viernes, 9 de febrero de 2018

FRANCISCO SÁNCHEZ SACO PRESENTÓ UNA EXPOSICIÓN DE PIROGRABADOS


Tuvo lugar, en la Sala “Romero de Torres” del Real Círculo de la Amistad, el pasado jueves, 8 de febrero de 2018.
Perteneciente a dos grandes dinastías toreras de Córdoba, nace Francisco Sánchez Saco en 1939. Nieto por vía materna de Manuel Saco de León (1878-1922), cordobés y un gran subalterno de Joselito “El Gallo”, en el que, el maestro de Gelves tenía suma confianza por su poderío ante las reses fuertes y



complicadas, tanta que llegó a despertar celos en sus compañeros de cuadrilla. Su madre, Carmen Saco Rodríguez era prima hermana de “Manolete”, y por tanto hermana de Rafael Saco Rodríguez, subalterno del Monstruo de Córdoba.
Carmen Saco Rodríguez casó con Rafael Sánchez y Sánchez, apodado taurinamente como “Camará II” (1903-1980), quien de novillero despertó gran interés en la afición de su tiempo, tras su presentación en Madrid con picadores. De este matrimonio nacieron Rafael, Manuel, Francisco, Pepe, Fernando y
Antonio, todos ellos toreros de oro y plata, y más tarde profesionales de la joyería, menos Antonio, “Tato” en los carteles, que después de retirarse como novillero con picadores, ejerció de aurífice durante unos años, ingresando después como empleado en una importante entidad bancaria, donde se jubiló recientemente. También nacieron del matrimonio tres hembras. Una de ellas, Meli (fallecida), fue esposa de Rafael Blancas, perteneciente a la gran dinastía de constructores de banderillas, rejones y divisas, de Córdoba, y hombres de confianza de los grandes empresarios que
regentaron, tanto el “Coso de los Tejares”, como el actual de “Los Califas”. Rafael, además, ha sido muchos años director de la Escuela Taurina del Círculo Taurino de Córdoba.



Como casi todos los artistas, Francisco Sánchez Saco llevaba dentro otra inquietud artística: el pirograbado, la que afloró una vez retirado de los ruedos, después de una dilatada carrera a las órdenes de los grandes toreros de su época, entre ellos: Manuel Cano “El Pireo”, “El Monaguillo”, “El Puri”, “Zurito”, “Currillo”, “Morenito de Jaén” y Juan Arias, así como, también, en las filas
de “Palmeño”, “Miguelín”, Victoriano Valencia, “El Hencho”, Luis Miguel Dominguín, Paco Bautista y Curro Cruz.
Aunque con menos asiduidad, también actuó a las órdenes del V Califa, Manuel Benítez “El Cordobés”, “Paquirri”, “Parrita”, y con la mayoría de los novilleros de entonces. 



Hoy se ha dado a conocer en su nueva vena artística, una técnica que se realizada con el pirógrafo, un aparato eléctrico al que se le acoplan diferentes puntas metálicas que van quemando la madera en este caso, dependiendo su resultado de la
intensidad del calor y el tiempo de contacto. Esta técnica requiere de cierta habilidad manual y dominio de la luz y sombra, sin permitir ningún error, siendo lo más importante tener una gran dosis de paciencia y buen pulso, cualidades que atesora Paco, y que demuestra en la exposición que se inauguró el pasado jueves 8 de febrero, y que permanecerá hasta el 22, de este segundo frío mes del año en curso 2018, como se ha dicho, en la Sala “Romero de Torres” del Real Círculo de la Amistad de Córdoba.
La colección que se muestra en la exposición tiene como hilo conductor la ciudad de
Córdoba, sus rincones, sin olvidar la admiración del artista por el gran pintor de Córdoba, Julio Romero de Torres, ni el maestro por antonomasia, Miguel Ángel. Una intensa producción que muestra también algunos animales salvajes y domésticos que el autor ha plasmado con la interesante técnica del pirograbado.
Felicitamos a Paco por su nueva faceta, y desde aquí le deseamos grandes éxitos y larga vida.
Domingo Echevarría
Fotos: de archivo y José Luis Cuevas









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