TOROS Manuel Román: «El único miedo que tengo es no encontrarme a mí mismo» La joven promesa taurina de Córdoba debuta el martes 28-F con caballos en el coso de LinaresManuel Román, con gesto torero en un entrenamiento en Las Jaras VALERIO MERINO VÍCTOR MOLINO Córdoba 25/02/2023 Actualizado a las 00:39h. Responde como torea. De manera íntima, pausada, con reposo y siempre reflexivo. Manuel Román va a dar el salto que lleva esperando toda su vida, convertirse en novillero con caballos para, posteriormente, intentar adentrarse en el escalafón de oro del rango taurino. Para ello se ha preparado de manera concienzuda. Suele correr una hora al día. Lo hace por el campo, entre senderos y repartiendo la preparación en fincas con ganado y en su refugio de Las Jaras, donde entrena cuando no pisa ruedo y atiende a ABC. Desde que cerró acuerdo de apoderamiento con Juan Ruiz Palomares y Juan Collado ha participado en dos tentaderos a la semana y ha toreado novillos de más edad, el tipo de reses al que se va a enfrentar a partir de su debú en Linares el próximo 28 de febrero. Una tarde que puede marcar un punto de inflexión y que tiene a la afición cordobesa muy pendiente tras una temporada pasada con números mayúsculos. —¿Cambia la forma de torear cuando uno se enfrenta a novillos de más rango? —Se nota el cambio. Porque es diferente el volumen y en la embestida. Es distinto, porque tiene más kilos y tarda más en mover ese volumen. Es mucho más serio, pero también reconforta más. —Su debú está a la vuelta de la esquina, ¿cómo ha sido la preparación? —Esto está aquí ya. Ha sido muy intenso todo hasta ahora, pero my bonito. Gracias a Dios no he tenido ningún percance hasta ahora. Estoy muy ilusionado porque estoy haciendo lo que me gusta. No me cuesta hacer sacrificios. PREPARACIÓN «Hago un poco de todo: físico, corro y mucho toreo de salón y tentaderos» —Torea de salón, ejercicio físico... ¿También preparación mental? —De todo un poco. Hago físico, corro. Mucho toreo de salón. He hecho muchos tentaderos, por Andalucía, Extremadura y también he ido una vez a Salamanca. —Incluso, ha convivido con Enrique Ponce durante unos días. —He estado con el maestro varios días en su finca. Me ha servido muchísimo, porque los consejos que da una figura del toreo no los escuchas de nadie. —¿Qué le ha dicho? —Me ha hablado sobre los defectos técnicos propios de alguien que empieza, porque no tengo tantos registros. Me los ha intentado corregir. También me ha insistido en que tengo que torear como a mí me gusta, como yo lo siento.Román, con el capote VALERIO MERINO —Piensa en Linares y, ¿siente miedo? —El miedo que tengo es el normal, el que tienen todos los toreros. Pero yo ya lo he superado bastantes veces. Ahora solo tengo que superarlo otra vez. No es fácil, pero es que yo hago lo que me gusta y eso me hace sentir bien. No es sacrificado. Linares tiene mucho significado para el toreo de Córdoba, por la historia que nos vincula con Manolete. Estoy entregado veinticuatro horas al toreo y ese es mi destino. —¿Nota cada vez más el apoyo e interés de la gente, de la afición? —Mucho. Estoy muy agradecido a todo el mundo. A mi familia, que me apoya y anima en todo. A mis apoderados, a mis seguidores, a los toreros (no quiero decir nombres para no olvidarme de alguno). A todo el mundo. Me ayuda mucho y me siento cada vez más motivado. Siento que todos los profesionales de Córdoba están conmigo. —¿Se imagina ya una faena para ese día? —No me gusta salir con la faena hecha nunca. Solo quiero dejarme llevar en mi concepto con el animal que salte al ruedo. MÁS COMPROMISOS «Me siento capacitado para todo, pero me dejo aconsejar por mis apoderados» —Después de Linares, vendrá su debú en la provincia (en Pozoblanco) y luego en la capital, entre otros compromisos... —Esta temporada voy a cumplir mi sueño de torear en mi tierra, en Pozoblanco primero y luego en la feria de mayo, encerrándome con cuatro novillos. El sueño de mi vida, sin duda. También iré a Sevilla y al certamen de novilladas de Canal Sur. Estoy muy contento de poder ir participando en festejos. —¿Qué metas se plantea? ¿Otras ferias grandes, Madrid, quizá? —No lo tengo pensado, aún. Me dejo aconsejar por mis apoderados, que ellos son los que deben evaluar en qué momento y a dónde debo ir. Confío plenamente en ellos. Todo se irá viendo. Aunque yo me siento capacitado para todo. —¿Qué es lo más duro, hasta ahora, Manuel? —Lo más duro es la espera. Son sensaciones raras las que se pasan por la cabeza, no sabría explicarlas bien. Porque duermo muy bien, estoy tranquilo, muy motivado. Estoy todo el día con mi debú en mente y lo que más me cuesta es esperar a que llegue el día. —¿Guarda alguna sorpresa para esa día? ¿Traje, brindis? —No me gusta avanzar nada. Todo se verá en su momento. Lo del brindis no me lo he planteado. Y lo otro, prefiero guardármelo para ese día, un día como el 28-F. —¿Le preocupa no cumplir con las expectativas? —Más que el fracaso y el propio toro, a mí lo que me da miedo es no encontrarme conmigo mismo, a mí mismo. Se da el caso de toreros que cortan orejas y sus sensaciones personales no son tan buenas. En contra, se puede dar el caso de toreros que no corten nada y que se encuentre a sí mismos. Me preocupa no llenarme de mi concepto.
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