miércoles, 25 de junio de 2025

 MI TROFEO PARA MANUEL QUINTANA 


Querido Manuel, los hechos taurinos se han acumulado de tal manera en este ultimo mes, desde las temporadas de Morante, Juan Ortega,   Roca Rey y otros, a los  éxitos de Lagartijo en Perú, o el  que Córdoba cuente con Manuel Román en el escalafón de los matadores de toros,  que aún no he enviado ningún comentario sobre  la casi No-Feria de Nuestra Señora de la Salud. Y sin embargo, en esa Feria que casi no  existe, hubo cosas muy interesantes, aunque  la que causó más sorpresa, fue el toreo con el capote de Lolo Quintana. No podré estar  contigo en Sevilla debido a un viaje hace tiempo programado (y pagado) hasta el  otro extremo de España.





Pero quiero dejarte claro que los toreros son grandes cuando dejan recuerdos. Unos son recordados por sus grandes temporadas, otros por sus grandes triunfos y otros por sus grandes detalles, que son curiosamente los más recordados. En todo caso, Lolo,  de lo que se habla de nuestra Feria No-Feria es de una media docena de lances tan largos, tan lentos - dos de ellos nos llevaron a otros tiempos pasados, saliendote con el novillo hasta los medios. Y como toreas muy bien y además matas, contribuiste junto con Javier Zulueta y a Fuentes Bocanegra que viéramos una estupenda tarde de novillos.



Porque  el toreo de capote, Manolo,  se recuerda mucho más que el toreo de muleta. Tan es así, que Curro Puya, Cagancho y Manolo Escudero, y los contemporaneos gracias a Dios  Curro Romero y Rafael de Paula. Pero quién dejó establecida  la marca fue el Maestro Pepe Luis Vázquez, que además de la suerte heráldica de El Cartucho de Pescao, que creó una suerte estratégica que se llamó "El Quite del Perdón". 






En las tardes  desvaidas, como entonces eran obligatorias las tres varas en todos los toros, el Sócrates  de San Bernardo tenía siempre la oportunidad de hacer un quite en el sexto toro del festejo, y el  público entonces imponía  silencio, y seguidamente estallaba en cuatro o cinco  oles que valían por toda la corrida. A Domingo Ortega, aquello no le gustaba "A lidiar, chico, a lidiar", le decía al joven Pepe Luis, porque Domingo Ortega era un  lidiador supremo, pero su brega no resistía la comparación con el quite de Pepe Luis Vázquez, que  arreglaba una tarde e incluso una feria con solamente cuatro lances. Un crítico taurino del norte se dio cuenta de la sorprendente circunstancia, y a su crónica de ese dia  - que me proporcionó su hijo Manolo Vazquez -  le puso por título "El quite del perdón". 

Por eso, Lolo Quintana, tus verónicas más lentas a medida que se iban alargando, tu buena composición de la figura, el echar la pierna adelante y dejarla allí donde caia en  cada paso y además, parando, templando y mandando, todo eso debe hacerte sentir torero aunque todavia  estés toreando sin picadores.







Y este año, aunque en nuestra reducidisima Feria,  aunque hayamos  presenciado muchos  momentos de interes,  si existiera un premio al mejor toreo de capa por votación popular , yo hubiera votado por ti, de forma que estas sean estás sencillas palabras mi particular  trofeo.

Con mi felicitación a Alfonso Téllez y toda la directiva del Círculo Taurino, al maestro Chiquilín y sus profesores, tu apoderado Antonio Tejero y también a tu querido padre, recibe un abrazo manoletero de 

José María Portillo Fabra, de la Tertulia El Castoreño y del Círculo Taurino de Córdoba.

José Luis Cuevas

Maquetador, Editor y Fotografías

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