sábado, 1 de marzo de 2014

               EL TOREO DE FINITO LLORÓ A PACO DE LUCÍA


Así lloró “Finito de Córdoba”, la pasada tarde del 28 de febrero de 2014, al irrepetible maestro de la guitarra Paco de Lucía,fallecido el día anterior,  la que ya inició con un minuto de silencio, en su recuerdo. Su toreo de hinojos, de recibo al primer toro, tras aquel minuto de silencio, nos pareció impregnado de ese soniquete por Bulerías que nos legó la guitarra del de Algeciras. Continuó con el toreo a la verónica al compás de la magia que parecía llevar el aire por alegrías, de las manos del alma del guitarrista universal.
Su toreo de muleta fue profundo y “jondo”, majestuoso, como los trinos de la guitarra del gaditano en su Taranta “Fuente y caudal”, o los pellizcos de la seguiriya “Luzía” que el genio de la “sonanta” dedicó a su madre, (de origen portugués) la que lo trajo al mundo con esa virtud de transmitir con sus dedos el sentir flamenco de su corazón, ese corazón grande que dejó de latir privándonos de su presencia viva, pero no dela espiritualidad de su música, porque ésta ya es eterna.
 Tres toros de Fuenteimbro, a cual mejor, lidió “Finito”, en esta XXI fiesta campera, organizada por ese incondicional CLUB que lleva su nombre, presidido por su incansable Presidente Manolo Cuevas Parejo, y celebrada como todos los años en ese marco incomparable de “Los Jardines Taurinos del Pilar”, a un tiro de piedra de La Carlota (Córdoba).
Como todos los años, allí no faltó de nada, desde los refrescos a los ricos caldos, y desde la exquisita cocina de aquel singular Hotel-Restaurante, tan taurino, incluido el rico potaje, a los sabrosos dulces de la tierra acompañados del reconfortante café calentito.
Esta noche, cuando la luna de los cerraos, la de los “enamoraos”, la de los toreros y poetas, se refleje en la arena del coqueto coso de “El Pilar”, recordando el sentido toreo del maestro “Finito de Córdoba”, añorará también la mágica melodía “Reflejo de Luna” por “Granainas” del genio flamenco que hoy llora el mundo entero, y sobre todo, su tierra Cádiz.


EL TEMPLE POR SOLEARES

Quería Dios un torero
que rayara el infinito,
y señaló a Juan Serrano,
el que se apoda “Finito”.
Y lo hizo emperador
con el capote torero
y de muleta ¡el mejor!
que yo he visto en el albero.
No hay un pintor que pinte
su arte por naturales,
pero Paco le dio el temple
del compás por soleares.
Otro Califa torero,
otro ídolo en el ruedo,
gloria para la afición
que le grita en ovación:
¡Torero, torero, torero!.
                                               

                                                Domingo Echevarría 

FOTOS J.L.CUEVAS










































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