Por José Joaquín Diago
Pocos ganaderos como el añorado D. Luís Algarra Polera se ganaron, a lo largo de su vida, tanto respeto, tanta admiración y tanto cariño por parte de todo el mundo del toro, todos los que tuvieron la suerte de conocerlo hablan maravillas de ese hombre, fue un caballero, un señor y un extraordinario ganadero, de esas personas que dejan una huella imborrable a través de la vida y del paso del tiempo, así lo percibimos también los que no tuvimos el honor de un día poder estrecharle la mano ni el placer de poder conversar tan solo un momento con una persona que forma parte de las páginas doradas de la ganadería brava.
En la bellísima finca sevillana de “La Capitana”, continúa la historia trece años después del fallecimiento de D. Luís, sus toros siguen siendo igual de preciosos, conservando una de las ramas más puras del encaste Juan Pedro Domecq y Díez, pero con el sello propio y la personalidad que le ha marcado la familia Algarra a lo largo de las últimas décadas.
Desde 2006 está Dña. Aurora Algarra Crehuet al frente de este hierro, aquella niña que se crió en el cálido y sabio regazo de su padre y que de su mano aprendió y emprendió un camino tan difícil como fascinante, ser ganadera de toros bravos. Dña. Aurora es una mujer encantadora, muy activa, trabajadora incansable, que se apasiona con todo lo que hace, amante de su familia y de su ganadería para los que vive y se desvive las veinticuatro horas del día. Tiene un gran corazón y un trato amable y muy cercano, y como sus toros es noble, con mucha clase, pero también con carácter y mucha personalidad. Esa frase popular de que “los toros se parecen al ganadero”, en este caso es del todo cierta.
Desde que tomó las riendas de la ganadería, Dña. Aurora Algarra está haciendo un gran trabajo en el campo, de puertas para dentro, con una premisa fundamental, mantener el excelente legado que dejó su padre. La ganadera se preocupa mucho por seguir manteniendo la calidad y la clase en las embestidas de sus toros, una vitola que siempre ha tenido esta ganadería y con la que han triunfado numerosas figuras del toreo en las últimas décadas, siendo una de las predilectas de toreros como José Miguel Arroyo “Joselito”, Enrique Ponce o José Tomás entre otros muchos toreros importantes, pero también Dña. Aurora intenta que sus toros tengan esa bravura, esa casta, esa transmisión y ese picante que llegue a los tendidos y que forme ese equilibrio tan difícil de conseguir que haga que los toros de Algarra sean buenos e importantes tanto para el torero como para el aficionado y público, y a tenor de lo que estamos viendo las últimas temporadas, poco a poco lo está consiguiendo y no solo en plazas de menor entidad, si no también en plazas importantes como Valencia donde mantiene un idilio en los últimos años con grandes corridas de toros lidiadas y con varios toros extraordinarios, varios de ellos premiados con la vuelta al ruedo.
La ganadería de D. Luís Algarra Polera se encuentra en un momento dulce e interesante, ya no sólamente por los toros indultados, premiados con la vuelta al ruedo o corridas completas importantes que ha lidiado en los últimos años, si no también por el ambiente que ha creado en el mundo del toro, que hace que las “figuras” quieran matar sus toros, que las empresas quieran contar con este hierro en los carteles de sus ferias y que los aficionados tengamos interés por verlos. Y hablando de interés, quisiera recordar una frase del excelente ganadero D. Fernando Cuadri, que cría un tipo de toro diferente al de Algarra pero que definió a los toros de esta ganadería sevillana como “El toro noble con interés”, lo ha dicho un ganadeo sabio y honorable donde los haya.
Pero Dña. Aurora Algarra, a pesar de que la ganadería esté en un buen momento, ella es extremadamente exigente y nunca se conforma, sigue su lucha diaria en busca del toro con calidad y con emoción, y está volviendo al lugar de honor que ocupó la ganadería en la época de su padre, ese lugar de privilegio en el toreo que se ha ganado a pulso.
Entre la tiranía del sistema taurino donde los aficionados somos los últimos de la fila para todo, entre la oscuridad de los despachos del taurineo donde se cuecen tantas injusticias y entre tanta hipocresía y falsedad en los tiempos que corren tanto en el mundo del toro como en la vida misma, Dña. Aurora Algarra sigue esa aura de romanticismo y sabor añejo, mantiene su personalidad, su seriedad y su carácter al frente de la ganadería, como su padre y como todos los ganaderos de solera que han dado categoría a la fiesta de los toros a lo largo de la historia, por todo ello y por mucho más, la casa ganadera Algarra es un ejemplo a seguir como ganaderos y sobre todo como personas, primero con D. Luís Algarra Polera, que desde el año 2006 observa orgulloso a su hija desde su palco de ganaderos del cielo como Dña. Aurora Algarra Crehuet tomó las riendas de su legado y lo continúa con éxito.
El mismo camino que aprenden y siguen también con el mismo amor y cariño los que vienen por detrás, el futuro, hijos y nietos de extraordinarios ganaderos, que llevan los apellidos Murube y Algarra marcados a fuego en el corazón, Concha, Aurora, Marta, Carmen y José, una familia encantadora con el que el futuro de las ganaderías de Murube y Algarra está garantizado y lleno de esperanza, pero mientras les llegue su momento dentro de muchísimos años, Dña. Aurora Algarra seguirá honrando a la ganadería brava luchando incansable día a día, de sol a sol, con esa afición desmedida para criar ese toro que nos emocione a los aficionados y que dé tardes de gloria a la tauromaquia. Es una persona especial, un ejemplo a seguir, es una ganadera señora y una señora ganadera, es la capitana de “La Capitana”.
UNA VISITA
DE ENSUEÑO A LA GANADERÍA DE
LUÍS ALGARRA
El pasado sábado día 18, fui invitado a la prestigiosa ganadería de Luis Algarra (oficialmente don Luís Algarra Polera), por la Asociación de Aficionados Prácticos de Córdoba, donde tuvo lugar un tentadero de seis vacas que dieron un magnifico juego. El buen comportamiento del ganado, nos hizo disfrutar mucho a los asistentes, y en particular a los aficionados prácticos que se pusieron delante de los distintos ejemplares. Merecían llamarse toreros más que aficionados, porque aunque es una agrupación formada por aficionados, resolvieron el tentadero y torearon como verdaderos profesionales.
Doña Aurora Algarra, en todo momento, estuvo pendiente de cuanto acontecía, así como su marido el ganadero Jose Murube Ricart, y la hija de ambos: Marta Murube Algarra.
La familia al completo, quedó muy satisfecha de como se llevó a cabo el tentadero y de las buenas maneras y preparación técnica de los aficionados prácticos cordobeses.
Una jornada inolvidable, por la que los asistentes quedamos muy complacidos. Y de agradecer, que la ganadera diera a la Asociación la enhorabuena y emplazarles de nuevo a otra tienta.
Seguidamente nos invitó en unos magníficos salones, a un almuerzo de categoría.
Y por mi parte deseo añadir, que Aurora, José y Marta nos atendieron de forma excepcional y muy cercana, hasta el punto de que teniendo en cuenta la categoría de ambas ganaderías, pregunté si ellos eran los ganaderos… con personas tan agradables y sencillas da gusto conversar y tratar.
Muchas gracias.
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