sábado, 11 de abril de 2020








REPORTAJES GRÁFICOS TAURINOS...
Y TEMAS VARIOS DE LA CÓRDOBA DIVERSA...



"LAS TABERNAS DE CÓRDOBA".-


El que cada día desaparezcan,  más y más, tabernas en Córdoba, es un tema del que nadie habla y al parecer a nadie preocupa. Actualmente en Córdoba ya hay más bares que tabernas. De continuar a este ritmo, quizá habría que explicar, a la gente joven, la importancia que tuvieron, en aquellos años, estos establecimientos para nuestra sociedad, al ser considerados centros lúdicos-festivos y de comunicación para la vida diaria cordobesa.





La taberna era un lugar de evasión donde la bebida, el vino, constituía el elemento indispensable para que desarrollar la función principal, charlar y  relacionarse.
Según recoge el libro "Córdoba monumental, artística e histórica", en el año 1721 existían en Córdoba 142 tabernas, además de las casas de los dueños de lagares y otros rincones disfrazados, donde se vendía vino. El número de tabernas siguió aumentando, y en el 1875 hubo censadas en nuestra ciudad 174 tabernas abiertas al público.
De ésta época, dicen que es este dicho popular:

"Córdoba ciudad bravía
que entre antiguas y modernas,
tiene trescientas tabernas
y una sola librería".

Naturalmente que la taberna cordobesa tiene su abolengo y su historia y suele ser "discreta, escondida y misteriosa"... Pablo García Baena en el libro "Nuestras Tabernas" dijo que era recatada, escueta y limpia: casi una sacristía. Juan Bernier, que tanto supo de vidas y de vinos la llamó "santuario líquido, templo mitral donde yace vivo el ídolo de oro.




Estos santuarios se encontraban en los sitios de más tránsito, en la encrucijadas de calles. Detrás de una misteriosa cortina se descubría la taberna y el tabernero, esa persona sencilla, noble, elegante y comunicativa. Un limpio mostrador de madera o de mármol veteado y unas estanterías con repisas o anaqueles donde se alineaban las finas, largas y esbeltas botellas que guardaban el Montilla oloroso o el pálido Moriles.
Junto al vino en baldas distintas estaban los anises de Rute, de Cazalla, de Ojén, adornado su gollete con pequeñas moñas de los  colores nacionales, y en sus etiquetas, lucían estampados los retratos del "Machaco",   "Zurito" y "Manolete", en  rutilantes trajes de luces.
Las tabernas de Córdoba se distinguían por su capacidad para acoger a diferentes reuniones de amigos. Tertulias de intelectuales, toreros, artesanos y un lugar de encuentro de jóvenes y trabajadores al acabar la faena.





Allá por los años veinte en la céntrica calle de San Álvaro,  hubo dos tabernas que fueron muy célebres; una la regentaba Camilo Aroca y la otra Rafael Viedma.
La primera se encontraba en un extremo de la calle, ubicada en una vieja casona con un patio muy alegre, lleno de luz y de flores.. Esta taberna era punto de reunión de todos los mozos que en aquellos años salían a dar serenatas. También estuvo allí el "Club Mahometano", formado por un grupo de jóvenes de buen humor cuyo único fin era el de gastar bromas.

Por el contrario, en la de Rafael  Viedma se daban cita para tomar su vino gente más formalita, entre sus clientes figuraba el primer Califa de Córdoba, Rafael Molina  "Lagartijo", acompañado de su cuadrilla y amigos más cercanos.
Los patios de las tabernas también jugaron un papel muy importante para la comodidad del cliente y el normal desarrollo del negocio al verse aumentados los espacios con la colocación de mesas y sillas.
Había patios con muchísimo encanto donde se notaba de manera clara la mano femenina.
Un bello muestrario de macetas con geranios, de todos los tipos y claveles, de todos los colores esperaban la llegada del cliente.
Otros lucían bonitos y agradables decorados: fotografías, recuerdos, sentencias, carteles de ferias y fiestas y cabezas de toros.


San Cristóbal sede de la tertulia de Tercio de Quites


Con arcos y capiteles califales en "Los Palcos", con enredaderas y geranios "el Pisto" con alicatados monjiles o refectorios en la Paz de San Agustín. Por las galerías encaladas se pasaba a modestos cuartos, reservados para la amable tertulia en torno al velador o a la mesa camilla.
Las paredes lisas dejaban sitio para la decoración que mandaba en aquella época: reproducciones de Julio Romero de Torres, la musa Gitana, oscuros desnudos, estampas de La Lidia, cartelería de corridas goyescas, patrióticas o benéficas.




Cada espacio tenía un diseño o una decoración diferente. Por ejemplo: En tabernas como "El Burlaero" en la plaza Pintor Miguel del Moral o "La Bodega de Benítez" en la calle Alhakén II, (calleja junto al Hotel Colón) encontraremos la decoración propia de un ambiente taurino. En otras, sin embargo el ambiente taurino es alternado con el flamenco, así ocurría en "Casa Salinas" de la Puerta de Almodóvar y en la de San Miguel, aquella que fundara Rafael Rodríguez "Calzones" y que ahora dirige el hijo de Pepe "El Pisto", quién fuera un excelente aficionado y gran intérprete de la guitarra flamenca.
En ésta casa, un 18 de julio de 1896, 78 clientes buenos aficionados a los toros, fundaron el mítico "Club Guerrita" cuyo titular Rafael Guerra Bejarano ostentaba la presidencia honoraria.  Sólo tres meses estuvo allí el Club. El día de San Rafael de aquél mismo año inauguró nueva sede en los altos del café "La Perla" en la calle Gondomar.





A "Calzones" le sucedieron los hermanos Garrido  (Hortelanos de profesión) en cuya etapa frecuentan la casa los legendarios toreros "Manolete" padre, Antonio de Dios "Conejito", "Cantimplas", "Recalcao", "Platerito" y muchos más. Por aquél tiempo también iba a aquella casa Julio Romero de Torres, a quien el vino de Montilla le estipulaba la inspiración, hasta el punto de que pintaba sobre el mármol de los veladores bellos retratos femeninos...que el camarero borraba a la mañana siguiente.
Muy notables fueron en nuestra ciudad tabernas como las de "Armenta" o la de "Huevos  fritos", ambas ubicadas en el popular barrio de San Lorenzo. Lo mismo que la de Paco Acedo, (antigua Casa Almoguera) junto a la Torre
de la Malmuerta, taberna que frecuentaba "Manolete" para jugar sus partiditas al dominó, sin tener ni idea, con los amigos de su peña.
Cada taberna tenía un vino diferente y especial, le llamaban "el vino de la casa":
El Príncipe, se bebía en San Lorenzo; el de la Calabaza, en la Fuenseca; el de la Galga, en el Alcázar Viejo; el del Capitán, en la Puerta Nueva. Estos vinos junto el Acamuesao y el Filigrana de a peseta, eran los que marcaban el recorrido devocional del bebedor.




En la bodega de Rafalito Guzmán de la calle "Los Judíos" se bebía y se bebe un vino riquísimo. No en vano tiene bodega propia. Ésta taberna es de las más clásicas y conocidas de Córdoba. Muy visitada por buenos catadores y por excelentes aficionados a la fiesta brava. La cabeza del toro "Tagarrito" que matara el diestro cordobés José María Martorell, preside el hermoso y amplio patio de la entrada. Además también, fue sede social fue de la peña del diestro cordobés "Finito de Córdoba".
Años atrás habían administrado la taberna del mismo nombre, de la calle José Zorrilla, detrás del Gran Teatro.
No me olvido de Rafael Moyano (el Rey de los boquerones en vinagre) frente a la Mezquita, o del superfamoso "Pepe de la Judería" en la calle Romero.
La taberna "Deanes" ocupa la planta baja de la antigua casa que habitó el inca Garcilaso de la Vega en la calle de su mismo nombre. Un hermoso patio porticado con columnas de mármol jaspeado y coronadas por capiteles de avispero, facilitan el paso a los clientes, a tres hermosos salones.  En uno de ellos cubren sus paredes con
gran profusión, fotografias antiguas y algunos objetos dedicados al torero Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete". También hay un viejo cartel que recuerda que "en ésta casa se rodó en el año 1957, parte de la película "El Cristo de los Faroles" que, protagonizara, el gran cantante malagueño Antonio Molina".






"Los Faroles", "Las Comedias", Mesón "Las Flores" y Mesón "El Toreo" en la calle Velázquez Bosco. Éste último negocio lo regenta el matador de toros "Cayetano de Julia". De sus blancas paredes cuelgan tres cabezas de toro estoquedos por él, y que dan fe de su arriesgada profesión.
"Casa Santos" en los alrededores de la Mezquita, donde se hacen la mejores tortillas de "papas" de to' el mundo. Tampoco me olvidó de Pérez Barquero que tenía sus tabernas en la plaza Almagra y en la calle Cardenal González (Los Palcos), o las de la Sociedad de Plateros que estaban diseminadas por distintos barrios de la ciudad (taberna y bodega, en María Auxiliadora) y sucursales en plaza de Séneca, Romero Barros y Avenida de Granada.
Ni las de "El Gallo" de mi amigo Manolo García con bodega propia en el Buen Suceso y sucursales en María Cristina, la Corredera y calle Almonas las tres ya desaparecidas.
Recuerdo que un sábado 25 de julio de 1981, en su taberna, de la calle Gutiérrez de los Ríos en la que trabajaba de mozo, el hijo del célebre gitano "El Arango", le estrené con mi grupo "Los Piconeros", una de mis mejores partituras dedicada a sus excelentes vinos y cuya letra dice así:

"ESE VINO...
Desde tiempos muy remotos
se le rinde pleitesía,
a los riquísimos mostos
de nuestra bella Andalucía.
Es famosa por sus caldos
y por su sabor y aroma,
se destancan los del "Gallo"
cuyos vinos extraordinarios
son de Manuel García Zamora.
"Ese vino...
con categoría y rango,
no le hará a usted ningún daño
ni aunque lo beba de "seguío". Pruébelo, verá no le engaño,
que está que quita el "sentío".
Así que fama y nombradía
goza don Manuel García
y no hay otro como él,
porque conserva en sus bodegas
viejas y puras soleras
del mejor vino cordobés".

No me resisto a seguir dando nombres y ubicación de muchas otras tabernas que aún perviven en mi recuerdo. Hélas aquí: La Perla Chica y Los Portales ubicadas en la Corredera. Casa Cepas, "Calzaito" y Castillo en el Realejo. En la Fuenseca la del "Bolillo". La de Faustino en San Andrés. "Casa Caballero", en la Plaza del Potro. "Bodegas Campos", en calle Lineros. "Casa Novella", en calle Capitulares (Frente a la entrada principal del antiguo Ayuntamiento). "La Canoa", en Ronda de los Tejares (pasaje). "La Constancia", en la Avenida del Brillante. "La Copa", en Reyes Católicos. "Los Gallegos", "Perfecto Seoane", "Los Morales"y "Casa Chicuelas" en calle Alfonso XII.  "Los Caimanes", en la calle Isabel II.
"Casa Manolo", en la plaza de San Lorenzo. Casa "El Pancho", en la calle Montero. "Casa Miguel" y "El Portón", en plaza de Chirinos. "Juan Salido" en plaza de San Miguel. "Ogallas" en plaza del Corazón de María. "Casa Paco Rubio", "Casa Bravo" en Puerta de Almodóvar.


"Mesón Juan Peña" en Doctor Fleming. "La Lechuga", en Tomás Conde. "Casa Jerónimo", en los Santos Mártires. "La Galga" y la Viuda" en calle San Basilio. "Bodega San Basilio" y "Casa Pisto", en la calle Enmedio."Pagos de Moriles" en Molinos Alta. "Casa Pepe", en Arroyo de San Lorenzo. "El Rinconcito", más conocido cariñosamente por "El Abuelo", en plaza de San Miguel. "Casa Villegas"y "Portos" en plaza de San Felipe. "Correos", "Guerrero" en Jesús y María. "Carrasquín" y "Ariza" en calle Málaga. "La Verdad" en José Zorrilla", "Campanero", en calleja Quinteros. "El Figón", en calle Gondomar. "Santa Marina", en Mayor de Santa Marina. "Los Toneles", en Fernando de Córdoba. "Villoslada", en plaza de San Pedro. "Casa Miguelito", en Agustín Moreno. "Agricultora" y "Currito", en plaza de Santa Teresa... "Minguitos", "Casa Pelitos", "El Juramento", "El Coto", "La Reala". "Los Lobos". "El Sanatorio" que después de adquirirla Antonio Luque pasó a llamarse "El Barril", en Puerta Gallegos, "Séneca" en Ambrosio de Morales, "La Barrera" en Calleja Munda, "Pepe el Habanero" en la Piedra Escrita... "Miguelito", "Flor", "Ponferrada", "Romerillos", "La Llenca", "Tenerife", "El Gordito", éstas en el Campo de la Verdad...y otras muchas más. La pena que la gran mayoría de las citadas, desgraciadamente, ya están dadas de baja.





Ciertas  tabernas eran muy especiales por contar con su "piquera". Se trataba de una pequeña ventanita por donde se servían las copas, o  "chicuelas", a personas que no deseaban ser observadas por otras, y que daba a otra pieza o portalito adosado, cuyo paso se lograba por otra puerta distinta a la de entrada a la misma taberna. Se decía que era el vino de los íntegros,  de los tímidos, o de los amantes. Eran tabernas contadas: La de "Salinas" en Tundidores; "El Tablón" en Cardenal González; "Pepe de la Judería" en calle Romero; "La Paloma" en Manriquez y "La Paz" en Santa María de Gracia. Éstas dos últimas desaparecidas.
He dejado para este momento la taberna el 6 de Puerta Nueva frecuentada mayoritariamente por gente del matadero municipal, ligados casi todos al mundo del toro.

En ella se daban cita a la hora del bocadillo, o a la finalización de jornada:
los hermanos Flores, (Paco y Pepín) el mayor casado con una de las nietas de la popular carnicera de la calle Abejar, "La Damasa" con la que yo trabajaba de ayudante de un yerno suyo Antonio Jiménez también carnicero; Antonio  Yáñez Saco "El Gallo" sobrino de "Cantimplas". Fue  banderillero y jefe de nave en el matadero municipal; Paco Fernández "Caiñas", primer mozo de espadas d
e Manuel Benítez y Pepín Garrido banderillero en la cuadrilla del mismo diestro; Rafael González "Pelajopos", picador de toros profesional;




Rafael González banderillero (padre del matador de toros Alfonso González "Chiquilín") "El Curri" puntillero; "El Bicho", muy popular por haber rodado una escena muy arriesgada, en la grandiosa superprodución "URSUS", doblando al actor ED FURY, del director Carlos Campogalliani y con Luis Pre y María Luisa Merlo en el reparto Ruiz fue el encargado de rodar una escena en la que peleaba con un toro hasta doblarlo y tirarlo al suelo; el industrial cárnico Juan León y el siempre genial José Bejarano Martínez "Pepe Olla" que tenía la carnicería en la calle Alfonso XII, junto a mi casa y que fue el primero en ponerme delante de una vaca "bronca", de media casta, que llevaron a sacrificar al Matadero. !Esto sí que fue una historia qué ya contaré en otro momento!. Todos estos y otros más, trabajaban de "jiferos" (matarifes) en el matadero. municipal de nuestra ciudad.

Y como punto final, un deseo vehemente: me hubiese gustado, al menos, conocer el nombre del "saborío", "malage" que tachó a Córdoba de borracha y analfabeta dedicándole el falso cantar de...."trescientas tabernas y una sola librería".
!Me molesta! Sencillamente.
Pero la respuesta se la dio en el año 1925 el escritor y poeta cordobés M.R.. Blanco- Belmonte al escribir:


CÓRDOBA. "...CASA DE GUERRERA GENTE,
Y DE SABIDURÍA CLARA FUENTE".
 !Ahí queda eso...




Antonio Rodríguez Salido.-
Compositor y letrista.-

Escalera del Éxito 176.-


 EL COTO

 EL PISTO

 LA SACRISTIA

 Taberna Góngora, sede de la Peña José Luis Torres

 SOCIEDAD PLATEROS


Las Beatillas sede de la peña "Chiquilín" y la tertulia Manolete









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