martes, 5 de septiembre de 2023

 

La terna, de vacío en la de Prieto de la Cal en Calasparra 



La segunda novillada de la Feria Taurina del Arroz de Calasparra se saldó sin trofeos debido fundamentalmente al escaso juego de la novillada de Prieto de la Cal, que no dio facilidades para el lucimiento de la terna.


FICHA:

Se lidiaron novillos de Prieto de la Cal, bien presentados y de escaso juego.

Rafael Reyes, silencio tras dos avisos y silencio. 
Borja Ximelis, silencio tras aviso y silencio.
Manuel Olivero, silencio y silencio tras aviso.

Más de media plaza.

COMENTARIO:



Rafael Reyes se las vio con un primer novillo al que le costaba pasar y que se reservaba siempre. Lo intentó por los dos pitones sin apenas lograr nada lucido por la brusquedad de su oponente, que en ningún momento se entregó, topando y echando la cara arriba en cada embestida. Mal con los aceros, escuchó dos avisos, cayendo el novillo justo cuando sonaba el tercero. 






En el cuarto, Rafael Reyes no se confió ante un novillo mirón al que no pudo torear ni con el capote ni con la muleta. Se limitó a intentarlo con visible desconfianza y a matar a su oponente. Fue silenciado. 



Borja Ximelis calentó el ambiente con un recibo de capa variado y vibrante. También se lució en banderillas, tercio en el que el de Prieto de la Cal pareció agotarse, quedando parado en la muleta. Los intentos del alicantino fueron en balde ante un animal mirón y reservón. Mató de estocada. Silencio. 




Ximelis únicamente pudo hacer algo destacable con las banderillas en el quinto, ya que con capote y muleta quedó inédito, sin confiarse ante un novillo que no pasaba y tenía sentido. 



Manuel Olivero quedó inédito ante el tercero de la tarde. Ni con el capote ni con la muleta pudo hacer nada destacado ante otro novillo que no dio facilidades pero ante el que el novillero estuvo muy desconfiado en todo momento. Mató a la primera. Silencio. 



La historia se repitió en el sexto, otro novillo que nunca se entregó y que sembró la desconfianza de nuevo en Olivero, que no pudo dar ni un muletazo. Mal con la espada, escuchó un aviso. Silencio.

FOTOS: TOROMEDIA

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