El Fandi y David Mora salieron a hombros, 7 orejas y rabo, mas indulto de un buen toro de Santa Rosa de Lima en tarde que también se lidiaron tres de Parra.
TORO A TORO
Tarde soleada que terminó en la nocturnidad se vivió hoy en el coso Jorge Piedra Lozada en Cutervo. El Fandi y David Mora salieron a hombros, 7 orejas y rabo, mas indulto de un buen toro de Santa Rosa de Lima en tarde que también se lidiaron tres de Parra.
TORO A TORO
Un astado de Parra abre la tarde fue joven, noble, vareado y con poca fuerza. El Fandi se lució variado con el capote, verónicas y quite por delantales, las banderillas con violín incluido y en muleta disfrutó y estuvo cómodo ante el noble que se desplazó con la cara a media altura, cerró con molinetes de rodillas. Envasó entero el estoque pero se eternizó con el verduguillo
Un astado de Parra abre la tarde fue joven, noble, vareado y con poca fuerza. El Fandi se lució variado con el capote, verónicas y quite por delantales, las banderillas con violín incluido y en muleta disfrutó y estuvo cómodo ante el noble que se desplazó con la cara a media altura, cerró con molinetes de rodillas. Envasó entero el estoque pero se eternizó con el verduguillo
El segundo para David Mora tuvo calidad pero duró poco y desde el saludo dibujó verónicas acompasadas hasta los medios y también en el quite. En muleta encajado y con torería los derechazos de mano baja, erigido y lo mejor la tanda de naturales profundos y con suavidad templada. Estocada que fulmina y dos orejas.
El tercero de Parra tuvo mejores hechuras que los anteriores y tuvo ritmo al embestir. Lucido Román con el capote y en muleta toreó por abajo con temple. Pinchó tres veces.
Cuarto del tercio de los de Santa Rosa de Lima indultado por El Fandi, un burraco número 319 que se desplazó por abajo y trasmitió mucho y al que Fandila enseñó él camino de rodillas y girando sin quitarle la muleta de la cara. Como una peregrinación de la bravura que pide por la vida, y fue así que sucedió el perdón de la muerte del toro. Luego vendría el lio gordo para devolverlo a corrales lo que ocasionó que terminara en oscuras la corrida, además del inicio retrasadísimo del festejo.
David Mora cortó oreja que debieron ser dos, por calidad de faena ante un toro, colorado el, y por el espadazo recetado. Hocico por la arena, galope, fijeza y nobleza a más de repetición pero sobre todo, por como rebosaba el viaje y se quedaba colocado para que el maestro de Borox ligara con hondura, muy por bajo y muy con desmayo por ambos pitones. Todo esto en momentos que caía la noche.
Ya de noche y con escasa luz artificial Román lidió al sexto de la rosada divisa, el más grandullón y de feas hechuras que no se empleó y que midió buscando huir. El valenciano lo toreó por ambos pitones pero era evidente que la deficiente iluminación perjudicaba la lidia. Pinchó reiteradamente y envasó media espada, inopinadamente fue quitado el estoque por un ajeno a lidia, lo que no se debe permitir. Finalmente dobló en la nocturnidad con frío que padecíamos.
Por: burladero
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