JOSE LUIS TORRES EN ANTEQUERA
FOTOGRAFÍAS DOMINGO ECHEVARRIA
Y ENRIQUE ELIAS
PÉSIMA ACTUACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA PLAZA DE ANTEQUERA
(MÁLAGA).
De nuevo ayer, en Antequera, se
confirmó el dicho: “los que más daño le hacen a la fiesta están dentro de
ella”. En la corrida de toros celebrada, ayer día 2 de junio de 2013, en
Antequera (Málaga), el presidente de la misma, lo confirmó, negando el indulto
del cuarto toro, segundo del lote de José Luis Torres, cuando el público lo
pidió con insistencia. El toro, de la ganadería de Julio de la Puerta, como el
resto de la corrida, dio un juego excelente, que Torres exprimió al máximo,
pues el animal no se cansaba de embestir. Por ambos pitones iba y venía al más
leve toque del torero, después de hacer una buena pelea en varas, además de
mantener la boca cerrada, hasta el último minuto en la plaza.
Pero no fue sólo por esa, la que
calificamos de pésima actuación de éste presidente, pues también le negó una
merecida segunda oreja a Venegas, habiéndola pedido con mucha fuerza el
público, después de realizar el chaval una gran faena, en la que se jugó la
vida, y matar al toro superiormente.
No quedó ahí la cosa porque, en las
mismas circunstancias, le concedió a Galván, las dos, después de haberle
enviado un aviso. Con ello no queremos desmerecer la labor del chaval, pues su
faena fue muy meritoria, y los trofeos se los ganó a ley pero, después del daño
que le hizo a Venegas, le volvió a dar otra bofetada, con lo que mostró dicho
presidente una acusada falta de línea de criterio y muy poca sensibilidad.
Desde estas líneas, le hago saber al
señor presidente de Antequera, que los indultos son buenos porque redundan en
beneficio de los ganaderos, de los toreros, de las plazas y de la fiesta en
general, y más en los tiempos que corren, pues finalmente se habla de ellos en
todos los medios de información.
Y es que, estas actuaciones, de
alguna forma, debían de estar reguladas, para que no se cometan estas
injusticias. Del mismo modo que son amonestados y sancionados los
árbitros, por determinadas actuaciones en los partidos de futbol, los
presidentes de las corridas de toros, que cometan injusticias de este tipo,
deberían de ser sancionados con inhabilitación como presidentes, un determinado
número de festejos por organismo oficial al efecto, para que recapaciten más
sus decisiones y no adopten las posiciones prepotentes que en muchos casos
estamos acostumbrados a ver, juzgando a hombres que se juegan la vida.
Dicho esto, pasamos a relatar los
pasajes más relevantes del festejo.
Se lidiaron 6 toros de Julio de la
Puerta. Bien presentados y bravos, que dieron buen juego, excepto los dos
primeros. Metieron la cabeza admirablemente con codicia y fijeza, como podemos
apreciar en el reportaje gráfico. El primero de José Luis Torres, bronco y sin
clase. Torres estuvo valiente y decidido, a pesar de que, en más de un arreón,
no le arrancó la cabeza de milagro, en tarascadas echando la cabeza arriba
peligrosamente. Mató mal. Torres sigue sin estar fino con la espada.
El segundo fue un toro
extraordinario, bravo y repetidor, que como hemos dicho, mereció el indulto,
que el público pidió con insistencia.
Peleó bien varas, repetía las
embestidas con codicia y transmisión, las que Torres aguantó por ambos pitones,
echándole la muleta abajo, con soltura, valor y oficio, en series muy vibrantes
por su trasmisión, algo que dice mucho a favor del torero porque, como sabemos,
lo difícil en esto es aguantar al toro que repite, al que hay que saber llevar
para mantenerse colocado dándole continuidad a la faena.
A lo demás, al toro parado que te
permite colocarte y darle los muletazos de uno en uno, estamos más que
acostumbrados. Torres le hizo de todo y bien hecho.
Finalmente, mientras el público
pedía el indulto, el prepotente presidente, le hacía gesto al torero para que
matase, y Torres tiró por la de en medio. Nuevamente falló la espada, y todo
quedó en vuelta al ruedo. El presidente, en gesto de congraciar ordenó la
vuelta al ruedo del toro.
El resto de corrida, excepto el
segundo, que fue algo más complicado, fue de lujo, lo que permitió, a José
Carlos Venegas, que obtuvo vuelta tras petición en su primero, conseguir la
oreja con fuerte petición de la segunda, en el quinto, después de una faena
importante.
David Galván, estuvo muy bien en su
primero, pero todo quedó en saludos. En su segundo, consiguió merecida puerta
grande, ante un buen toro sexto, en esta corrida antequerana de primavera,
oscurecida por su pésimo presidente.
Domingo Echevarría
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