miércoles, 15 de abril de 2020




REPORTAJES GRÁFICOS TAURINOS...
Y TEMAS VARIOS DE LA CÓRDOBA DIVERSA...


BLANCA ÁVILA MOLINA
“BLANCA DEL REY” 


BAILAORA POR LA GRACIA DE DIOS. INTÉRPRETE SUBLIME DE LAS ALEGRÍAS DE CÓRDOBA Y DE LA SOLEÁ DEL MANTÓN.
CORDOBESA DE NACIMIENTO Y DE SENTIMIENTO. 

La recuerdo perfectamente. Pasaba todos los días – creo recordar que en los años 58 o 59- acompañada de su madre, quien habitualmente portaba en el brazo un almidonado vestido de gitana… Es así, recuerdo la secuencia a pesar de los años transcurridos con toda nitidez. Y la calle en la que transcurría el pasaje, era la avenida del Generalísimo en aquellos años, hoy de Los Tejares. Justamente la veía cuando –supongo- que se dirigía a bailar al tablao de El Zoco. Su nombre: Blanquita Molina, con el sobrenombre de La Platera, por vivir en la calle de La Plata de Córdoba. La verdad es que entonces, lo poco que sabía de ella, es que aquella chiquilla con el porte de una estrella, se llamaba artísticamente así. Por ese tiempo, y por el mismo camino, tuve la suerte de ver paseando y ahora lo recuerdo también, como si de una película se tratara, a los hermanos Sánchez de Puerta, al actor Paco Morán, a Calerito, etc…, y muchas figuras que guardo en la mochila de la nostalgia…

Blanquita nació en Córdoba en 1946. Empezó muy joven, tan joven que con nueve años ya era conocida en el mundillo del baile flamenco. Ganó con un buen nivel, los concursos de baile a los que la presentaba su madre. En fin, una figura interesante con muy poca edad, tanto es así que con apenas catorce años debutó en Madrid, concretamente en Cuevas de Nemesio. Posteriormente fue contratada por el empresario Manuel del Rey para un tablao -referente del arte flamenco -, EL CORRAL DE LA MORERÍA. Años
después el destino quiso, que Blanca y Manuel del Rey se unieran en feliz matrimonio. Desde entonces, su nombre artístico pasó a ser el de BLANCA DEL REY. 



Inició su carrera digamos que profesional, contando tan sólo doce años en el conocido tablao del Zoco de Córdoba, semillero de tantos artistas. Compartió en el mismo, escenario con virtuosos tales como Merengue de Córdoba, Concha Calero, etc. un despertar artístico dentro de un singular y aplaudido cuadro flamenco. Y tras esa experiencia, el salto definitivo al Corral de la Morería, ni más ni menos…, Nada más debutar, justamente el segundo día de actuación, con catorce años, le sucedió una anécdota inolvidable: un día, cuando se dirigía al escenario el histórico actor Rock Hudson, la paró y le arrebató la flor que besó con delicadeza, y que Blanca llevaba en el pelo, después la dejó en la barra… (anécdota que comentó en una entrevista, a Carmen Lozano del Diario Córdoba).
Su marido, Manuel del Rey, tenía noticias de élla y de sus excepcionales dotes flamencas, desde que contaba nueve años, a través del genial pintor y escritor Ginés Liébana.
Se casó con 19 años. Fruto de la unión son sus dos hijos, ambos se dedican al mundo del deporte. El empresario y esposo, falleció en 2006, justamente cincuenta años después, de inaugurar tan singular tablao flamenco.
Entre los muchos premios y recuerdos que reposan en las vitrinas de su casa, valora y rememora con especial cariño, el de CORDOBESA DEL AÑO, el PREMIO NACIONAL DE FLAMENCO y el SANTO TOMÁS DE AQUINO- 2006 de la Universidad de Córdoba, galardón concedido por su carisma, calidad artística y la especial colaboración que mantuvo con la Cátedra de Flamencología.
En 2011, en el Festival de la Unión, cerró de forma definitiva una exitosa carrera de cincuenta años, generosa en actuaciones de gran calidad. Y cerró su intervención en el Festival con la interpretación de la Soleá del Mantón, obra sin duda de arte, que la creó pensando en la Córdoba de todos los tiempos, y en Manuel Rodríguez Sánchez Manolete.
El arte que rezuma con el mantón, se lo debe –y lo dice Blanca - a la fuerza y expresividad de Carmen Amaya y al academicismo de Pilar López.
Una bailaora excepcional, que siempre ha reivindicado ser cordobesa a la máxima expresión… No perdemos la esperanza de que algún día, en alguna ocasión, nos deleite una vez más con su extraordinaria creación de
La Soleá ...




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