martes, 19 de junio de 2018

«El paseíllo», la película que hizo actores a dos toreros de Córdoba

José María Montilla y El Puri protagonizaron un filme con mucho éxito hace medio siglo


José María Montilla y El Pur, con la directora de la película, Ana Mariscal - LADIS

Los nombres de José María Montilla y Agustín Castellano «El Puri» están plenamente unidos a la tauromaquia y la cordobesía, pero también el séptimo arte, el cine. Más concretamente a una película, «El paseíllo», un drama taurino sesentero de notable éxito de público que los dos rodaron bajo la dirección de la actriz y cineasta Ana Mariscal y bajo producción de El Bosco Films. Fue la incursión en el celuloide de ambos diestros que tuvieron notables carreras en las plazas de toros de toda España. De aquel estreno se cumplen justo ahora los cincuenta años.
Medio siglo que no impide que ambos protagonistas conserven muy frescos los recuerdos de aquella experiencia singular y que aún se sientan orgullosos de haber superado con nota el «toro cárdeno» de la interpretación careciendo como carecían de experiencia actoral. «Muy pocos toreros pueden decir que han rodado una película», cuenta con alegría El Puri, que en la cinta, tantísimas veces respuesta en las cadenas de televisión, interpretaba a un conmovedor torerillo sin suerte que lucha contra la adversidad a base de tesón y valentía.



José María Montilla, en una imagen reciente - RAFAEL CARMONA

Años antes, cuando aún seguía en activo como matador de toros, a comienzos de los sesenta, ya había contactado con José María Montilla la directora Ana Mariscal (1923-1995), una de las pioneras del cine español que tuvo una carrera peculiar ya que fue actriz, directora pero también productora de películas en una empresa que creó para ello. «Ella me había visto torear varias veces y un día me llamó y me dijo que yo daba el perfil para protagonizar una película que ella estaba preparando», explica el torero.
La cinta iba a tratar sobre el matador Juan García «Mondeño», que después de triunfar en la tauromaquia se había hecho fraile, así que Mariscal se llevó a Montilla a Alcobendas y le hizo unas pruebas de cámara en un convento. La base de ese proyecto fílmico que finalmente se llamaría «El paseíllo» estuvo en un libro que firmaban dos periodistas que por entonces colaboraban estrechamente, el cordobés Felipe Navarro «Yale» -padre de la escritora Julia Navarro- y el granadino Tico Medina.


La película tuvo medio millón de espectadores y todavía se repone con frecuencia en la televisión

Un texto que estaba inspirado en parte en la vida del matador de toros de Chiclana Enrique Oliva Fornell y en especial en el momento más terrible de su carrera, el Día del Pilar del 63. Una tarde en la que el chiclanero toreaba en Las Ventas con la mala fortuna de que un sobrero de Jaral de la Mira le rasgó el estómago. Tan grave fue la cogida que, ante el peligro de muerte que existía, un sacerdote casó al diestro en el célebre Sanatorio de Toreros con su novia, una joven con la que pensaba contraer matrimonio al concluir la temporada y que estaba embarazada. 

Agustín Castellano «El Puri», durante una entrevista - ÁLVARO CARMONA
Oliva finalmente superó aquel difícil trance, pero de ese drama se sirvieron luego los guionistas para construir esta historia de dos amigos que empiezan juntos en el difícil mundo del toro y que luego tienen suerte dispar. Uno de estos personajes, el del torero guapo y exitoso, le correspondería interpretarlo a Montilla, mientras que a El Puri le corresponde el papel heroico del chico sin suerte al que las cornadas le dificultan el éxito y que a base de empeño y de jugarse la vida va logrando oportunidades.
Lo curioso en este caso es que la biografía del personaje era muy parecida a la del propio Agustín Castellano, que también fue cogido con frecuencia hasta el punto de que la cornada que se recrea en un momento de la cinta en la Plaza de Vistalegre de Madrid era muy similar a una gravísima que él había sufrido en esa misma plaza. «Me acordaba de mi percance y me fue sencillo meterme en el papel de ese personaje», reconoce El Puri. Tal grado de realismo alcanzó esa escena, la más dramática de la cinta, que incluso don Álvaro Domecq llegó a preguntarle a Agustín si la cogida era real o recreada.


Cartel de la película
Cartel de la película- ABC
El estreno de la película se produjo en varias ciudades, con galas por ejemplo en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, y su éxito resultó notable, con medio millón de espectadores en salas según refleja la ficha técnica del filme. También cosechó galardones en el Festival Iberoamericano de Huelva, que tenía una sección dedicada al cine taurino, y fuera de España, por ejemplo en un certamen celebrado en la Rusia soviética, donde la película se estrenó con el nombre de «Kopuga». Todavía recuerda El Puri la ilusión que le hacía acudir a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en aquellos años de Guerra Fría y el disgusto que se llevó cuando el visado necesario para cruzar el Telón de Acero, que venía de las autoridades de Cuba según explica, «no llegó con el tiempo suficiente».
Con el pasar de los años, se puede decir que «El Paseíllo» ha quedado como una cinta notable, valiosa, dentro del subgénero taurino. Tal es así que aún es fácil verla hoy en reposiciones televisivas, pues la fuerza humana de sus personajes y su lucha por abrirse camino en la vida y en el difícil mundo del toro aún conmueve por tratarse de algo universal. «Incluso hace poco la vi contraprogramando a un Real Madrid-Barcelona en Canal Sur», bromea Agustín Castellano sobre esa presencia más o menos constante de esta cinta en las televisiones de su incursión en el mundo de la cinematografía. «El paseíllo» también los unió a los dos, a José María y a Agustín, casi que a perpetuidad.
ABC DESEVILLA ( CORDOBA)


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