MANUEL ROMAN: LECCION DE UN MAESTRITO
Se trataba de una semifinal televisada de las novilladas de Canal Sur, todos los compañeros habian acreditado una gran valia en las fases previas y se había preparado un serio encierro de Martín Lorca con algún novillo con hechuras de toro. Pero a Manu, como le llama el maestro Chiquilin cuando le aconseja desde el callejon, no se le alterara el gesto bajo ninguna circunstancia. Y así, el maestro Ruiz Miguel dijo en la retransmision por televisión que Manu parecia "un matador de toros en miniatura". Y así fue, porque "vio" al novillo desde que tras salir de los chiqueros, dio media vuelta y se volvió a entrar antes de que se cerrara la puerta. El nombre del novillo? Pues "Querencia". Imposible nombre más apropiado, porque todo el encierro tuvo la característica de tener muy marcadas las querencias. Manu lo capoteo con serenidad aguantando los topetazos sin descomponerse. Cuando le llegó el turno del quite a Cristiano Torres, de la Escuela Taurina de Toledo, este se colocó el capote a la espalda en los medios, aguantado tres o cuatro arreones fuertes, en el ultimo de los cuales el novillo le dio una vuelta de campana fortísima, en la que menos mal que no dio con la cabeza en el suelo. Salio Manu a la réplica en los medios por chicuelinas, y.el novillo se le fue derecho al cuerpo, desarmandolo.
El tercio de banderillas, en los medios, fue una odisea, Vio entonces Manu que en las afueras había pocas posibilidades, y que, además, el toro había vuelto a los chiqueros tras salir al ruedo, de modo que, tras brindar al maestro Ruiz Miguel, inicio la faena por bajo cerca de tablas, y el novillo se "rebosaba" en la muleta, de forma que al quinto muletazo, siguio doblándose con el novillo, pero solo por el piton derecho, enseñandolo así a embestir. Decía el maestro Pepe Luis que con los toros hay que "congeniarse*, es decir, hay que entenderse con ellos. Pues ese es el concepto que tiene Manuel Roman. Decidido a aprovecharle los tercios, continuó Manuel, ya vertical, por el piton derecho, erguido y con buena figura, y luego siguio con la zurda, cuidando de no salirse de la raya p"afuera, porque en los medios el novillo era imprevisible, una cabra. Todo lo hizo Manuel muy cerquita y ligado, para no dejar al novillo pensar, para que se sintiera podido. Hecha la faena, había que entrar a matar, pero era una semifinal y había que impresionar al respetable con el toreo de cercanias y por la espalda, eso así, hecho con cabeza. Y después, en la suerte contraria para no variar,.un estoconazo a toma y daca, pero defectuoso, que preciso de múltiples golpes de verduguillo. Las dos orejas quedaron en petición y vuelta al ruedo.
Enhorabuena a Manu por su lección, al maestro Chiquilin por sus enseñanzas, a El Califa por sus lecciones y a Alfonso Téllez, del Círculo Taurino de Córdoba, por su entusiasmo como impulsor de todo.
Pero sobre todo,.un abrazo al abuelo del torero, que siente más ilusión que si fuera el quien estuviera toreando.
José Maria Portillo Fabra
Presidente de la Tertulia El Castoreño del Real Círculo de la Amistad de Cordoba
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