas impresiones y recuerdos de la corrida, que fue muy completa e imborrable en el archivo mental de Fernando.
En un especial, para El Mundo de los Toros de Palma de Mallorca, el corresponsal en Córdoba Manuel Enriquez, redactó una certera crónica del festejo, que tituló: SEIS TOROS, SEIS ESTOCADAS. Por cierto que a dicha revista pertenecía, formando parte fundamental de la redacción, un cordobés llamado José Aranda Ochoa Joarcho, hermano de Juan y amigo de Salvador Jiménez Salji. Pues bien, la crónica ensalzaba la actuación de todos los componentes del cartel incluidas las reses. Pero como nos queda en pie un componente, nuestro amigo Fernando Martín Tortosa, le solicitamos nos recuerde esa tarde:
...”Don Emilio Fernández, un romántico del mundo de los toros, que fue empresario de la plaza de toros de Cabra y un fenomenal apoderado. Por poner un ejemplo, apoyó y llevó desde sus inicios al torero sevillano Manolo González, haciéndolo figura del toreo, al igual que a Gregorio Sánchez. Un empresario con visión para ver a descubrir a posibles toreros desde el principio.
Desde que don Emilio nos puso juntos en una novillada, a Paquirri y a mi, en la feria de Écija del 23 de septiembre de 1964, no paramos de triunfar. La novillada fue de don Enrique Pérez de la Concha. Cortamos dos orejas cada uno y salimos a hombros. El empresario tenía en mente hacer algo importante con Paquirri, Carnicerito y yo, ya que el de Úbeda debutaba con picadores el 13 de junio de 1965 en Jaén.
Y así fue, con ganado de Juan Pedro Domecq triunfamos. El Monaguillo (vuelta), Carnicerito (dos orejas) y yo (dos orejas). Entonces fue cuando don Emilio para darnos a conocer de una forma importante, montó el cartel base -arriba referido-, y lo estrenó en la plaza de toros de Cabra (24-6-65). Se jugaron siete novillos de Gerardo Ortega para Amina Asis (vuelta), una oreja Paquirri, petición para Carnicerito y yo que corté tres orejas. Ese cartel era el que el empresario quería para darlo a conocer a toda España. Y para eso había pensado en tres festejos para un sábado y otros tres para el domingo, con el siguiente planteamiento:
En Linares el sábado a las 12, en Úbeda a las 5 de la tarde y Jaén a las 10 de la noche, con ganado de Gerardo Ortega, Bernardino Jiménez y Pérez de la Concha.
Y el domingo estaríamos a las 12 en Jerez, en Sanlúcar de Barrameda a las 5 de la tarde, y en el Puerto de Santa María a las 10 de la noche.
Decía don Emilio que éste sería su último sueño como empresario y apoderado, y que después se marcharía a Sevilla, cuando los tres fuéramos matadores de toros. Pero le faltó salud y fuerza para cumplir su último sueño….”...
Como antes indiqué la crónica de prensa la escribió Manuel Enríquez Romá, al que tuve el gusto de conocer cuando yo era muy joven y empezaba a escribir en la revista El Califa de Tarik de Imperio… Recuerdo que en ese tiempo conocí muy de cerca al novillero Miguel Cárdenas, que recaló en Córdoba buscando mejor fortuna en lo taurino. Y sin desviarme del tema, lo que pretendo es transcribir la crítica que Enríquez Romá hizo de la actuación de Fernando Martín Tortosa Fernando Tortosa:
...”Tortosa, a su primero, manso como sus hermanitos, después de torearlo bien con la capa le ha puesto dos grandes pares de banderillas, aguantando de veras. El novillo refugiado en tablas necesitaba un torero. Lo encontró. Se lo llevó hacia fuera con temple y seguridad. Con la izquierda tres series ligados con el de pecho. Derechazos. Mando. Manoletinas cerquísima y estocada de las suyas: sin puntilla. Dos orejas y petición de rabo.
En su segundo, verónicas a pies juntos preciosas. Quite por gaoneras. Tres pares buenos. Con la muleta una faena reposada y torera, siendo unos pases por alto lo mejor. Otra estocada sin puntilla. Mata como el mejor Tortosa de Córdoba. Y naturalmente otra oreja y la vuelta triunfal. “...
Fueron otros tiempos, y sin duda muy bonitos...
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