martes, 4 de marzo de 2014

                                                   A QUIEN NOS LLAMA ESTÚPIDOS
Dirijo este escrito, a quien, “sacando pecho” como veterinario abolicionista, desahogadamente, llamó estúpido al espectáculo de la fiesta de los toros, en su carta enviada a Diario Córdoba, el 22 de febrero de 2014, y a quien, en lo sucesivo, llamaré “señor licenciado”.
Sepa “señor licenciado” que, tanto el Sr. Gordón, como todo aficionado que se precie de ello, conoce bien vuestras actividades, mayormente por el grado de ordinariez de algunas de ellas, por ejemplo, la de enviar chicas desnudas a las plazas de toros.
Por otra parte, me alegra ver como toma para expresarse, vocablos de la “jerga taurina”, como “espantá”, porque al menos, la nuestra, ya le sirve para culturizarse. Y referente a la “espantá” a la que alude en su carta, más bien será que, aunque no lo crea, la fiesta de los toros, es un espectáculo para inteligentes y personas de una depurada sensibilidad, muy dadas al dicho: “a palabras necias, oídos sordos”. Al respecto, le señalo también, que personalidades como Premios Nobel, grandes filósofos y estudiosos de la sensibilidad humana como Carlyle, Bergamín o Unamuno; escritores como Góngora, Cervantes, Bécquer o Lorca; pintores como Goya, Zuloaga, Romero de Torres, Ruano Llopis o Picasso, han explicado perfectamente la esencia de la sensibilidad taurina; ¡Claro! que quizás, al respecto, usted conozca más a Brigitte Bardot.
Por su tajante calificativo de espectáculo estúpido, se deduce que considera estúpidas, a culturas como la cretense o  árabe; a la afición francesa, siendo Francia pionera en la defensa de los animales, y pionera en declarar a la fiesta de los toros Patrimonio Inmaterial; que igualmente, su calificativo denota el poco respeto que siente por sus compañeros veterinarios, que han estudiado y estudian al toro bravo, desde el punto de vista taurino, y ejercen su profesión en su entorno. Del mismo modo, ofende al mundo flamenco pues, como bien decía el gran Pepe Marchena: “los toreros y los flamencos somos como de la misma familia”; porque tampoco sabrá usted, la gran cantidad de matadores de toros y subalternos que ha habido en las grandes dinastías flamencas.
Finalmente, decirle “señor licenciado”, que hay muchos animalitos realmente desvalidos por el mundo, muy necesitados de ser atendidos, así que si dirige la actividad de su Asociación a su cuidado, y a erradicar el hambre en el mundo, conseguirán mucho antes una medalla o un Nobel.
Además, “sacando pecho” como veterinario de la forma que lo hace, y haciendo esas manifestaciones, flaco favor concede a tan reconocido e ilustre Colegio al que pertenece, a la vez que ofende también a uno de sus máximos representantes: don Rafael Castejón y Martínez de Arizala, que como sabrá, fue un gran amante de la fiesta de los toros.
                                                             
             
                                                      Domingo Echevarría

No hay comentarios:

Publicar un comentario