«En la eternidad nos volveremos a ver» A Rafael Sánchez González, de Pepe Toscano

 

 Es ley de vida. Los que pasamos de los cincuenta años, como gota de rocío invernal, vamos cruzando hacia el esmaltado añil, buscando la nube que el Todopoderoso nos tenga asignada, para vivir la eterna gloria. 

El pasado día, 22 de enero, de este recién estrenado 2023, Rafael Sánchez, a los 83 años, partió de lo terrenal a lo que a todo ser nos aguarda sin saber cómo será nuestro acomodo. 

Parece que fue ayer, cuando recuerdo al niño Rafael, chupete entre sus labios, vestido con indumentaria hebrea, empezó a salir en procesiones de Semana Santa, en la “Hermandad de la Borriquita”. Su padre, gran cordobés e impulsor de las cosas de Córdoba, fue enseñando a su hijo Rafael nuestras arraigadas tradiciones cordobesas. Le inculcó el arte de torear y, aunque Rafael no se hizo torero ni tampoco se probó para hacerse espada, sí estuvo apegado al arte del toreo. Varios años de estancia, viviendo en Madrid, donde adquirió gran predicamento al lado de muchos taurinos y medios de comunicación, desarrollando más tarde el menester de informar en prensa escrita, radio y televisión.

Ya casado con su esposa, Pilar Vaquero Ortiz, con la que fue padre de tres hijos, Pilar, Silvia y Rafael, asentado en su tierra definitivamente, gozó removiendo su gran y bien cuidado archivo, donde íbamos a beber muchos de los que también usamos la palabra, pluma y pantalla.

 En este otoño e invierno, están cayendo por enfermedad, muchos amigos con los que hemos disfrutado y compartido el mundo de la información, contractando opiniones y viendo la nueva generación de chavales que quieren alcanzar gloria en el redondo mundo del toreo. Rafael supo inculcar sus conocimientos a los aprendices de la tauromaquia, a través de los medios que utilizó, así como con sus consejos personales. 

A Pilar, tú esposa, hijos, nietos y hermanos, nuestro sentido pesar. A ti, ese abrazo fraterno que perdurará allá donde nos volvamos a encontrar. 

 Pepe Toscano