LA CÓRDOBA TAURINA Y DIVERSA

viernes, 14 de octubre de 2022

"Éramos pocos y parió la abuela.-

Irónica frase que pese a que nadie conoce su origen, siempre acude a nuestra mente cuando tenemos problemas y vemos que otro se nos viene encima. Como pasó la tarde del sábado 8 de octubre, en la quinta corrida de la Feria de Otoño de Madrid, al finalizar el arrastre del último ejemplar del Puerto de San Lorenzo. El director de lidia José Antonio "Morante de la Puebla", muy molesto (molestisimo diríamos), se dirigió señalando al director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, (el matador de toros retirado Miguel Abellán Hernando), haciéndolo responsable del mal estado del ruedo a la vez, que lo culpaba de las lesiones de los toros quinto y sexto de la corrida. Puede que llevará razón el torero de la Puebla. Porque todo profesional y más si destaca en alguna disciplina concreta, bien sea artística o deportiva, necesita de la mejor herramienta posible para ejercer bien su trabajo. Así, el futbolista pide un césped que esté bien tratado para que corra bien el balón y pueda lucir su clase. El tenista desea usar la raqueta y la pelota de la mejor marca. El golfista elije el mejor de sus palos para embocar o empujar la bola hacía el hoyo. Y el torero, en este caso José Antonio "Morante de la Puebla", quiere con toda su razón, un piso de plaza acorde con su categoría de torero. ¿Es acaso mucho exigir al director gerente que tenga el ruedo de la plaza, más importante del mundo, en las mejores condiciones posibles para el buen desarrollo de la lidia?. Pensamos que sí, que está en su derecho. Lo que deben hacer los responsables de este asunto, es tomar nota para que no vuelva a repetirse tan lamentable y bochornoso espectáculo.

"Morante de la Puebla" en el momento de su acaloramiento, con el director gerente de la plaza de Madrid.

Pero en fin, como aficionados que somos, consideramos que lo sucedido ha sido solo una fuerte discusión entre dos profesionales sin más, y que bien podía haberse arreglado en un despacho los dos solos, y no en presencia del público que estuvo observando sorprendido el acalorado enfrentamiento. En verdad creemos que, una vez tranquilizados los ánimos de ambos toreros, la cosa no irá a más y no pasará de ahí. No, porque la prensa, siempre al acecho, lo airea todo como es su obligación y los toreros no deben dar "tres cuartos al pregonero" y solucionar sus problemas en la más absoluta oscuridad.

Entendemos que la verdad no se debe ocultar. Es cierto que hubo "jaleo" en la plaza, pero como decimos, la prensa escrita se ha cebado con los dos protagonistas hablando de "rabia", de "bronca" y de "llegar casi a las manos" etc… Exageraciones, ya que estas cosas no son nuevas en el toreo. ¿O acaso se nos ha olvidado el "encontronazo'' que tuvieron en televisión los toreros Paco Camino y Palomo Linares, cuando el camero pronunció la palabra "mushasho"?…

Discusión entre Paco Camino y Sebastián "Palomo Linares" durante un programa televisivo.

O igual, la pelea a puñetazo limpio de José María Dols Abellán y Vicente Ruiz "El Soro", en un mano a mano de ambos en Valencia, por enfado del maestro de Foyos, cuando el diestro alicantino se disponía a adornarse tras realizar un precioso y emotivo quite a un toro del diestro valenciano. Por esto se formó una batalla campal entre los dos matadores y sus cuadrillas, que hasta tuvo que intervenir la policía Municipal.

Pelea entre Manzanares y "El Soro" en el ruedo valenciano.

No dejamos atrás el enfrentamiento del diestro cordobés, Manuel Benítez, y el sevillano Paco Camino, (pelea que tuvo lugar en el coso de Aranjuez). Discusión en el callejón y golpes en la arena. Por "celillos profesionales" y un quite de bandera del camero a un toro del Benítez.

Espectacular bronca en Paco Camino y "El Cordobés", en el ruedo de Aranjuez.

Y es lo que decimos, puede haber mucho ruido pero el agua que nunca llegue al río. Por tanto, los problemas de la Fiesta no hay que buscarlos entre la gente del toro ni en esas discusiones o intercambios de pareceres. Son cosas que pasan, han pasado y seguirán pasando en el toreo, lo mismo que en todas las profesiones.

El mal de la Fiesta de los Toros, para que nos entendamos, está en que tras ella hay una historia intensa, plagada de contradicciones y problemas creados en su mayoría por gente ajena al oficio. Y en este caso habría que ponerse de acuerdo para denunciar, una vez por todas, el desprecio condenatorio de las autoridades políticas de este país, contra los intereses de la Fiesta más hermosa e importante que tiene España. Hay que hacerles ver que con la Fiesta de los Toros no pueden ellos ni nadie, mientras haya un ganadero que críe un toro y un hombre quiera enfrentarse a él. De lo que piensen los políticos de nuestra Fiesta no nos debe preocupar demasiado. Hay mucha historia escrita favorable que avala la importancia que tiene para este país nuestra singular Fiesta de los Toros.

Invitamos al curioso aficionado a que lea el Código de las Siete Partidas del monarca castellano Alfonso X el Sabio (1221- 1284), que ya trató de prohibirlas. Y más tarde, las tentativas papales (siglo XVI), y las reales, de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Y es más, en el siglo XVII, la segunda esposa de Felipe V, doña Isabel de Farnesio, se hizo enemiga acérrima de la Fiesta de los Toros. Más tarde fue el tristemente famoso Manuel Godoy Álvarez de Faria, (político español y primer ministro de Carlos IV), el que asestara el mayor golpe al suprimirlas mediante Real Cédula, durante los años 1805, 1806 y 1807. Y ahora nosotros decimos: Que si el pueblo español, en su momento, consiguió superar todo esto…¿Como vamos a darnos por vencidos aunque haya una minoría que pretenda dañar o eliminar una Fiesta que significa tanto para España y su afición? De ninguna de las maneras….