viernes, 21 de agosto de 2020

LA ERMITA DEL PRETORIO


El erudito Teodoro Ramírez de Arellano, describe así lo que era la ermita del Pretorio y su ubicación:


...”Pasado el Campo de la Merced se encuentra otra llanura conocida por El Pretorio, muy variada en los últimos años. La Huerta de la Reina avanzaba toda la línea que forma de la estación de los ferrocarriles cerrando la calle paralela a ella y dejando un camino estrecho entre la tapia y la del huerto de la Merced -conocido por el Callejón de los Toros, que después en línea curva iba a donde está la fábrica de harinas detrás de la estación. En el lado opuesto había una haza en alto, que se desmontó para la explanación de la vía.../…


Dibujo de Francisco Jiménez

En la tapia de la expresada huerta había un humilladero al que se subía por dos escaleras opuestas, y allí se veneraba con gran devoción de los vecinos del barrio del Matadero y muchos de Córdoba, un Ecce Homo en lienzo, que era una pintura antigua de algún mérito. Su construcción insegura demostraba que en más de una ocasión se había reedificado, la última vez a fines del siglo XVIII. Derribada la tapia de la huerta, no tardó en agrietarse la ermitilla, haciendo indispensable su derribo. Llevóse a cabo, y la imagen se trasladó a la parroquia de San Miguel, donde con bastante culto la conservaron algunos años.
Los constantes devotos del Señor del Pretorio no estaban contentos con tenerlo lejos del sitio en que...”...


Queda claro que el primitivo humilladero se encontraba adosado a la tapia de la mencionada huerta de La Reina, y era visitado por piconeros, toreros y necesitados.
A partir de que tan precaria construcción se derribó, se inicia el capítulo moderno de su azarosa historia. No faltó quien se ofreciera para costear de forma altruista el nuevo templete, tal es el caso del arquitecto Pedro Nolasco, cuya sana intención no llegó a prosperar.
Transcurrió un año de vanas promesas (1865) por parte del consistorio, y fueron los propios vecinos los que reclamaron y propiciaron la nueva construcción de la ermita, o cuando menos colaboraron con aportaciones económicas y con el montaje con tal fin de festejos taurinos.
Mientras tanto, los representantes sociales oficiales, sondeaban la opinión de los distintos estamentos. Se encargaron de la labor don Francisco Suárez y don Antonio María Toledano, quienes habrían de conseguir consenso para dilucidar el lugar más adecuado de su nueva ubicación. El arquitecto municipal don Amadeo Rodríguez propuso construirla en los alrededores de su anterior situación. Argumentó su punto de vista a los comisionados, y éstos trasladaron tan certero criterio a los compañeros de corporación. Fue muy importante la idoneidad del sitio a elegir, porque el deseo común era el de potenciar la futura zona urbana. Merced a la estación de ferrocarriles -en auge en aquellos momentos – se pretendía ofrecer al viajero un privilegiado y moderno acceso. Viene al pelo recordar que la locomotora San Rafael, fue la primera que circuló en Andalucía el 27 de abril de 1859, haciendo el recorrido de Córdoba a Sevilla. Seis años antes se habían iniciado las obras para el asentamiento de la vía férrea. Y había que ajustar y modernizar la zona meridional de la conocida como Huerta de La Reina. A primeros de 1858 se inició la construcción del edificio general de la estación y se terminó a finales del mismo año. Para integrar el nuevo conjunto urbano a la ciudad, se prolongó el Gran Capitán.



La zona paralela a la citada vía, que nos acercaba a la estación, modificaba el amplio terreno existente entre el Arroyo del Moro (que antaño discurría por la Avda. de los Mozárabes) y el camino terroso conocido hoy por Avda. de Cervantes. En esa zona se encontraban varias huertas que arrancaban en la prolongación de Los Tejares y llegaban hasta el Callejón de los Toros (actualmente Avda. de América).


BUENAS INTENCIONES Y POCO DINERO


El seis de abril de 1866, el equipo que regentaba el ayuntamiento, acordó realizar una obra poco dificultosa para no complicar el tema económico. Se encargó su dirección al arquitecto señor Rodríguez, pero sin realizar ni tan siquiera el 50% tuvo que abandonar por falta de medios.


En este punto son de nuevo, varias las personas que pretenden sufragar los gastos, pero tampoco fructificaron tan loables intenciones. Tan sólo logró una importante suma, el festejo taurino que organizó Rafael Molina Sánchez Lagartijo, quien en una de las ocasiones que paseaba cerca del Pretorio, conoció que las obras se encontraban paradas por falta de fondos y sin pensárselo dos veces, tomó la determinación de montar un festejo atractivo cuyos beneficios irían destinados a terminar de construir la ermita. Para éllo se puso en contacto con el picador Onofre Alvarez con el fin de darle forma al proyecto y sumar los ingresos a los posibles donativos para finalizar de una vez la ermita.
La fecha elegida fue la del 26 de diciembre de 1870 , acordando fijar unos precios populares, a saber:


GENERAL DE SOMBRA Y SOL ………. 5 REALES
PALCOS ………………………………….20 REALES
ASIENTOS DE BARANDILLA…………. 6 REALES


Se lidiaron cuatro toros del hierro de Rafael José Barbero, para la indiscutible figura de Lagartijo, alma del festival. Acompañando su labor en el ruedo por una cuadrilla circunstancial:


SOBRESALIENTE: JUAN RODRÍGUEZ JUAN DE LOS GALLOS
PICADORES: ONOFRE ALVAREZ Y FRANCISCO GUTIÉRREZ CHUCHI
BANDERILLEROS: JUAN YUST, JOSÉ GÓMEZ GALLITO, JUAN MOLINA y RAFAEL RODRÍGUEZ MOJINO
PUNTILLERO: RAFAEL BEJARANO


El festejo resultó un éxito total, tanto en el plano artístico como en el económico.

Pocas fechas antes de la celebración del festival, don Rafael de Luque y Lubián, a la sazón arquitecto municipal, presentó el 11 de noviembre de 1870, un estudio económico para finalizar la obra. Un mes después don Rafael es nombrado arquitecto provincial, y desde este puesto se manifiesta con más fuerza a favor de la definitiva conclusión de la ermita. Y tiene que realizar un nuevo estudio ( 8-2-1871) porque inexplicablemente el anterior había desaparecido.
Por fin ese mismo año se adjudica la reanudación de la obra a Mateo Inurria Uriarte -padre del famoso escultor -, quien hubo de entregar al ayuntamiento una fianza de 116 pesetas. El total ascendía a 2.333.64 pesetas, más una partida especial por la construcción de la bóveda de 128.89 pesetas.
Una vez finalizados los trabajos, se inaugura le ermita el 11 de enero de 1872. El día anterior se ofrecieron fuegos artificiales, conciertos e iluminación extra. A todos los actos festivos fueron invitados expresamente por el señor Fuentes los taurinos: RAFAEL MOLINA LAGARTIJO, MANUEL FUENTES BOCANEGRA, ONOFRE ALVAREZ, RAFAEL RODRÍGUEZ MOJINO Y RAFAEL SÁNCHEZ GÓMEZ.

CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS

Transcribimos una parte del estudio que realizó don Fernando Moreno Cuadro, acerca del arquitecto don Rafael Luque Lubián (1827-1891) :

...” es el ejemplo más importante del neogótico en Córdoba. Tiene planta cuadra de reducidas dimensiones y está precedida por un pequeño pórtico, cerrado al frente y en los laterales por verjas de hierro fundido, siendo las laterales fijas y la central de dos hojas giratorias. La entrada, situada a nivel inferior de la zona circundante, está rodeada por una gradería de piedra negra. El exterior es muy simple, siendo el pórtico lo más llamativo. La capilla está cubierta a
cuatro aguas y presenta dos pequeñas ventanas laterales con tracerías de trilóbulos. El pórtico de cubierta plana, tiene varios vanos: dos laterales y uno al frente con arco deprimido, enmarcado por una moldura conopial. La fachada se completa con una arquería ciega y una cornisa decorada con bolas, que se prolonga por los laterales del pórtico; termina con crestería de seis cuadrilóbulos y dos agujas. “…


EL CUADRO DEL CRISTO DEL PRETORIO

Se trata de un lienzo sobre una tabla, en el que figura al óleo, el histórico Ecce- Homo conocido por el Cristo del Pretorio, realizado a finales del siglo XVIII.
Después de una meticulosa intervención, realizada por la restauradora de la Diputación Provincial Laura de Santiago Marín, el cuadro en 2015 volvió a resplandecer en el interior de la ermita.

UNA LLAMA QUE NO CESA...

Lagartijo fue el torero que más se preocupó por la ermita del Pretorio y encendió la primera llama que acompañaba al Cristo día y noche, para que se perpetuara y recordara pasados los años, que la ermita fue el templete de los toreros y de los piconeros de paso hacia la sierra...
Después del primer califa vino el segundo, ni más ni menos que Guerrita, que se encargo de mantener viva la llama, suministrando mensualmente un litro de aceite.
Y a continuación el tercer califa: Machaquito, quien a través de su esposa Ángeles Clementson colaboró de idéntica forma. En este caso fue cumpliendo una promesa, porque según Machaquito, el cristo le evitó sufrir una accidente trágico cuando con la familia, circulaba en un coche de caballos.
Y como no, también el cuarto califa Manolete, ayudó al sostenimiento de tan entrañable recinto.



Y más recientemente, Antonio Bustos se preocupó del cuidado de la ermita durante cuatro décadas, y de que la llama se mantuviera viva.
Actualmente sigue viva, homenajeando con su tintineo lumínico desde hace ciento cuarenta y ocho años, al Cristo del Pretorio y a su primer benefactor Rafael Molina Sánchez Lagartijo. Gracias a la Asociación de Vecinos Torre de la Malmuerta, que desde el 29 de noviembre del 2006 cuida de que así sea, y a cuyo presidente Jesús Padilla le agradecemos su disposición y la cesión de imágenes de la capilla. Y como no, puestos a agradecer nos complace manifestar nuestro reconocimiento a la persona – componente de la Asociación -que de forma desinteresada cuida de que la Ermita y su interior estén ordenados y limpios, y que las velas se encuentren encendidas, para perpetuar la llama en honor del Cristo del Pretorio. Nos referimos a JOSE MANUEL BENEITEZ PRIETO (singular el segundo apellido)…, que curiosamente no es de Córdoba, sino que es un leonés enamorado de Córdoba... Por eso junto al Cristo, le ha buscado un sitio a su Virgen del Camino...


TRASLADO DE LA ERMITA

Con motivo de la reordenación de la zona, por la actualización de la estación de ferrocarriles, el Plan Renfe como se le denominó. La ermita – desmontada piedra a piedra – por
operarios de la empresa Ros Zapata, cambió de ubicación que a mi juicio se acerca más al lugar del antiguo humilladero.
Finalmente, el 13 de enero de 2003, las autoridades y el pueblo de Córdoba, se volvieron a encontrar en la histórica y entrañable Ermita del Pretorio unos metros más allá...










FRANCISCO BRAVO ANTIBÓN

José Luis Cuevas
Montaje y Editor

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