Padilla y Roca Rey cortan una oreja cada uno en tarde de enorme expectación
El jerezano recibió el cariño de la afición en su última tarde en la Maestranza
La primera corrida de esta Feria de San Miguel se saldó con una oreja para Juan José Padilla y otra para Roca Rey, además de contar con detalles de torería y calidad a cargo de Morante de la Puebla. En un ambiente de enorme expectación con cartel de 'No hay billetes, Padilla recibió el cariño de Sevilla en su última tarde en esta plaza y Roca Rey se inventó una faena en el sexto para que la corrida terminara de forma triunfal. Faltó la colaboración del ganado para que sucedieran más cosas interesantes.
FICHA:
Se lidiaron tres toros de Hnos. García Jiménez (cuarto, quinto y el sobrero sexto), dos de Olga Jiménez (primero y segundo) y uno de Peña de Francia (tercero).
Juan José Padilla, silencio y oreja.
Morante de la Puebla, silencio y ovación.
Roca Rey, silencio y oreja.
Lleno de no hay billetes.
Destacó en la brega Daniel Duarte.
COMENTARIO:
FICHA:
Se lidiaron tres toros de Hnos. García Jiménez (cuarto, quinto y el sobrero sexto), dos de Olga Jiménez (primero y segundo) y uno de Peña de Francia (tercero).
Juan José Padilla, silencio y oreja.
Morante de la Puebla, silencio y ovación.
Roca Rey, silencio y oreja.
Lleno de no hay billetes.
Destacó en la brega Daniel Duarte.
COMENTARIO:
Sevilla recibió con una fuerte ovación de bienvenida a Juan José Padilla en su última tarde ante la afición de la Maestranza. Él correspondió como sabe hacerlo, con la máxima entrega.
Por eso comenzó la faena a su primero con las dos rodillas en tierra e intentó sujetar con la derecha a un animal que tendía a rehusar la pelea. Dibujó buenos muletazos por ese lado pero un desarme cortó el ritmo de la faena y el toro no dio para más. Mató de estocada efectiva.
No resultó fácil en los primeros tercios el cuarto de la tarde y Padilla no se pudo lucir con el capote. En la faena la música tuvo el detalle de acompañar desde el primer muletazo y Padilla pudo dejar una buena serie con la derecha y algunos muletazos al natural citando de manera frontal. Fue con la diestra cuando logró mayor ligazón hasta que el toro se fue apagando. Labor de oficio y entrega en la que fue su última faena en sevilla, que remató de estocada. El público pidió una oreja que fue concedida.
Morante dio buenos lances al segundo de la tarde, toreando con suavidad y compostura. También dejó una bonita larga para poner al toro en la segunda vara. El de Matilla hizo amago de rajarse y siguió suelto en la brega. Roca Rey hizo un ceñido quite por chicuelinas y Morante no pudo replicar. Con la muleta, el de La Puebla vio pronto el pitón izquierdo del toro y por ahí le dio algunos naturales templados. Fue apenas una serie porque después el animal empezó a no emplearse por ese lado. Cambió a la derecha, le robó una tanda aprovechando las inercias y poco más pudo hacer.
Morante también brilló con el capote en el quinto, tanto en el recibo una vez que el toro se fijó como en el quite posterior. La faena la comenzó con bonitos ayudados por alto que despertaron los primeros oles. Con la derecha toreó con naturalidad en una primera serie y luego sacó al toro a los medios, pero el astado, como sus hermanos, se rajó de inmediato. Morante lo intentó al hilo de tablas pero el toro huyó siempre y tuvo que matarlo.
Roca Rey intentó encelar en el capote al tercero, que se le vino cruzado en una ocasión creando peligro. Lo cuidó en el caballo y brindó al público. Comenzó la faena de rodillas con dos pases cambiados por la espalda y el toro se rajó, además el animal se lastimó en la huida la mano derecha y Roca lamentablemente tuvo que matarlo.
El sexto fue devuelto y el sobrero salió manseando. Se dolió en el castigo y fue de caballo a caballo en varas. Con la muleta, Roca Rey no tiró nunca la toalla. Supo encelarlo en las primeras series diestras muy templado y dejando siempre la muleta en la cara. Faena inventada casi desde la nada, de superioridad absoluta con un animal a menos que tuvo mucha dificultad por el lado izquierdo. El final con bernardinas inverosímiles y ajustadisimas calentó el ambiente hasta el punto que el público, impresionado, de puso en pie. Mató de media efectiva y el público pidió una oreja que fue concedida por la presidenta.
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