QUINTO
FESTEJO DE FERIA. SEGUNDA CORRIDA DE TOROS. Córdoba 31 de mayo de 2013.
6
toros de Núñez del Cuvillo, flojos. Menos el sexto, que pesó 490 Kgrs., el
resto pasaron de los quinientos. El primero se partió una pata y fue devuelto.
Miguel
Ángel Perera, en su primero se encontró con un toro noble pero escaso de
fuerza. Estuvo en su línea, con tranquilidad pasmosa delante de los toros, pero
no se pudo meter a fondo con animal porque protestaba por su falta de fuerza y,
después de varias series con quietud y temple, optó por el arrimón, en el que
una vez más demostró el gran valor sereno, más que demostrado, que tiene. Estocada entera. Fue muy aplaudido y hubo
leve petición.
Su
segundo fue un toro interesante y bravo, que después de derribar estrepitosamente
al caballo en la primera vara, casi lo logra en la segunda. Acordándose de que
había topado con algo duro, al llegar a la muleta, su cambio de aptitud fue
constante, por lo que tenía mucho que torear. Perera fue inteligente y no le
dejó tocar el trapo, pues si lo llega a lograr, le hubiera dejado dar muy pocos
más. Como siempre hubo los que se enteraron de lo que estaba pasando y los que
no.
Alejandro
Talavante estuvo en su primero con la personalidad que le caracteriza, de
torero estático. Tras largo recibo de capote, inició la faena pasándose al toro
por la espalda y por delante a pies juntos, siguiendo con unas series con la
derecha que calentaron mucho el ambiente, dada la transmisión que tenía el toro
por este pitón. Lo intentó por el izquierdo pero el toro protestaba mucho. La
faena se vino a menos, por los excesivos enganchones. Al final todo quedó en
petición leve.
Con el
segundo no tuvo opción pues fue el más soso de la corrida. Al final se le
agradeció su intento.
Gustó
mucho David Mora. Este torero tiene una flexibilidad admirable y, en el manejo
de las telas, además de su gran torería, destaca su personalidad, pues a su
juego de brazos une la composición muy torera de su figura, acompañando así el
viaje del toro de forma muy personal, con lo que destaca aún más su torería.
A su
primero, un jabonero que iba muy de largo, lo toreó muy bien de capa, rematando
con tres medias gustándose mucho, ya en medio de la plaza. Con la muleta,
inició su faena doblándose con él, de forma muy torera, con lo que consiguió
meterlo en la canasta. En la distancia corta se le paraba y se volvía mirón y
probón. El torero estuvo muy por encima de él, aguantándole los parones, con
mucho valor y sin aspavientos. Después de una buena estocada le cortó una oreja
con mucha fuerza.
Su
segundo fue protestón y se orientó pronto. Puso Mora voluntad pero el toro le
dio poca opción de lucimiento.
Saludó
en banderillas Félix Jesús Rodríguez y, en el palco, presidió don Manuel
Rodríguez Moyano, asesorado por Pepe Agüero y Vicente Pomares.
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