ANDRES LUIS DORADO--JOSE LUIS TORRES
DORADO Y TORRES DIERON LA TALLA
Andrés Luis Dorado y José Luis Torres, dos toreros de Córdoba a los que les une, además, el llevar por
segundo nombre de pila Luis, “Hluo dowic”, (Guerrero Famoso), eso han
demostrado esta temporada: ser dos guerreros en la lucha contra “los ninguneos”
que existen en los “entrebastidores” de la fiesta. Ambos han dado la talla en
las oportunidades que les ofrecieron esta temporada sin defraudar a nadie.
Dorado, doctorado el 8 de octubre de 2004, inició la temporada
el 15 de julio, en Montilla (Córdoba), cerrándola el 15 de septiembre en San
Agustín de Guadalix (Madrid), allá por el “Valle del Terror”. El 14 de agosto
sufre una cornada grave en Azuaga (Badajoz), que le hizo perder varios ajustes.
Seis actuaciones (Montilla, Azuaga,
Cabra, Zalamea la Real, Cehegín y San Martín de Guadalix), con un balance de 4
puertas grandes y 12 orejas.
Torres, que recibió la alternativa el 26 de mayo de 2005, en
manos de “Taurocerro” desde el 21 de mayo, inicia la temporada el 27 de ese mes,
en Villamayor de Santiago (Cuenca), y la cierra el 13 de octubre, con un
festival en Ayamonte (Huelva). Completó 12 actuaciones (Villamayor de Santiago,
San Clemente, Marbella, la Roda, Lodosa, Cebreros, Marbella, Torremolinos,
Iniesta, Torremolinos, Torremolinos y Ayamonte), en las que consiguió 8 puertas
grandes, 22 orejas y un rabo.
El balance de ambos es más que respetable. Los hemos seguido en
casi todas sus actuaciones, nadie les regaló nada. Dos nombres de Córdoba de
corte diferente, dos conceptos distintos del toreo, dentro de la pureza de la
tierra que los alumbró. Las parejas en el toreo siempre despertaron interés.
Recordemos en Córdoba: “Zurito” y “El Puri”, “Finito” y “Chiquilín”. Córdoba
siempre necesitó de alicientes. Dorado y Torres; moneda al aire; veamos quien
la recoge. Ellos seguro que no van a defraudar. Su gesta bien vale un poema. ¡Suerte!.
Domingo Echevarría
A Andrés Luis Dorado
Altiva su figura
resplandece
en el albero, al sol de
la tarde.
Su pundonor, con el valor
se mece,
en la torera expresión de
un alarde.
Es el tesón que se
rejuvenece
como fuego que a contra
viento arde.
Porfía, corazón que se
enaltece,
hombría, negación a lo
cobarde.
Cortando el aire su
capote airoso
dibuja sus sentidas
filigranas,
capricho de los duendes
del albero,
y su muleta grana, el
temple grandioso,
que le inspiran las musas
soberanas,
de la tierra donde nació
torero.
Domingo Echevarría
TIENE
RAZA CORDOBESA
(A
José Luis Torres)
La Mezquita dice al río:
no seas agua distante,
ni mires para Sevilla
cuando me tengas delante.
Si tu buscas a un torero,
como de sobra lo sabes,
aquí los bendice el Cielo,
con su San Rafael Arcángel.
Sé que buscas Rafaeles
porque fueron los más grandes,
lo mismo que los Manueles,
con los Josés y los Juanes.
Pues ¡mira!... Guadalquivir…
éste suena relumbrante:
se llama José Luis,
José Luis Torres ¡compadre!
Ya sabes cuando te digo:
artista para mimarle…
aunque a él le importa poco
que le suelten catedrales.
Tiene raza cordobesa
de califas y sultanes;
es del junco la firmeza
de sus lances verticales.
Ve diciendo hasta Sanlúcar:
¡echad campanas al aire!
¡Córdoba tiene un torero!
que lo bendijo su Arcángel.
Lo señaló desde el Cielo
con la casta de los grandes.
Domingo Echevarría
MONTAJE JOSE LUIS CUEVAS
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