Artículo de Benjamín Bentura Remacha. Periodista. Fundador de la Revista “Fiesta Española”. Escalera del Éxito 85
Me acordaba de “Don Tancredo”, que debutó en Madrid el día 1 de enero de 1900, y me hacía cruces porque opinaba que esa no era fecha para celebraciones taurinas, pero llegó don Rafael Sánchez “Pipo”, que apoderaba a los novilleros José Fuentes y Paco Pallares y se había puesto en contacto con José Luis Marca, que apoderaba a Manuel Álvarez “El Bala”, y montaron una novillada en Almería para el primer día del año 1965. Yo conocía la Almería de los primeros años de los 50 del siglo pasado porque me apunté a un campo de trabajo para universitarios que organizaba el jesuita padre Llanos y conocí una ciudad paupérrima, con un barrio pintoresco, La Chanca, de casitas de una planta pintadas de blanco y con una población de endémicos males en sus ojos y pulmones y muy pocas perspectivas económicas. ¿Quién podía ir a los toros en aquel lugar? Recordaba que mi destino había sido una hipotética mina de oro de Rodalquilar, aunque yo solo vi trabajos para hacer  carreteras. Vagonetas que se cargaban en el desmonte, que se conducían por railes y que se frenaban con trancas de madera en el lugar en el que se descargaban barranco abajo. Te recomendaban que llevases tabaco para invitar a los trabajadores y tener algún descanso entre vagoneta y vagoneta. Comida frugal y  colchoneta de paja para el descanso nocturno.
“Pipo” había ganado muchos duros de plata durante la guerra civil sin disparar un cañón pese a estar en Artillería, donde también vivió la guerra “Manolete”. Gran amistad y seguidor fiel de las actuaciones de su paisano hasta el punto de verle setenta y tres actuaciones en 1944, el año en el que Manuel Rodríguez casi alcanzó los cien festejos. Rafael empezó su temporada en las Fallas de Valencia y terminó en Gerona, con apoteosis final en Barcelona. (Quién te ha visto y quién te ve) Terminada la guerra, don Rafael sigue su actividad comercial que iba desde vender desodorantes y desinfectantes a suministrar gambas o cigalas a establecimientos o venderlos él mismo en su establecimiento de Córdoba o de Zaragoza, donde encontró a su media naranja, Rosario Marruedo Monge, con la que se casó en la iglesia cordobesa de Santa Marina. Recuerdo que don Rafael me contó que “Manolete” tuvo amores con una gitana que luego fue novia de “El Coli”, el banderillero que fue corneado fatalmente por un novillo de Rodríguez Arce en la plaza de Las Ventas el 15 de agosto de 1964. Los escarceos como apoderado, bien aconsejado por José Flores “Camará” empezaron con Rafael Molina “Lagartijo”, sobrino de “Manolete” y descendiente del primer Califa, torero exquisito en las plazas de tientas y sin temperamento para enfrentare a los cornúpetas en las plazas, siguieron con Manuel Capetillo, algunas novilladas con los albaceteños Montero y Pedrés y el vallisoletano Jumillano, el mexicano José Ramón Tirado y sus amores con Lola Beltrán, que se casó con Alfredo Leal aunque antes lo había hecho en secreto con Tirado en Guadalajara, el murciano y complicado Manolo Cascales, los cordobeses Montilla y Clavel, Antonio Ruiz “Espartaco” padre, “El Mesías”, Zoilo, Porras, Curro Vázquez y los citados Fuentes y Pallarés. Falta en esta lista Manuel Benítez “El Cordobés”, para el que don Rafael montó el soporte de su arrollador caminar entre las masas de espectadores. Cualquier cosa la convertía en publicidad, una ausencia del ruedo por lesión, el festival en plaza portátil en El Pardo, la novela “…O llevaras luto por mí”, el roba- gallinas, el maletilla muerto en una capea, los pelos, los triunfos, los fracasos… Cuando Benítez despidió a don Rafael  ya estaba montada la gran falla que iba a dar mucho calor a los empresarios. ¿Se lo agradecieron?  Algunos.
El poso manoletista apareció con el linarense José Fuentes: “Linares se lo llevó, Linares nos lo devuelve”. El dardo de la palabra, que decía mi paisano Fernando Lázaro Carreter, casi de mí mismo pueblo, Magallón, a la sombra del Moncayo. José Fuentes había nacido en el lugar de la cornada de “Islero” al tercero de los Califas. Su figura estilizada y elegante podía servir de señuelo para el recuerdo. Paco Pallarés, salmantino, buen torero y, como su compañero Fuentes, novilleros de grandes éxitos en Barcelona. La capital catalana, en la que “Manolete” toreó 70 festejos, más del doble que en la segunda de sus plazas, Valencia, 34. Fue la Meca de muchos toreros. Hoy permanece cerrada y algunos dicen que por abulia taurina de su propietario, el hijo de don Pedro.
Manuel Álvarez “El Bala” completaba el cartel del Año Nuevo de 1965. Sevillano pero muy alejado de lo que algunos califican de escuela sevillana. Tremendista, muy expuesto al peligro de las astas. Tomó la alternativa en Arles, Francia, y en un festejo celebrado en la plaza de sus éxitos, San Sebastián de los Reyes sufrió tan grave cornada que hubo que amputarle la pierna. Palomo Linares toreó un festival en solitario y otro se celebró en Sevilla en su beneficio y con los más de tres millones que se recaudaron montó una cafetería en su lugar de necimiento hasta su temprano fallecimiento.
Se animó el ambiente taurino de la remozada Almería y en un buen hotel nos juntamos la víspera los apoderados, Fuentes y Pallarés, las cuadrillas, algunos informadores y seguidores de los toreros de “El Pipo”. Marca estaba eufórico y prometía que le regalaría un vestido de luces a su poderdante si triunfaba en la novillada. “El Bala” llegó ya bien entrada la mañana del día de Año Nuevo y con los síntomas lógicos de haberse bajado en todas las estaciones en las que paraba el tren correo de Sevilla a Almería para visitar las cantinas de todas ellas. Fuentes y Pallarés respondieron a lo que de ellos se esperaba y “El Bala” apenas pudo estoquear a sus dos novillos. ¿Un traje de luces?- se preguntaba José Luis Marca. Una … Ese mismo año, 1965, Antonio Ordóñez le dio la alternativa a José Fuentes en Málaga y Santiago Martín “El Viti” a Pallarés en Salamanca.
Yo fui amigo de don Rafael desde un día que me citó en “La Tropical” madrileña de la calle de Alcalá, frente a la de Sevilla y más desde que dejó de apoderar al “Pelos”. Le publiqué una foto montado en una bicicleta mientras su pupilo se desplazaba en un lujoso “mercedes”. Ganaba el dinero por “kilos” y los grandes empresarios le firmaron la funda de su almohada.
LA PLAZA DE ZARAGOZA
Es una de mis debilidades. No en vano la viví administrativamente durante casi veinte años, desde 1979 a mi jubilación, desde la limpieza de la fachada del arquitecto M. A.Navarro a las verjas de los soportales del arquitecto Javier Navarro, los corrales y las viviendas del conserje y el mayoral del arquitecto Borovio o la cubierta anclada sobre el cinturón de hierro del arquitecto José María Valero. Luego siguieron las reformas hasta llegar a la realidad actual: la mejor y más cómoda plaza de toros de España. La primera cubierta con más de 250 años de historia. Muchos empresarios desde José Antonio Chopera al que sustituyeron los hermanos Lozano, Arturo Beltrán con Victoriano Valencia, Justo Ojeda y algunos ensayos que no dieron buen resultado. La última Feria del Pilar fue una Feria de éxito artístico y buen resultado económico . Parecía lógico darle una prórroga al autor del milagro, Simón Casas. No fue así. La Diputación pensó que debía participar de ese aumento de recaudación en las corridas y los festejos populares y ha elaborado un nuevo pliego de condiciones en el que se fija un canon entre 150 mil euros y 300 mil euros, precio de las localidades con la rebaja del IVA del 21% al 10%, a mayor rebaja más puntos, hasta 45, cuatro años sin prórroga, ferias de San Jorge y El Pilar, concurso de ganaderías con divisas fundacionales(¿?), una novillada con novillos de Santa Coloma (¿Los Maños?) y un festejo de promoción para las escuelas taurinas (¿Cuáles?). Experiencia de haber organizado al menos 10 corridas en plazas de primera y segunda categoría, cuatro conferencias, visita a una ganadería de 50 personas elegidas por sorteo entre los abonados, una clase práctica con becerras para los alumnos de las Escuelas de Aragón (¿?) y un ciclo de tres películas taurinas comentadas por un experto (¿?).