sábado, 30 de septiembre de 2017

Fernando Martín Torosa, gran torero cordobés de los años 70.


Ricardo Martín Guerra y María Tortosa Conde, se casaron en Santa Marina y se instalaron en el número 3 de La Fuensantilla, donde al poco tiempo nacería Fernando Martín Tortosa, un domingo 25 de junio de 1946 y, en torno a los siete años, estrenó casa en la calle Cerámica de Cañero. Desde bien pequeño su padre lo llevaba a la Plaza de Toros de “Los Tejares”, que en más de una ocasión se tuvieron que quedar fuera, pues no había dinero para entrar. De aquella época, relata Fernando que todavía recuerda el impacto que le causó ver salir a hombros por el arco de la Malmuerta,  camino de San Cayetano, al prestigioso Maestro del Toreo, José María Martorell.


Fue en los corrales del Matadero, saltando la tapia para torear alguna vaquilla que otra  y también, haciendo “la luna” en el campo, como iba satisfaciendo esas ganas de torear que llevaba dentro, y que poco apoco irían cuajando en el chaval de Santa Marina.

En Madrid hizo su presentación como novillero el 28 de septiembre del año 1967, matando reses de Adolfo Rojas y el Macareno. Un año más tarde, tomó la alternativa en la Plaza de Toros de Los Califas de Córdoba el 19 de marzo de 1968, actuando como  padrino el prestigioso Diego Puerta y como testigo, el también torero cordobés, Manuel Cano “El Pireo”. El toro de su alternativa, herrado con el número 81, de 465 kgs, se llamaba "Desgraciado" de la ganadería de Gerardo Ortega Sánchez. El Maestro Tortosa, tras una gran faena, dio la vuelta al ruedo, después de una gran petición de la oreja por el público asistente.






Bien pues, después de una magnífica trayectoria profesional, se retira, se dedica a sus  hijos y esposa, disfrutando de la vida  en familia, recordando sus triunfos y pormenores de la Tauromaquia, en el acto celebrado en la tarde del 28 de septiembre de 2017, en el Salón de Actos del Coso de los Califas, ante el Presidente de la Sociedad Propietaria de la Nueva Plaza de Toros de Córdoba, D. Rafael Centeno, el maestro Tortosa tuvo el honor de donar la Cabeza conservada de “Desgraciado” y el Traje de Luces, de Torear de aquella ilustre


inolvidable tarde triunfal. Al acto asistieron otros miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Propietaria de la Nueva Plaza de Toros, numerosos socios de la Propiedad de la Plaza, así como El Doctor D. Celso Ortiz, Presidente de la Casa del Toreo y otros miembros como el Doctor D. Santiago Carrasco Rico, D. Rafael Sánchez, Dª. Antonia  Martón Guillén, D. Vicente Raya, el Profesor D. Aniceto Méndez Sánchez (Director de la Cátedra de Taurología de la Universidad de Córdoba), D. José María Montilla, ex matador de toros y hoy, Decano de los Toreros de Córdoba.

Informa: Aniceto Méndez.
Fotografías: José Luis Cuevas







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